Juego nuevo. A partir de septiembre, en función sobre todo del resultado electoral de este año, los principales actores políticos mexicanos tienen que redefinir sus políticas de alianzas, lo que incluye consolidar o destruir viejas relaciones, establecer nuevos acuerdos y hasta realizar cambios en sus equipos de trabajo. El Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, enfrenta los siguientes retos:
1.- Pensar de nuevo su relación política con el Presidente Enrique Peña Nieto. Durante la primera parte de la administración de ambos, Mancera y Peña han colaborado muy estrechamente. Sin perder cada uno su identidad ideológica han podido trabajar coordinadamente por el bienestar de la Capital. Las ventajas para el Jefe de Gobierno han sido notables, ya que ha podido contar con apoyo para sacar adelante sus proyectos. El PRD lo entendió y lo alentó en la alianza con EPN. Pero esto lo alejó de los grupos radicales de Morena, aunque con habilidad Mancera logró mantener relaciones cordiales y de respeto con Andrés Manuel López Obrador. En la segunda etapa de su gobierno Mancera va a tener que replantear sus acuerdos con Peña Nieto. No lo veo como un opositor dogmático o arrebatado al Gobierno Federal, pero nadie se va a sorprender si Miguel Ángel Mancera empieza a marcar una sana distancia política respecto del Presidente de la República. El reto para Mancera será distanciarse -políticamente hablando, insisto- de EPN sin fracturar una positiva relación personal y quizá ya inclusive amistosa con el propio titular del Ejecutivo y con sus colaboradores, como Luis Videgaray, Miguel Ángel Osorio Chong y Aurelio Nuño, etcétera.
2.- Mancera tendrá que replantear sus relaciones con Morena, sobre todo con su sector más radical, y desde luego con López Obrador. Mancera es de izquierda, ha trabajado con AMLO, participó en un gabinete con Martí Batres, se lleva bien con Ricardo Monreal, no tiene problemas con Claudia Sheinbaum y sobre todo trabajó con todos ellos para mantener la Ciudad de México en manos de las fuerzas progresistas. La división en la izquierda entre Morena y el PRD la ha pagado Mancera sufriendo una dosis de incomprensión de parte de algunos militantes de Morena, que olvidan un dato fundamental en la biografía del Jefe de Gobierno: Mancera no es perredista ni está inscrito en ningún partido político. Hasta ahora las relaciones de Miguel Ángel Mancera con Morena han sido las de un Jefe de Gobierno de izquierda con aquellos que rompieron con el partido que los unía a todos, el PRD. En la nueva situación, Morena ya no es solamente un grupo disidente en la izquierda, sino un partido que va a gobernar en la Ciudad de México. Necesariamente tendrán que darse nuevas relaciones institucionales entre Mancera y los delegados y diputados de Morena. En este sentido a todos les conviene llevar la fiesta en paz. Y así ocurrirá. Las relaciones políticas entre el actual gobernante capitalino y Morena las tendrán que pactar, ellos dos solos y a solas, Mancera y López Obrador. Confío, porque así lo han demostrado, en que se trata de dos hombres sensatos que sabrán hacer lo que más beneficie a la Ciudad y lo que mejor ubique a la izquierda en las elecciones presidenciales del 2018.
3.- El Jefe de Gobierno está obligado a replantear de fondo sus relaciones con el partido de izquierda que hizo crisis, el PRD. Por elemental lealtad con el más importante de los partidos que lo llevó al GDF, Mancera apoyó o al menos no obstaculizó las acciones que realizaron los perredistas. Pero el PRD no resultó ser lo que parecía y prácticamente entró en la ruta de su extinción. Es muy triste decirlo así, pero el PRD derrotado este año en las urnas y al que abandonaron personajes fundamentales como López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas, entre muchos otros, es un partido sin futuro que me parece es un instrumento muy pobre para arropar al Jefe de Gobierno en la segunda etapa de su periodo. Desde luego, Mancera no puede darle la espalda al PRD. Pero tampoco puede verlo como su más trascendente relación política. El PRD todavía no es un lastre para Mancera, pero si no se reforma podría llegar a serlo. Así que el Jefe de Gobierno no tiene por qué cargar con un partido que a la hora buena se quebró.
4.- Mancera deberá estar muy atento a la suerte de los independientes que van a gobernar, como el "Bronco" Rodríguez de Nuevo León, y al surgimiento de nuevos actores políticos sin partido. Aunque llegó al GDF con una alianza de tres partidos, Mancera puede presumir de ser el primer ciudadano que gobierna una gran Ciudad, de hecho, la mayor Ciudad de nuestro país, sin militar en ningún instituto político. Bastantes analistas y hasta los independientes como el "Bronco" y Clouthier, consideran al alcalde electo de Guadalajara, Enrique Alfaro, como uno de ellos, es decir, un independiente que por necesidad tuvo que recurrir al registro de un partido. Pues bien, es el caso de Mancera. No milita en el PRD, no se va a afiliar al perredismo, no participa en Morena, nada tiene que ver con Movimiento Ciudadano y el desaparecido Partido del Trabajo, menos todavía ha colaborado con el PAN el PRI o el Partido Verde. El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México es un ciudadano sin partido, como el "Bronco", sí. Por lo tanto, si en una próxima convención de políticos independientes el "Bronco", Clouthier, Alfaro y Lorenia Canavati invitan a Mancera a dar una charla, cumplirá con el requisito básico de no tener partido. Ojo, esto de que Mancera sea independiente es algo de lo más relevante para él.
5.- Mancera tendrá que analizar, uno a uno, a los integrantes de su gabinete. No está obligado a cambiarlos, pero tampoco a mantenerlos en sus cargos. Después de tres años parece sensato revisar el funcionamiento del equipo, y es lógico que ya esté en ello. Es una tarea que solo puede realizar, casi sin ayuda, el propio Mancera.
6.- Todo lo anterior le servirá a Mancera para plantear un nuevo tipo de relación con los actores más importantes de todos, los ciudadanos, que son finalmente a los que se debe, los que mandan.
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lunes, 29 de junio de 2015
Las nuevas relaciones de @ManceraMiguelMX con @EPN y @lopezobrador_
sábado, 3 de diciembre de 2011
La evidencia del inculto ante el error de @EPN
Muchas cosas suceden en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara. Muchas de ellas tan importantes, que trascienden, por obvias razones, hasta la prensa internacional.
El precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia de México, Enrique Peña Nieto, fue uno de tantos invitados como conferencistas en dicho evento. Quizá por distraído o quizá por o haber hecho menos el evento al que asistía, aseguró que el escritor mexicano Enrique Krauze era el autor de La silla del águila, novela escrita en 2003 por el también mexicano y Premio Cervantes de Literatura, Carlos Fuentes. Tremendo error que deja ver lo poco letrado que este personaje es.
“Leí algo que seguramente en mi vocación por la política alentaba ese espíritu. Fueron varios libros, algunos, La silla del águila, de Krauze”, dijo en conferencia de prensa como respuesta a la pregunta de cuáles libros habían marcado su vida.
Horas después de su conferencia, a través de la red social Twitter, Peña Nieto admitió el error: "La Presidencia Imperial de E Krauze y La Silla del Águila de C Fuentes, dos libros que disfruté leer y hoy confundí. Se los recomiendo". Como diríamos muchos a la mexicana, "¡Ya para qué!
En la conferencia de prensa, durante más de cinco minutos, Peña Nieto intentó recordar nombres de libros, de autores, pero no lo logró y tuvo que pedir ayuda de la gente presente en el salón donde se llevó a cabo la conferencia, para que le ayudarán a recordar. Ni cómo salirse del problema en ese momento.
“La verdad es que cuando leo libros, me pasa que luego no registro del todo el título, me centro más en la lectura, pero más o menos te da una idea de los libros que he leído”, ofreció como excusa al reportero.
Enrique Peña Nieto insistió con la obra de Krauze: “Hay otro libro de él mismo que quiero recordar el nombre, sobre caudillos, no recuerdo el título exacto… ¿eh?”, intentaba escuchar a quienes lo orientaban sobre el título, pero al no acertar optó por describir lo que en ese libro leyó.
Enrique Krauze recibió en 1976 el Premio Magda Donato, por su libro Caudillos culturales en la Revolución mexicana y ha dedicado gran parte de su obra a hablar sobre la historia de México.
