El Universal la menciona como una de las posibilidades del Partido Nueva Alianza, el de la maestra Elba Esther Gordillo, para postularla como candidata a la Presidencia de la República.
En Milenio se dice otra cosa: que Rosario Robles, ex perredista que ocupó interinamente la jefatura de gobierno del Distrito Federal, es amiga de Enrique Peña Nieto y que, por esa razón, será candidata del PRI al Senado en la capital del país.
¿Tiene Rosario suficiente fuerza como para representar dignamente a un partido chico como el PANAL en la elección presidencial? ¿Podría ella contribuir a la victoria priista en el DF?
Los días de gloria de Rosario Robles hace mucho tiempo se fueron y el recuerdo principal que ella dejó de su paso por la política no fue el de la exitosa colaboradora de Cuauhtémoc Cárdenas, sino el de la ingenua compañera del desprestigiado empresario Carlos Ahumada.
Desde hace tiempo se dedica a la asesoría de políticos, tarea en la que no ha destacado, y se ha refugiado en ciertos espacios mediáticos, lo que le ha permitido conservar presencia en la opinión pública, pero la verdad es que ella está lejos de ser una figura de primer nivel en el periodismo mexicano.
Si pactara con Elba Esther y se fuera al PANAL como candidata presidencial repetiría lo hecho por Roberto Campa en 2006, es decir, obtendría muy pocos votos, con el agravante de que si no consiguiera los suficientes como para que ese partido conservara su registro (algo realmente muy probable), a Rosario Robles se le culparía y, desde luego, si bien sería injusto hacerlo, su carrera política terminaría ahí.
Creo que si Rosario es inteligente, y seguramente lo es, buscará ser candidata a senadora por el PRI en el DF. No es seguro que logre la victoria, pero podría complementar muy bien a la priista Beatriz Paredes quien, pese a que lo intenta y tal vez lo merece, no termina de convencer de que ella es realmente una protagonista de la política con mentalidad progresista.
Para Miguel Ángel Mancera sería complicado participar en una elección frente a numerosas mujeres: Paredes, Wallace y, quizá, Rosario por el lado de la candidatura al Senado.
No me parece el mejor escenario para el ex procurador capitalino andar de bendito entre las mujeres. ¿Qué debe hacer Mancera? Rodearse de más figuras femeninas, que en el PRD sobran.
Y, desde luego, Mancera tendría que exigir a Marcelo Ebrard y a Manuel Camacho que convenzan ya, cuanto antes, a Alejandra Barrales de que busque ser senadora por la izquierda en el Distrito Federal.
Porque Barrales, hay que recordarlo, sigue siendo la mujer más popular en la capital mexicana.
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lunes, 23 de enero de 2012
¿Rosario Robles al PANAL? ¿Al PRI? ¿Y Barrales? ¿Y Mancera?
martes, 23 de agosto de 2011
Reprobado en la tabla del uno
No se necesita ser un pedagogo experto para entender que lo más fácil en matemáticas es la tabla del uno. De hecho, hasta antes de la llegada de Calderón a Los Pinos no se sabía de nadie en la historia de la humanidad que hubiese reprobado un examen de matemáticas en el que al alumno solo se le pregunte por la tabla del uno.
El señor Felipe Calderón dijo en la ceremonia de inicio de clases, acompañado por la inefable Elba Esther Gordillo, que gobernar es tan difícil como un examen de matemáticas. Debe serlo porque el señor Calderón evidentemente ha reprobado de todas, todas.
El país es un desastre en lo económico, ya que no hay generación de empleos y las empresas mexicanas cada día enfrentan más dificultades para sobrevivir. Es un desastre en lo social, ya que ha aumentado, solo en los últimos años, exponencialmente el número de pobres. Es un desastre en lo político porque no solo revivió el fraude electoral en las elecciones de 2006, sino que ha renacido, todavía más temible, el dinosaurio priista. Y ni para qué hablar del desastre que el país es en materia de seguridad, creo que los más de 40 mil muertos lo dicen todo y no es necesario añadir nada.