Peña Nieto no lograba salir del problema en el que ya estaba metido, entonces intentó traer a la mente un libro más de Krauze.
“…de ahí incluso la antítesis de ese libro, las mentiras donde habla de la mentira sobre… (ríe nervioso), me quiero acordar del título del libro… ahí la dejamos en La silla del águila, aquí hay unos que leen más, deben acordarse más cuál es…”, dijo al pedir ayuda.
Los asistentes a la conferencia de prensa entre los que se encontraban decenas de reporteros y colaboradores de Peña Nieto, intentaban ayudarlo pero ante los escasos datos que ofrecía el precandidato no lograban hilar una obra completa. ¡Qué vergüenza! Estos son los políticos mexicanos que aspiran gobernar el país.
Y el asunto no terminó ahí. Peña Nieto aseguró que actualmente lee La inoportuna muerte del presidente, aunque volvió a dudar sobre el título: “...que no he terminado de leer, pero… sí se llama así, ¿no?”.
“…sí, cómo no, La inoportuna muerte del presidente, alguien recuérdeme quién es el autor, porque debería señalarlo… ¿cómo?...” Algunos de los asistentes dijeron nombres pero el precandidato no alcanzó a escuchar. “¿Cómo?, ¿Tomás?, ¿Tomasino?”, intentó acertar sin lograrlo. Ni cómo ayudarlo.
Alfredo Acle Tomasini es el autor de la obra a la que hacía referencia Peña Nieto, en la que el escritor narra la ambición de varios políticos por disputarse el botín de poder, tras la supuesta muerte del presidente ocurrida en la residencia oficial de Los Pinos.
Triste pensar en el destino que pudiera tener una nación si es a este tipo de personajes a quienes confiamos las decisiones que nos dan rumbo. Más pláticas de estas son las que necesitamos de estos políticos de imagen fabricada que poco o nada aportan para los serios problemas por los que atraviesa nuestro país. Debemos hacer conciencia de que el camino correcto no será a través de ellos. Lo triste de esto es que en nuestra clase política abundan personajes como este, incultos, y aquí con la diferencia de que Peña Nieto lleva la ventaja para las próximas presidenciales del 2012.
El precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia de México, Enrique Peña Nieto, fue uno de tantos invitados como conferencistas en dicho evento. Quizá por distraído o quizá por o haber hecho menos el evento al que asistía, aseguró que el escritor mexicano Enrique Krauze era el autor de La silla del águila, novela escrita en 2003 por el también mexicano y Premio Cervantes de Literatura, Carlos Fuentes. Tremendo error que deja ver lo poco letrado que este personaje es.
“Leí algo que seguramente en mi vocación por la política alentaba ese espíritu. Fueron varios libros, algunos, La silla del águila, de Krauze”, dijo en conferencia de prensa como respuesta a la pregunta de cuáles libros habían marcado su vida.
Horas después de su conferencia, a través de la red social Twitter, Peña Nieto admitió el error: "La Presidencia Imperial de E Krauze y La Silla del Águila de C Fuentes, dos libros que disfruté leer y hoy confundí. Se los recomiendo". Como diríamos muchos a la mexicana, "¡Ya para qué!
En la conferencia de prensa, durante más de cinco minutos, Peña Nieto intentó recordar nombres de libros, de autores, pero no lo logró y tuvo que pedir ayuda de la gente presente en el salón donde se llevó a cabo la conferencia, para que le ayudarán a recordar. Ni cómo salirse del problema en ese momento.
“La verdad es que cuando leo libros, me pasa que luego no registro del todo el título, me centro más en la lectura, pero más o menos te da una idea de los libros que he leído”, ofreció como excusa al reportero.
Enrique Peña Nieto insistió con la obra de Krauze: “Hay otro libro de él mismo que quiero recordar el nombre, sobre caudillos, no recuerdo el título exacto… ¿eh?”, intentaba escuchar a quienes lo orientaban sobre el título, pero al no acertar optó por describir lo que en ese libro leyó.
Enrique Krauze recibió en 1976 el Premio Magda Donato, por su libro Caudillos culturales en la Revolución mexicana y ha dedicado gran parte de su obra a hablar sobre la historia de México.
Peña Nieto no lograba salir del problema en el que ya estaba metido, entonces intentó traer a la mente un libro más de Krauze.
“…de ahí incluso la antítesis de ese libro, las mentiras donde habla de la mentira sobre… (ríe nervioso), me quiero acordar del título del libro… ahí la dejamos en La silla del águila, aquí hay unos que leen más, deben acordarse más cuál es…”, dijo al pedir ayuda.
Los asistentes a la conferencia de prensa entre los que se encontraban decenas de reporteros y colaboradores de Peña Nieto, intentaban ayudarlo pero ante los escasos datos que ofrecía el precandidato no lograban hilar una obra completa. ¡Qué vergüenza! Estos son los políticos mexicanos que aspiran gobernar el país.
Y el asunto no terminó ahí. Peña Nieto aseguró que actualmente lee La inoportuna muerte del presidente, aunque volvió a dudar sobre el título: “...que no he terminado de leer, pero… sí se llama así, ¿no?”.
“…sí, cómo no, La inoportuna muerte del presidente, alguien recuérdeme quién es el autor, porque debería señalarlo… ¿cómo?...” Algunos de los asistentes dijeron nombres pero el precandidato no alcanzó a escuchar. “¿Cómo?, ¿Tomás?, ¿Tomasino?”, intentó acertar sin lograrlo. Ni cómo ayudarlo.
Alfredo Acle Tomasini es el autor de la obra a la que hacía referencia Peña Nieto, en la que el escritor narra la ambición de varios políticos por disputarse el botín de poder, tras la supuesta muerte del presidente ocurrida en la residencia oficial de Los Pinos.
Triste pensar en el destino que pudiera tener una nación si es a este tipo de personajes a quienes confiamos las decisiones que nos dan rumbo. Más pláticas de estas son las que necesitamos de estos políticos de imagen fabricada que poco o nada aportan para los serios problemas por los que atraviesa nuestro país. Debemos hacer conciencia de que el camino correcto no será a través de ellos. Lo triste de esto es que en nuestra clase política abundan personajes como este, incultos, y aquí con la diferencia de que Peña Nieto lleva la ventaja para las próximas presidenciales del 2012.
domingo, 13 de noviembre de 2011
Michocacán: El PRD de derrota en derrota
No hace mucho, el PRD perdió Zacatecas. Por el mal gobierno de Amalia García, sí, pero también por la división en la izquierda. El PT, que apoyó al hermano del exgobernador Ricardo Monreal, no hizo ninguna clase de alianza con el Partido de la Revolución Democrática. Sí la hizo Convergencia, que hoy se llama Movimiento Ciudadano, pero no fue suficiente para derrotar al PRI. Y, así, casi como una consecuencia natural, la izquierda entregó el poder al priismo en ese estado después de dos sexenios consecutivos de haberlo mantenido.
En Baja California Sur ocurrió exactamente lo mismo. También por culpa del mal gobierno que hizo la izquierda, pero sobre todo porque acudió a las últimas elecciones de gobernador dividida. La división la llevó a la derrota. Ahora fue Movimiento Ciudadano el partido que no participó plenamente en la alianza izquierdista. Como en Zacatecas, la izquierda cedió el poder, al PAN por cierto, después de dos sexenios consecutivos de haberlo conservado.
Hoy domingo, en Michoacán, aunque los partidos de izquierda se han mantenido formalmente unidos, perderán. Después de dos sexenios de haber tenido el poder, lo entregarán, probablemente al PAN, cuya candidata, “Cocoa”, es hermana de Felipe Calderón. ¿Por qué perderá la izquierda en tierras michoacanas si hubo unidad de los tres partidos, esto es, el PRD, el PT y Movimiento CIudadano? Porque en el plano nacional, por más que las palabras de Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubón digan otra cosa, no hay unidad. La disputa por la candidatura presidencial, que se supone se resolverá en estos días cuando se conozcan los resultados de las encuestas, ha dañado de más al perredismo. Y se reflejará, con una aplastante derrota, en Michoacán.
Hay en eso una lección para la contienda por la jefatura de gobierno en el Distrito Federal. Si el PRD, el PT y Movimiento Ciudadano eligen a su candidato en negociaciones que privilegien los intereses de sus líderes, sin considerar la verdadera popularidad de los aspirantes, que es el único factor que puede mantener la unidad, perderán la Ciudad de México. ¡Después de tres sexenios de haberla gobernado!
Es el reto de la izquierda en el DF: elegir como su candidato, o candidata, a la persona que mejor posicionada esté. Ojalá no se equivoquen sus dirigentes.
En Baja California Sur ocurrió exactamente lo mismo. También por culpa del mal gobierno que hizo la izquierda, pero sobre todo porque acudió a las últimas elecciones de gobernador dividida. La división la llevó a la derrota. Ahora fue Movimiento Ciudadano el partido que no participó plenamente en la alianza izquierdista. Como en Zacatecas, la izquierda cedió el poder, al PAN por cierto, después de dos sexenios consecutivos de haberlo conservado.
Hoy domingo, en Michoacán, aunque los partidos de izquierda se han mantenido formalmente unidos, perderán. Después de dos sexenios de haber tenido el poder, lo entregarán, probablemente al PAN, cuya candidata, “Cocoa”, es hermana de Felipe Calderón. ¿Por qué perderá la izquierda en tierras michoacanas si hubo unidad de los tres partidos, esto es, el PRD, el PT y Movimiento CIudadano? Porque en el plano nacional, por más que las palabras de Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubón digan otra cosa, no hay unidad. La disputa por la candidatura presidencial, que se supone se resolverá en estos días cuando se conozcan los resultados de las encuestas, ha dañado de más al perredismo. Y se reflejará, con una aplastante derrota, en Michoacán.
Hay en eso una lección para la contienda por la jefatura de gobierno en el Distrito Federal. Si el PRD, el PT y Movimiento Ciudadano eligen a su candidato en negociaciones que privilegien los intereses de sus líderes, sin considerar la verdadera popularidad de los aspirantes, que es el único factor que puede mantener la unidad, perderán la Ciudad de México. ¡Después de tres sexenios de haberla gobernado!
Es el reto de la izquierda en el DF: elegir como su candidato, o candidata, a la persona que mejor posicionada esté. Ojalá no se equivoquen sus dirigentes.
sábado, 8 de octubre de 2011
PRI: del plato a lo boca
Hoy el PRI tuvo una de esas reuniones fastuosas. Dos fueron las notas destacadas del evento. La primera, la foto que se tomaron sonriendo y saludando Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones. La segunda, lo que dijo Moreira de que el PRI va a ganar de todas a todas.
Los priistas ya están de fiesta, ya se sienten de nuevo en el máximo poder en México. Qué felicidad la de ellos. Ya se sienten en donde estuvieron 70 años: manejándolo todo. Terrible cosa, de horror. Porque es una película de espanto el regreso del PRI. Pero, como suele ocurrir, del plato a la boca se cae la sopa. Y es que no han terminado de arreglarse Peña Nieto y Beltrones. Así que cualquier cosa podría pasar entre ellos, sobre todo que el segundo con guerra sucia descarrile al primero. Y si Beltrones hace público lo que se supone tiene contra Peña Nieto, pues adiós PRI.
Nada hay más falso que las sonrisas de los políticos cuando se saludan y abrazan en público. Así que detrás de tanta cordialidad entre ellos seguramente se esconde el veneno con el que van a tratar de arrebatarse la candidatura el uno al otro. Habrá que esperar todavía para ver si son capaces de disciplinarse o si van a hacer lo que ya Madrazo le hizo a Montiel: apuñalarlo. Y bueno, está el otro problema que daña tanto al PRI ahora: la debilidad de Moreira. Ya todo el mundo da por muerto a Moreira. Es decir, lo ven ya fuera de la presidencia nacional del PRI. Y si Moreira se va por el problema de la deuda de Coahuila, pues el PRI pagará los platos rotos.
Creo que los priistas hacen mal al celebrar muy anticipadamente una victoria que todavía no consiguen.
La prudencia tendría que aconsejarles ser más discretos a la hora de expresar sus emociones.
Los priistas ya están de fiesta, ya se sienten de nuevo en el máximo poder en México. Qué felicidad la de ellos. Ya se sienten en donde estuvieron 70 años: manejándolo todo. Terrible cosa, de horror. Porque es una película de espanto el regreso del PRI. Pero, como suele ocurrir, del plato a la boca se cae la sopa. Y es que no han terminado de arreglarse Peña Nieto y Beltrones. Así que cualquier cosa podría pasar entre ellos, sobre todo que el segundo con guerra sucia descarrile al primero. Y si Beltrones hace público lo que se supone tiene contra Peña Nieto, pues adiós PRI.
Nada hay más falso que las sonrisas de los políticos cuando se saludan y abrazan en público. Así que detrás de tanta cordialidad entre ellos seguramente se esconde el veneno con el que van a tratar de arrebatarse la candidatura el uno al otro. Habrá que esperar todavía para ver si son capaces de disciplinarse o si van a hacer lo que ya Madrazo le hizo a Montiel: apuñalarlo. Y bueno, está el otro problema que daña tanto al PRI ahora: la debilidad de Moreira. Ya todo el mundo da por muerto a Moreira. Es decir, lo ven ya fuera de la presidencia nacional del PRI. Y si Moreira se va por el problema de la deuda de Coahuila, pues el PRI pagará los platos rotos.
Creo que los priistas hacen mal al celebrar muy anticipadamente una victoria que todavía no consiguen.
La prudencia tendría que aconsejarles ser más discretos a la hora de expresar sus emociones.
martes, 27 de septiembre de 2011
Una encuesta rumbo al GDF 2012
En la encuesta que he estado analizando, patrocinada por una gran empresa mexicana, la priista Beatriz Paredes encabeza las preferencias electorales rumbo al GDF con el 15.52%, seguida de la perredista Alejandra Barrales con el 11.34% y del panista Demetrio Sodi con el 9.17%.
Diré ahora cómo están los niveles de popularidad de los aspirantes a la jefatura de gobierno del Distrito Federal partido por partido.
Empezaré por el DIA (PRD - PT - Movimiento Ciudadano), que sigue siendo el líder, aunque sin considerar a los partidos la precandidata más aceptada en este momento por la población sea una priista.
Entre los militantes o simpatizantes del DIA:
1.- Alejandra Barrales tiene el 14.64% de las preferencias
2.- Carlos Navarrete tiene el 9.78%
3.- Miguel Ángel Mancera tiene el 8.76%
4.- Martí Batres tiene el 7.52%
5.- Joel Ortega tiene el 6.90%
6.- Mario Delgado tiene el 6.18%
7.- Juan Ramón de la Fuente tiene el 4.13%
8.- Clara Brugada tiene el 3.89%
9.- Dolores Padierna tiene el 3.82%
El porcentaje de las personas que simpatizan o militan con la izquierda pero que aún no deciden a quién apoyarían es de 18.74%.
En el PRI la situación es la siguiente:
1.- Beatriz Paredes tiene el 46.33% de las preferencias
2.- María de los Ángeles Moreno tiene el 14.80%
3.- Sebastián Lerdo de Tejada tiene el 8.72%
4.- Cuahutémoc Gutiérrez tiene el 5.11%
5.- René Arce tiene el 3.92%
6.- Jorge Schiaffino tiene el 1.88%
El 15.45% de los priistas aún no sabe a qué candidato daría su voto.
Y en el PAN:
1.- Demetrio Sodi tiene el 23.57% de las preferencias
2.- Gabriela Cuevas tiene el 14.20%
3.- Carlos Orvañanos tiene el 10.03%
4.- Mariana Gómez del Campo tiene el 9.98%
5.- José Luis Luege tiene el 8.22%
6.- Federico Döring tiene el 3.61%
7.- Obdulio Ávila tiene el 2.07%
El porcentaje de simpatizantes o militantes panistas que aún no sabe por quién votaría es de 24.19%.
Quisiera recordar que este estudio se aplicó durante la primera semana de septiembre, es decir, antes de que Marcelo Ebrard despidiera a Martí Batres de la Secretaría de Desarrollo Social del DF, antes también de que Ebrard le organizara un mega acarreo a Mario Delgado para "destaparlo", por lo que cualquier cosa podría pasar.
Lo anterior no significa que Batres y Delgado necesariamente van a crecer en los sondeos. El primero no ha dejado de ser polémico durante todo el año y al segundo han sobrado apoyos de parte de Ebrard, y no han podido acercarse a los líderes (Paredes, Barrales y Sodi), que siguen consolidando su ventaja.
Sea como fuera, habrá que estar al pendiente de los próximos estudios.
Diré ahora cómo están los niveles de popularidad de los aspirantes a la jefatura de gobierno del Distrito Federal partido por partido.
Empezaré por el DIA (PRD - PT - Movimiento Ciudadano), que sigue siendo el líder, aunque sin considerar a los partidos la precandidata más aceptada en este momento por la población sea una priista.
Entre los militantes o simpatizantes del DIA:
1.- Alejandra Barrales tiene el 14.64% de las preferencias
2.- Carlos Navarrete tiene el 9.78%
3.- Miguel Ángel Mancera tiene el 8.76%
4.- Martí Batres tiene el 7.52%
5.- Joel Ortega tiene el 6.90%
6.- Mario Delgado tiene el 6.18%
7.- Juan Ramón de la Fuente tiene el 4.13%
8.- Clara Brugada tiene el 3.89%
9.- Dolores Padierna tiene el 3.82%
El porcentaje de las personas que simpatizan o militan con la izquierda pero que aún no deciden a quién apoyarían es de 18.74%.
En el PRI la situación es la siguiente:
1.- Beatriz Paredes tiene el 46.33% de las preferencias
2.- María de los Ángeles Moreno tiene el 14.80%
3.- Sebastián Lerdo de Tejada tiene el 8.72%
4.- Cuahutémoc Gutiérrez tiene el 5.11%
5.- René Arce tiene el 3.92%
6.- Jorge Schiaffino tiene el 1.88%
El 15.45% de los priistas aún no sabe a qué candidato daría su voto.
Y en el PAN:
1.- Demetrio Sodi tiene el 23.57% de las preferencias
2.- Gabriela Cuevas tiene el 14.20%
3.- Carlos Orvañanos tiene el 10.03%
4.- Mariana Gómez del Campo tiene el 9.98%
5.- José Luis Luege tiene el 8.22%
6.- Federico Döring tiene el 3.61%
7.- Obdulio Ávila tiene el 2.07%
El porcentaje de simpatizantes o militantes panistas que aún no sabe por quién votaría es de 24.19%.
Quisiera recordar que este estudio se aplicó durante la primera semana de septiembre, es decir, antes de que Marcelo Ebrard despidiera a Martí Batres de la Secretaría de Desarrollo Social del DF, antes también de que Ebrard le organizara un mega acarreo a Mario Delgado para "destaparlo", por lo que cualquier cosa podría pasar.
Lo anterior no significa que Batres y Delgado necesariamente van a crecer en los sondeos. El primero no ha dejado de ser polémico durante todo el año y al segundo han sobrado apoyos de parte de Ebrard, y no han podido acercarse a los líderes (Paredes, Barrales y Sodi), que siguen consolidando su ventaja.
Sea como fuera, habrá que estar al pendiente de los próximos estudios.
jueves, 8 de septiembre de 2011
Rémora Larrazábal, Lastre Moreira, Estorbo Bejarano
He ahí los grandes pasivos en las contabilidades electorales de nuestros tres principales partidos políticos.
Leo en el diccionario de la Real Academia Española que rémora es “una cosa que detiene, embarga o suspende”.
Eso es, ni más ni menos, Fernando Larrazábal para el PAN. Porque, no hay duda, cuánto daña al PAN el presidente municipal de Monterrey, sobre todo debido a que, en mala hora, Felipe Calderón le pidió que coordinara, en Nuevo León, la precampaña presidencial del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero.
Por lo anterior a los líderes de Acción Nacional les urge que Larrazábal deje su cargo. El cínico alcalde lo sabe, y no puede tener la menor duda de que, sin el apoyo de su partido, está perdido. Pero, provocando males mayores, insiste en recurrir a trucos baratos como el de una “consulta” para ver si logra, a última hora, salvar el pellejo.
Buena parte de la suerte electoral de Acción Nacional antes del arranque formal de los comicios presidenciales dependerá de la velocidad con que los albiazules se deshagan de esa rémora.
En el PRI, por su parte, si bien el escándalo de Larrazábal y el Casino Royale le ha quitado atención al gran lastre tricolor, Humberto Moreira, en cualquier momento resurgirá el escándalo financiero provocado por la enorme deuda que este exgobernador de Coahuila dejó y que pudo consolidar porque engañó por igual a la Secretaría de Hacienda, a las agencias calificadoras y a los bancos.
El actual presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional tendrá que renunciar si no quiere disminuir él mismo las posibilidades electorales de quien, con certeza, será el candidato presidencial del priismo, Enrique Peña Nieto. Porque, evidentemente, si es grave la corrupción del alcalde de Monterrey, lo realizado por Moreira hasta podría ser peor ya que comprometió, durante generaciones, el erario coahuilense, lo que hizo, insisto, con engaños, de mala fe, tramposamente.
El PRD también tiene a su estorbo, el poderosísimo líder social capitalino René Bejarano, del que dependen las movilizaciones masivas en la Ciudad de México.
Nadie en el perredismo se atreve a ir contra Bejarano, o contra su esposa, Dolores Padierna, porque son los que manejan, evidentemente con métodos poco democráticos, a los grupos populares que representan la principal reserva de votos de la izquierda mexicana.
Pero si Bejarano da algunos cientos de miles de sufragios en el Distrito Federal, quita muchos más a nivel nacional por causa de los videoescándalos de 2004 en los que a él se le descubrió recibiendo fuertes cantidades de dinero en efectivo de parte del impresentable empresario de origen argentino Carlos Ahumada.
Lo triste para el PRD es que si, por una parte, en el PAN ya están exigiendo la renuncia de Larrazábal, y si en el PRI no se dudará en echar a Moreira si este llega a convertirse en un obstáculo mayor para Peña Nieto, no hay nadie capaz en el perredismo de hacer a un lado a Bejarano quien no solo controla, a través de su esposa, la segunda posición más importante en el Partido de la Revolución Democrática, sino que está buscando quedarse, a través de Laura Velázquez, con el GDF.
miércoles, 13 de julio de 2011
Tres mujeres por el DF, ojalá
No sé si alguna vez, en la historia de México, tres mujeres han competido en la misma elección por un cargo de primer nivel.
Seguramente nunca ha ocurrido así, y es una pena. Pero, con algo de suerte y si las circunstancias se siguen acomodando, eso podría pasar el próximo año en los comicios para jefe de gobierno en el Distrito Federal. Sería una gran cosa para nuestra ciudad que ya ha dado muestras de su avanzada cultura política con la autorización de que se realicen matrimonios entre personas del mismo sexo y con la aprobación de la interrupción legal del embarazo. Veamos quiénes son y qué posibilidades tienen de triunfo tres mujeres profesionales de la política de los tres principales partidos, PAN, PRD y PRI.
En el Distrito Federal el PAN tiene todavía menos presencia que en el Estado de México. Por lo tanto, si el partido blanquiazul compitió en las elecciones mexiquenses con un candidato de relleno como Luis Felipe Bravo Mena, lo mismo podría hacer, en 2012, en la capital del país. No sería nada raro, pues, que el panismo, ante la certeza de la derrota, decidiera entregar la candidatura a la jefatura de gobierno del DF a una mujer como Mariana Gómez del Campo, sin posibilidades actualmente, pero que, en opinión del matrimonio integrado por Felipe Calderón y Margarita Zavala, podría crecer en el futuro. ¿Por qué la pareja Calderón-Zavala confía en Gómez del Campo? Pues nada más porque Mariana es prima de Margarita, por ninguna otra razón. Mariana Gómez del Campo, que presidió a su partido en el Distrito Federal y que ahora es diputada en la Asamblea Legislativa, tiene grandes posibilidades de ser la candidata panista a jefa de gobierno. Pero hasta ahí. Porque, de plano, son nulas sus posibilidades, no solo de alcanzar la victoria, sino inclusive de quedar en segundo lugar. El PRD no está lejos de nominar como su candidata a jefa de gobierno del Distrito Federal a una mujer, Alejandra Barrales, que encabeza todas las encuestas. La trayectoria de esta es mucho más amplia y destacada que la de Mariana Gómez del Campo. Barrales ha presidido a su partido en el DF, es diputada en la Asamblea Legislativa, en la que dirige la Comisión de Gobierno. Antes fue secretaria de Desarrollo Social en al gobierno de Michoacán, con Lázaro Cárdenas Batel, y Marcelo Ebrard la nombró secretaria de Turismo en el gobierno del Distrito Federal. Pero lo más importante que ha hecho ocurrió lejos de la política partidista y de la burocracia. Alejandra Barrales, desde muy joven, ha sido luchadora social. A los 22 años de edad se convirtió en secretaria general del Sindicato de Sobrecargos de México, en el que desarrolló tan buen papel que fue nombrada secretaria general de la Federación de Sindicatos de Empresas de Bienes y Servicios y, también, vicepresidenta de Asuntos Políticos de la Unión Nacional de Trabajadores. No sería raro que lograra la candidatura del PRD, y de los otros partidos de izquierda (PT y Convergencia), a la jefatura de gobierno del Distrito Federal. Y sería, sin duda, una candidata fuerte con posibilidades reales de alcanzar la victoria.
El problema para Barrales sería enfrentar a la priista Beatriz Paredes, experimentadísima política. Mujer culta y aun progresista, Paredes fue presidenta nacional del PRI, gobernadora de Tlaxcala, ha sido diputada varias veces, ha ocupado cargos importantes en la administración federal, ha sido embajadora, líder de la CNC, ha sido todo, pues, en el sistema priista. Buscará ser candidata a la jefatura de gobierno del DF porque, se supone, Enrique Peña Nieto es inalcanzable. Pero si Peña Nieto por cualquier razón se cayera, Beatriz Paredes disputaría al senador Manlio Fabio Beltrones la candidatura presidencial del PRI. Así de importante es la señora Paredes, a la que no conozco y en la que no confío (difícil para mí es confiar en gente priista), pero a la que concedo con objetividad analítica méritos de primer orden. Por eso, ella ha crecido mucho en las encuestas y si fuera candidata al DF podría, tal vez, empezar la contienda mejor ubicada en las encuestas de preferencias electorales que la candidata del PRD, el único partido que ha gobernado a la capital de México desde que aquí se elige a su gobernante.
Seguramente nunca ha ocurrido así, y es una pena. Pero, con algo de suerte y si las circunstancias se siguen acomodando, eso podría pasar el próximo año en los comicios para jefe de gobierno en el Distrito Federal. Sería una gran cosa para nuestra ciudad que ya ha dado muestras de su avanzada cultura política con la autorización de que se realicen matrimonios entre personas del mismo sexo y con la aprobación de la interrupción legal del embarazo. Veamos quiénes son y qué posibilidades tienen de triunfo tres mujeres profesionales de la política de los tres principales partidos, PAN, PRD y PRI.
En el Distrito Federal el PAN tiene todavía menos presencia que en el Estado de México. Por lo tanto, si el partido blanquiazul compitió en las elecciones mexiquenses con un candidato de relleno como Luis Felipe Bravo Mena, lo mismo podría hacer, en 2012, en la capital del país. No sería nada raro, pues, que el panismo, ante la certeza de la derrota, decidiera entregar la candidatura a la jefatura de gobierno del DF a una mujer como Mariana Gómez del Campo, sin posibilidades actualmente, pero que, en opinión del matrimonio integrado por Felipe Calderón y Margarita Zavala, podría crecer en el futuro. ¿Por qué la pareja Calderón-Zavala confía en Gómez del Campo? Pues nada más porque Mariana es prima de Margarita, por ninguna otra razón. Mariana Gómez del Campo, que presidió a su partido en el Distrito Federal y que ahora es diputada en la Asamblea Legislativa, tiene grandes posibilidades de ser la candidata panista a jefa de gobierno. Pero hasta ahí. Porque, de plano, son nulas sus posibilidades, no solo de alcanzar la victoria, sino inclusive de quedar en segundo lugar. El PRD no está lejos de nominar como su candidata a jefa de gobierno del Distrito Federal a una mujer, Alejandra Barrales, que encabeza todas las encuestas. La trayectoria de esta es mucho más amplia y destacada que la de Mariana Gómez del Campo. Barrales ha presidido a su partido en el DF, es diputada en la Asamblea Legislativa, en la que dirige la Comisión de Gobierno. Antes fue secretaria de Desarrollo Social en al gobierno de Michoacán, con Lázaro Cárdenas Batel, y Marcelo Ebrard la nombró secretaria de Turismo en el gobierno del Distrito Federal. Pero lo más importante que ha hecho ocurrió lejos de la política partidista y de la burocracia. Alejandra Barrales, desde muy joven, ha sido luchadora social. A los 22 años de edad se convirtió en secretaria general del Sindicato de Sobrecargos de México, en el que desarrolló tan buen papel que fue nombrada secretaria general de la Federación de Sindicatos de Empresas de Bienes y Servicios y, también, vicepresidenta de Asuntos Políticos de la Unión Nacional de Trabajadores. No sería raro que lograra la candidatura del PRD, y de los otros partidos de izquierda (PT y Convergencia), a la jefatura de gobierno del Distrito Federal. Y sería, sin duda, una candidata fuerte con posibilidades reales de alcanzar la victoria.
El problema para Barrales sería enfrentar a la priista Beatriz Paredes, experimentadísima política. Mujer culta y aun progresista, Paredes fue presidenta nacional del PRI, gobernadora de Tlaxcala, ha sido diputada varias veces, ha ocupado cargos importantes en la administración federal, ha sido embajadora, líder de la CNC, ha sido todo, pues, en el sistema priista. Buscará ser candidata a la jefatura de gobierno del DF porque, se supone, Enrique Peña Nieto es inalcanzable. Pero si Peña Nieto por cualquier razón se cayera, Beatriz Paredes disputaría al senador Manlio Fabio Beltrones la candidatura presidencial del PRI. Así de importante es la señora Paredes, a la que no conozco y en la que no confío (difícil para mí es confiar en gente priista), pero a la que concedo con objetividad analítica méritos de primer orden. Por eso, ella ha crecido mucho en las encuestas y si fuera candidata al DF podría, tal vez, empezar la contienda mejor ubicada en las encuestas de preferencias electorales que la candidata del PRD, el único partido que ha gobernado a la capital de México desde que aquí se elige a su gobernante.
jueves, 7 de julio de 2011
Lo que debe hacer Andrés Manuel
Desde luego, Andrés Manuel López Obrador no tiene la culpa del triunfo priista del domingo pasado. Ni es tampoco el gran derrotado en los comicios de este año. Eso solo lo pueden afirmar la propaganda panista, los integrantes del equipo de Marcelo Ebrard y los chuchos del PRD. Si hubiese que hablar de un perdedor, ese "privilegio" le correspondería a Felipe Calderón cuyo partido quedó en un tristísimo tercer lugar en el Estado de México, algo que muy bien pudiera interpretarse como un voto de castigo al mal desempeño del gobierno federal.
De hecho, la gran crisis política que se ha presentado en México después de las elecciones de 2011, el enfrentamiento entre Elba Esther Gordillo y Miguel Ángel Yunes viene a darle la razón a López Obrador en su rechazo a las alianzas. Queda claro luego de las acusaciones que Gordillo y Yunes se han lanzado, que el PRI y el PAN son grupos en pugna de la misma mafia política, corrupta, autoritaria y muy poco interesada en el bienestar de los ciudadanos.
Está claro que una izquierda que se respete y que aspire a gobernar basada en principios y no en intereses no puede pactar con un partido como el PAN que tiene entre sus filas a alguien como el señor Yunes, miembro destacadísimo que ha llegado a acuerdos para formar gobierno con alguien como Elba Esther Gordillo.
Muy bien, la izquierda debe ir sola a las elecciones de 2012. Convencida estoy de que López Obrador será el candidato presidencial de los partidos de izquierda el próximo año. La pregunta que me hago, y que se hace mucha gente, es la de cómo podrá Andrés Manuel obtener el 10% de votos que le hacen falta para ser competitivo frente al poderosísimo PRI.
La respuesta que me doy a la anterior pregunta creo que es muy sencilla: un cambio profundo en la estrategia lopezobradorista. Hablo de algo mucho más elaborado que cambiar el discurso, reunirse con empresarios y mejorar sus propuestas de gobierno.
López Obrador ya ha cambiado su discurso, y qué bueno. Pero no es suficiente. Andrés Manuel tiene tiempo reuniéndose con empresarios, y le ha ido muy bien con ellos. Pero no es suficiente. Andrés Manuel es el único que ha presentado un programa de gobierno en el que han participado muy importantes académicos e intelectuales mexicanos. Pero no es suficiente. AMLO necesita, en mi opinión, para superar la campaña de desprestigio en su contra que lleva ya varios años, ir a una gran alianza.
Pienso en una alianza política, sí. En una alianza electoral, sin duda. En una alianza con instituciones y ciudadanos que no piensen como Andrés Manuel y sus seguidores. En una alianza con los que son diferentes. Pero no me estoy refiriendo a una alianza con partidos políticos, como el PAN, evidentemente dominados por burocracias que responden más a intereses que a principios.
La alianza que con urgencia debe buscar López Obrador, si quiere llegar al 2012 con posibilidades de triunfo, es con las clases medias y con sus líderes morales. No hablo de líderes religiosos, o no necesariamente. Hablo de todos esos personajes que son escuchados y respetados en las escuelas, las universidades, las cámaras empresariales, los clubes deportivos, las asociaciones profesionales, etc.
Andrés Manuel debe identificar a esos líderes, en su equipo sobra gente capaz de hacerlo, buscarlos, dialogar con ellos, y comprometerse abiertamente a dos cosas: la primera, integrar a los líderes de las clases medias a su gobierno si gana las presidenciales; la segunda, que no habrá espacio en el gobierno de López Obrador ni para los izquierdistas con imagen de corruptos como René Bejarano ni para los radicales que no se han dado cuenta de la caída del muro de Berlín ni del fracaso al finalizar los 80 del siglo pasado del "socialismo real".
Para volverse creíble ante los líderes de las clases medias y antes de dialogar con ellos, López Obrador tiene que acercarse a izquierdistas prestigiados del extranjero como Lula, al mismo tiempo que sin complejos decir que ni se parece ni está de acuerdo con izquierdistas autoritarios y malos gobernantes como Hugo Chávez y los hermanos Castro de Cuba.
Si Andrés Manuel no hace algo como lo aquí planteado, que entiendo le generará fuertes críticas entre sus partidarios, no le veo muchas posibilidades de ganar en 2012, lo que no deja de ser una pena.
De hecho, la gran crisis política que se ha presentado en México después de las elecciones de 2011, el enfrentamiento entre Elba Esther Gordillo y Miguel Ángel Yunes viene a darle la razón a López Obrador en su rechazo a las alianzas. Queda claro luego de las acusaciones que Gordillo y Yunes se han lanzado, que el PRI y el PAN son grupos en pugna de la misma mafia política, corrupta, autoritaria y muy poco interesada en el bienestar de los ciudadanos.
Está claro que una izquierda que se respete y que aspire a gobernar basada en principios y no en intereses no puede pactar con un partido como el PAN que tiene entre sus filas a alguien como el señor Yunes, miembro destacadísimo que ha llegado a acuerdos para formar gobierno con alguien como Elba Esther Gordillo.
Muy bien, la izquierda debe ir sola a las elecciones de 2012. Convencida estoy de que López Obrador será el candidato presidencial de los partidos de izquierda el próximo año. La pregunta que me hago, y que se hace mucha gente, es la de cómo podrá Andrés Manuel obtener el 10% de votos que le hacen falta para ser competitivo frente al poderosísimo PRI.
La respuesta que me doy a la anterior pregunta creo que es muy sencilla: un cambio profundo en la estrategia lopezobradorista. Hablo de algo mucho más elaborado que cambiar el discurso, reunirse con empresarios y mejorar sus propuestas de gobierno.
López Obrador ya ha cambiado su discurso, y qué bueno. Pero no es suficiente. Andrés Manuel tiene tiempo reuniéndose con empresarios, y le ha ido muy bien con ellos. Pero no es suficiente. Andrés Manuel es el único que ha presentado un programa de gobierno en el que han participado muy importantes académicos e intelectuales mexicanos. Pero no es suficiente. AMLO necesita, en mi opinión, para superar la campaña de desprestigio en su contra que lleva ya varios años, ir a una gran alianza.
Pienso en una alianza política, sí. En una alianza electoral, sin duda. En una alianza con instituciones y ciudadanos que no piensen como Andrés Manuel y sus seguidores. En una alianza con los que son diferentes. Pero no me estoy refiriendo a una alianza con partidos políticos, como el PAN, evidentemente dominados por burocracias que responden más a intereses que a principios.
La alianza que con urgencia debe buscar López Obrador, si quiere llegar al 2012 con posibilidades de triunfo, es con las clases medias y con sus líderes morales. No hablo de líderes religiosos, o no necesariamente. Hablo de todos esos personajes que son escuchados y respetados en las escuelas, las universidades, las cámaras empresariales, los clubes deportivos, las asociaciones profesionales, etc.
Andrés Manuel debe identificar a esos líderes, en su equipo sobra gente capaz de hacerlo, buscarlos, dialogar con ellos, y comprometerse abiertamente a dos cosas: la primera, integrar a los líderes de las clases medias a su gobierno si gana las presidenciales; la segunda, que no habrá espacio en el gobierno de López Obrador ni para los izquierdistas con imagen de corruptos como René Bejarano ni para los radicales que no se han dado cuenta de la caída del muro de Berlín ni del fracaso al finalizar los 80 del siglo pasado del "socialismo real".
Para volverse creíble ante los líderes de las clases medias y antes de dialogar con ellos, López Obrador tiene que acercarse a izquierdistas prestigiados del extranjero como Lula, al mismo tiempo que sin complejos decir que ni se parece ni está de acuerdo con izquierdistas autoritarios y malos gobernantes como Hugo Chávez y los hermanos Castro de Cuba.
Si Andrés Manuel no hace algo como lo aquí planteado, que entiendo le generará fuertes críticas entre sus partidarios, no le veo muchas posibilidades de ganar en 2012, lo que no deja de ser una pena.
jueves, 16 de junio de 2011
El rector grillo
Una rápida revisión a Google buscando información sobre el rector de la UNAM, José Narro Robles da los siguientes resultados.
1.- “Narro elogia a Cordero por apoyo a la educación”.
2. “El rector de la UNAM inaugura muestra con la obra de Naranjo”.
3.- “José Narro y Peña Nieto inauguran Feria Libro del Palacio de Minería”.
4.- “José Narro y Marcelo Ebrard inauguran el Museo de la Mujer”.
5.- “Politizar la justicia, una mala decisión: afirma rector Narro”.
6.- “Visita Enrique Peña Nieto a José Narro Robles, rector de La UNAM”.
7.- “La principal víctima de la violencia son los jóvenes: Narro”.
9.- “Narro: sin seguridad no hay democracia”.
10. “Ortega, Narro y Ebrard presen ciaron el juego de Pumas"
En todo anda el rector de la UNAM. Espero, desde luego, que tanta actividad política le deje tiempo para atender los asuntos fundamentales, académicos y administrativos, de la querida universidad nacional.
Cuando Juan Ramón de la Fuente dejó la rectoría pensé en las clásicas buena y mala noticias: “La mala, que se iba un rector grillísimo que, precisamente por estar más dotado para la política que para la academia, había sacado adelante a la UNAM en una época turbulenta. La buena: que era imposible que a la UNAM llegara alguien más grillo que De la Fuente”.
Me equivoqué: Narro está más enviciado con la política que De la Fuente. Porque la política, no hay duda, es un vicio. Y el actual rector es, evidentemente, un caso clínico que requiere urgentemente de ayuda especializada para superar su adicción.
José Narro Robles, ciertamente, está enamorado de los titulares de los diarios y los noticiarios de radio y televisión. Pero no de todos los titulares, sino solo de aquellos en los que él aparece. Le encanta figurar. Por eso, en los juegos de los Pumas, el palco principal del estadio de la universidad se llena, invariablemente, de políticos y de periodistas conocidos.
Narro Robles siempre ha sido priista. Hasta ocupó cargos en los gobiernos emanados del PRI. Esto es importante entenderlo para comprender, a cabalidad, el comportamiento del rector. Es que, como una vez le escuché decir a quien fuera secretario particular de Luis Donaldo Colosio, Alfonso Durazo, el priismo no es una militancia ni una ideología, sino una cultura, ni más ni menos que la cultura de la grilla.
Por eso, José Narro es como es: un grillo urgido de atenderse en Grillos Anónimos porque, a juzgar por su última puntada, el suyo ya es un caso grave. Digo, invitar a Ebrard al palco de los Pumas, pasa, y hasta es lógico que el rector de la UNAM se junte con Peña Nieto, después de todo puntero en las encuestas. Pero, ¿elogiar a Ernesto Cordero, el secretario de Hacienda que quiere que seamos ricos con 6 mil pesos al mes? Con esto sí que, de plano, Narro rebasó todos los límites. Todos.
lunes, 13 de junio de 2011
Edomex: La derrota de las redes sociales
Hace un año, cuando ni siquiera estaban definidos los candidatos al gobierno del Estado de México de las tres principales fuerzas políticas nacionales, era un lugar común en la prensa la tesis de que las elecciones mexiquenses iban a ser muy importantes por tres razones:
(1) Porque se trata de la entidad más poblada y económicamente importante del país.
(2) Porque tales comicios iban a ser un ensayo de las presidenciales de 2012.
(3) Porque iba a ser la contienda electoral de las redes sociales,
La importancia demográfica y económica del Estado de México no ha disminuido en un año, y tal vez hasta ha aumentado, pero si el proceso electoral en marcha es un ensayo de 2012, pues, no hay duda, qué insípidos comicios presidenciales conoceremos el próximo año, si no por otra circunstancia, porque las actuales campañas en el Edomex han sido cualquier cosa menos innovadoras, lo que es evidente en el pobre manejo que los tres candidatos a gobernador han hecho de Twitter y Facebook.
Ni Alejandro Encinas, del PRD, ni Eruviel Ávila, del PRI, ni Luis Felipe Bravo Mena, del PAN, han logrado impactar seriamente en las redes sociales de internet. ¿Por qué? Porque ellos y sus colaboradores simple y sencillamente no saben usarlas. Esta es la verdad: no saben.
Estoy segura (porque tengo información al respecto) de que los tres candidatos han invertido importantes cantidades de dinero en asesoría y operación de Twitter y Facebook. Pero ha sido, literalmente, dinero tirado a la basura porque, sin duda, los resultados de tales proyectos han sido nulos.
¿Qué es lo que han hecho mal? Confiar el tema de las redes sociales a las personas equivocadas. Es que, no debería ser tan difícil entenderlo, saber de mercadotecnia electoral no garantiza conocer los secretos de las redes sociales, que no son tecnológicos, sino simple y llanamente comunicacionales.
La comunicación, en general, tiene reglas. Y en Twitter y Facebook tiene reglas específicas que ni Encinas ni Eruviel ni Bravo Mena han respetado. Estos políticos y sus equipos no han pasado de tratar de imponer algunos temas a través del fácil, pero ineficaz, procedimiento de repetirlos hasta la saciedad en las redes sociales. No lo han logrado porque la gente simple y sencillamente los ha ignorado. Y han sido ignorados porque, al actuar en las redes, se les nota la intención política.
Los candidatos a gobernador del Estado de México y sus equipos han saturado las redes sociales y el resto de los espacios de internet con mensajes que no llegan, que no impactan, que no conmueven y que, por lo mismo, no interesan y son ignorados. Recursos han invertido, y bastantes; se nota al abrir cualquier página web. Pero no pasan la elemental prueba de ser tomados en cuenta por la gente no manipulada ni manipulable que a diario utiliza Twitter y Facebook para comunicarse.
No daré consejos a los equipos de campaña del PAN, del PRD y del PRI. Ni me corresponde ni sabría qué decirles ya que, está claro, no soy asesora electoral en materia de redes sociales. Solo diré, como una usuaria más de Twitter y Facebook, que una presencia efectiva en estas redes no se logra a base de billetes. Claro que no.
Creo que el problema de fondo, en la elección mexiquense tiene que ver con una confusión: pensar que a Twitter y a Facebook se les puede manipular como se manipulan los medios de comunicación tradicionales: pagando. En los medios no se comunica, se compra. En efecto, los políticos se han acostumbrado a adquirir espacios privilegiados en las páginas de los diarios o en los noticiarios de radio y TV.
Pero en internet eso no funciona. Si los medios se venden e imponen la nota que se les antoje a sus lectores, en las redes sociales solo se consumen los mensajes fabricados con algo muy distinto al dinero: honestidad, pasión, sentido del humor, sensatez y buena fe.
lunes, 25 de abril de 2011
Los Azcárraga
En México no tenemos, estrictamente hablando, una familia real, pero compensamos esta falta con los Azcárraga. Los integrantes de este grupo son lo más parecido, entre nosotros, a los príncipes, princesas, condes y todo eso que en las monarquías brinda los mejores espectáculos a la gente común y corriente que se emboba con los matrimonios, los pleitos, las ambiciones, las traiciones de sus nobles.
Por muchas razones los Azcárraga son la familia más conocida entre los mexicanos y, por lo mismo, la que más motivos brinda para el comentario entre los ciudadanos comunes y corrientes.
Hace más de diez años, cuando falleció Emilio "El Tigre" Azcárraga Milmo, la gran noticia fue su testamento. Lo que dejó a sus mujeres, sobre todo a Adriana Abascal y a Paula Cussi. Lo que dejó a los otros miembros de su familia. Pero sobre todo la manera en que organizó las cosas en su imperio para que lo controlara su hijo Emilio Azcárraga Jean, de tal forma de que nunca quedara en poder de Alejandro "El Güero" Burillo.
Gran noticia fue también todo lo que tuvo que hacer Emilio chico para afianzarse en el poder en Televisa, ya que si la voluntad de su padre era que él mandara en el negocio más influyente que hay en México, lo único que heredó el actual presidente de la televisora fueron problemas más muchas deudas. Deudas con medio mundo y problemas derivados de que las acciones de la compañía estaban repartidas en muchas manos.
Tuvo que intervenir otra familia que pronto será también una familia real en México, los Slim, para garantizarle al heredero del "Tigre" el control de Televisa.
Durante años los Slim y los Azcárraga se llevaron maravillosamente, hasta que las ambiciones y el dinero los separaron. Hoy las dos familias se encuentran enfrentadas, en un combate que la nación entera ve con expectación y que los está convirtiendo en algo así como en una versión criolla de los Montesco y los Capuleto. Habrá que esperar, si siguen peleados varios años más, si no ocurre que se enamoren algún hijo o hija de Azcárraga y un nieto o nieta de Slim, lo que nos dará a los mexicanos si no una tragedia del nivel de “Romeo y Julieta” de Shakespeare, si al menos una buena telenovela para casos de la vida real.
Todo lo que han hecho los Azcárraga, como ocurre en las familias reales europeas, divierte al populacho. Desde las historias del súper yate que tenía "El Tigre" Azcárraga hasta la contradicción de que el mexicano más guadalupano que hay, Emilio chico, se casó con una judía, lo que significa que sus hijos oficialmente no podrán ser guadalupanos: en algún momento esto podría meter en serios aprietos culturales al imperio televisivo.
Si en Inglaterra tienen matrimonios reales de alto impacto en la opinión pública, a nosotros Emilo Azcárraga Jean nos ha regalado ya dos bodas y un divorcio más lo que logre acumular en los 40 años que, más o menos, le quedarán de vida.
"El Tigre" escandalizó cuando declaró que él era un soldado del presidente y del PRI. Emilio chico, ya de otra generación, con toda naturalidad se asume como el que manda en Los Pinos, en el PRI y en el PAN y está empeñado en tener su propio presidente, Enrique Peña Nieto, al que ya hasta mujer le consiguió.
Azcárraga Jean detiene al país cuando se le pega la gana, por el Teletón, por los capítulos finales de sus telenovelas, por sus programas de concursos o por un buen partido de futbol. Y se da el lujo de convocar a todos los medios que le hacen caso, que son casi todos (excepto los poquitos con credibilidad), para anunciar los más descabellados disparates periodísticos, algo que, pasmada, la nación entera sigue en cadena nacional.
Ahora, Azcárraga Jean está en pleito con la última esposa de su padre, disputando ambos la herencia del famoso "Tigre". En este duelo de poder a poder, pudo más Emilio, quien logró el arresto de Paula Cussi antes de que ella rindiera su declaración.
No puedo juzgar, porque no conozco los detalles legales del asunto, quién tiene razón en este litigio. Lo que sí sé es que los Azcárraga seguirán dando de qué hablar. Ojalá algún día surja en la literatura mexicana un Thomas Mann que escriba la gran novela de "Los Azcárraga" por lo menos con la décima parte del talento con el que Mann redactó "Los Buddenbrook".
lunes, 11 de abril de 2011
No a la alianza: ¿Tomó el PRD la mejor decisión?
Solo la candidatura de Alejandro Encinas a gobernador del Estado de México podía convencer a Marcelo Ebrard Casaubón y a sus aliados más cercanos, sobre todo a Manuel Camacho Solís, de decir no a la alianza del PRD con el PAN.
Ebrard, con el tema de la alianza, pasó de llevar la ofensiva, a defenderse y a quedar contra la pared debido a las fuertes presiones de Andrés Manuel López Obrador.
El jefe de gobierno del Distrito Federal apostó todo a la alianza PAN-PRD, desde luego contra López Obrador (ellos son los dos principales aspirantes de izquierda a la candidatura presidencial en 2012). Y Ebrard perdió.
Después de pasearse en las entidades en las que los candidatos aliancistas habían ganado gubernaturas (Oaxaca, Sinaloa, Guerrero, Puebla), Ebrard se veía invencible armado con la espada de la necesaria alianza para derrotar a los “malos” del PRI. (Subrayo la expresión “malos” no porque los priistas no lo sean, que desde luego lo son, sino porque de esa calidad moral abundan líderes en todos los partidos, particularmente en el PAN y el PRD, que son gobierno en muchos lugares).
El argumento de Ebrard, obviamente preparado por Camacho y siempre contando con el visto bueno del PAN y de Felipe Calderón, convenció a muchos, sobre todo a intelectuales que de buena fe prestaron sus nombres para apadrinar una de las farsas políticas más notorias de los últimos tiempos: la consulta ciudadana para decidir por el sí o por el no a la alianza entre el PAN y el PRD.
La consulta la ganó aplastantemente el sí y cuando parecía que la alianza PAN-PRD se concretaría, Ebrard decidió dejar colgados de la brocha a los panistas, Calderón incluido, y a los intelectuales.
En qué forma se burló Ebrard de los intelectuales a los que convenció de participar en un ejercicio, supuestamente cívico. Ya aprenderán la gente sensible y con cultura a no confiar en los políticos, por mejor peinados que se presenten (bueno, es que, después de Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones, don Marcelo es de los gobernantes que más se adornan antes de salir de su casa).
Marcelo Ebrard, de pronto, dijo no a la alianza, levantó la mano de Alejandro Encinas (un hombre que siempre rechazó unirse al PAN) y quiso, fiel al estilo de su mentor Manuel Camacho (que es el del cubano Fidel Castro), hacer de su gran derrota una gran victoria: convenció a Encinas de que no fuera a un mitin con AMLO en el Edomex, de tal forma de acompañarlo a él, a Ebrard, a un recorrido por tierras mexiquenses.
Es decir, partiendo de la premisa (que solo políticos como Camacho se creen) de que el ciudadano es un tonto sin memoria, Ebrard quiso presentarse como el gran impulsor de la candidatura antialiancista de Encinas.
Pero Ebrard no engañó a nadie. La opinión pública y la publicada en forma unánime presentaron a don Marcelo como el perdedor en la primera batalla del Edomex, y a AMLO como el ganador.
Y es que así fue. ¿Qué hizo a AMLO ganar, a pesar de tener todo en contra? Su terquedad que, para muchos, es simple apego a sus principios.
Después de que Ebrard se rindió ante López Obrador, lo que siguió fue un mero trámite: que el PRD nacional rechazara la alianza.
Muy bien, pero apenas empiezan los problemas para el perredismo, que postulará a Encinas junto con el PT y Convergencia, como su candidato a gobernador del Estado de México.
El problema es que Encinas tal vez no cumple con el requisito de la residencia y, por lo mismo, tal vez no pueda ser candidato a gobernador.
Conociendo a López Obrador, puedo decir sin temor a equivocarme que eso, la inhabilitación de Encinas, es algo que no va a detener a Andrés Manuel, algo a lo que inclusive él podría sacarle provecho.
Salir victorioso del jaque mate es la especialidad de López Obrador (de hecho, cuando AMLO falla es cuando lleva la ventaja). Parecía que no superaría el desafuero, y salió en hombros en una marcha a la que asistieron 2 millones de personas. Después, en Iztapalapa, inhabilitada por el Trife Clara Brugada, Andrés Manuel se sacó de la manga a un tal “Juanito” y de la nada lo hizo ganar la elección por el PT, para después obligarlo a renunciar y entregar la jefatura delegacional a quien AMLO pensó que siempre la mereció y que injustamente se la quisieron quitar: la señora Brugada.
Así que, si a Encinas lo inhabilitan, ya podremos esperar a un Andrés Manuel jugando en su terreno, el del jaque mate, llevándose toda la atención mediática para sí mismo y para su causa, inventando sabrá Dios qué (tal vez con Yeidckol Polevnsky como candidata, para luego renunciar ya ganadora y gobernadora a favor del secretario de gobierno Encinas o cualquier cosa por el estilo).
Pero hay en eso un riesgo muy grande. Porque los grandes jugadores como Andrés Manuel suelen triunfar, pero a veces, por apostar tan alto a las causas casi perdidas, también pierden, y fuertemente.
El riesgo, obvio, es que Encinas quede inhabilitado. Eso dejaría al PRD en una situación de gran vulnerabilidad para el 2012. ¿Por qué? Porque con Encinas (primer lugar en las encuestas si se excluye a los partidos), el PRD es el segundo lugar en el Edomex, detrás del PRI y su candidato Eruviel Ávila y del PAN y su candidato, Luis Felipe Bravo Mena.
La inhabilitación de Encinas podría mandar al PRD del segundo al tercer lugar (ojo, si fallara, que podría fallar, la gran protesta que encabezará López Obrador). Y eso, el tercer lugar en el Edomex, dejaría al PRD (y al PT y a Convergencia) sin posibilidades en 2012.
Solo hay una fórmula para que el PRD salga fortalecido del Edomex después de haber dicho no a la alianza con el PAN, los líderes de la izquierda mexicana la están evaluando y de la misma hablaré en otro texto en este blog esta noche.
Alejandro Encinas: ¿elegible o no?
El día de ayer se prestó para muchas cosas. Una de ellas: analizar la situación en el Estado de México. Recibí mensajes de algunas personas preguntando mi opinión respecto al tema y otras peticiones de que escribiera sobre esto.
En seguida mis puntos en un breve análisis que hago para ustedes:
1. No pudieron con AMLO. Ni Ebrard ni Calderón ni los chuchos. Probó AMLO tener más habilidad política que los anteriores.
2. Como partido, el PRI arranca en primer lugar, el PRD-PT-Convergencia en segundo y el PAN en tercero.
3. Como candidato, Encinas arranca en primer lugar, Eruviel en segundo y Bravo Mena en tercero.
4. En la combinación partido-candidato, será un duelo cerrado entre el PRI y el PRD-PT-Convergencia, con ventaja para el PRI que cuenta con el apoyo de la maestra Elba Esther Gordillo. El PAN está condenado al último lugar.
5. El problema real del PRD-PT-Convergencia es la elegibilidad de Encinas, quien quizá no cumple con el requisito de la residencia. Hay un embrollo legal que quién sabe cómo se superará.
6. Yeidckol está en la banca, a la espera de que Encinas sea aceptado o no en caso de haber impugnaciones ante el Trife. Yeidckol pidió licencia en el Senado para ser elegible.
Mi conclusion: el PRI lleva todas las de ganar, sobre todo si Encinas no es elegible. Y el que tiene todas las de perder es el PAN, que va que vuela para un lejano tercer lugar.
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