De que México está en muy malas condiciones no puede haber la menor duda. En demasiadas ciudades ya es un infierno vivir. Todo el que puede hacerlo, está cambiando su residencia al extranjero. Sí, estamos en problemas.
Por fortuna, con la esperanza de alivio no se siente el padecer. Ya pronto terminará el sexenio atroz. Se están cumpliendo los tiempos políticos y no tarda Calderón en marcharse.
No digo que necesariamente lo que venga será mejor. Pero ni siquiera el probable regreso del PRI podría ser peor. Ha sido tan malo el gobierno de Calderón que la gente, desesperada, está pensando en este momento en que inclusive es preferible volver al pasado.
No soy optimista, imposible serlo. Pero, como millones de mexicanos, iré con entusiasmo a las urnas electorales el próximo año. No voy a caer en la tentación, que es mucha, del voto en blanco. Reflexionaré muy bien y apoyaré, en su momento, a la opción política que en mi opinión represente la mejor alternativa al desastre que ha sido la segunda administración panista.
Calderón ha roto varios records mundiales, como el de generar más pobres en menos tiempo, como el de inventar más rápido la más absurda guerra. Hoy podemos decir que si, como él dice, gobernar es tan difícil como un examen de matemáticas, Calderón lo ha reprobado. Ni siquiera supo resolver correctamente la tabla del uno, lo que es otra marca universal.
El señor Felipe Calderón dijo en la ceremonia de inicio de clases, acompañado por la inefable Elba Esther Gordillo, que gobernar es tan difícil como un examen de matemáticas. Debe serlo porque el señor Calderón evidentemente ha reprobado de todas, todas.
El país es un desastre en lo económico, ya que no hay generación de empleos y las empresas mexicanas cada día enfrentan más dificultades para sobrevivir. Es un desastre en lo social, ya que ha aumentado, solo en los últimos años, exponencialmente el número de pobres. Es un desastre en lo político porque no solo revivió el fraude electoral en las elecciones de 2006, sino que ha renacido, todavía más temible, el dinosaurio priista. Y ni para qué hablar del desastre que el país es en materia de seguridad, creo que los más de 40 mil muertos lo dicen todo y no es necesario añadir nada.
De que México está en muy malas condiciones no puede haber la menor duda. En demasiadas ciudades ya es un infierno vivir. Todo el que puede hacerlo, está cambiando su residencia al extranjero. Sí, estamos en problemas.
Por fortuna, con la esperanza de alivio no se siente el padecer. Ya pronto terminará el sexenio atroz. Se están cumpliendo los tiempos políticos y no tarda Calderón en marcharse.
No digo que necesariamente lo que venga será mejor. Pero ni siquiera el probable regreso del PRI podría ser peor. Ha sido tan malo el gobierno de Calderón que la gente, desesperada, está pensando en este momento en que inclusive es preferible volver al pasado.
No soy optimista, imposible serlo. Pero, como millones de mexicanos, iré con entusiasmo a las urnas electorales el próximo año. No voy a caer en la tentación, que es mucha, del voto en blanco. Reflexionaré muy bien y apoyaré, en su momento, a la opción política que en mi opinión represente la mejor alternativa al desastre que ha sido la segunda administración panista.
Calderón ha roto varios records mundiales, como el de generar más pobres en menos tiempo, como el de inventar más rápido la más absurda guerra. Hoy podemos decir que si, como él dice, gobernar es tan difícil como un examen de matemáticas, Calderón lo ha reprobado. Ni siquiera supo resolver correctamente la tabla del uno, lo que es otra marca universal.
jueves, 18 de agosto de 2011
Josefina, Creel, Lujambio y Cordero
Los anuncios espectaculares de Josefina Vázquez Mota han sido calificado de “feos”. En mi opinión, no lo son. Esa publicidad es, desde mi punto de vista, algo todavía peor: un bumerán muy bien diseñado que terminará por golpear, políticamente hablando, a la diputada del PAN que sueña con ser candidata a la presidencia de México.
A la propaganda de la señora Vázquez Mota le sobra oficio mercadológico (se nota que la han realizado expertos), pero le falta sensibilidad.
¿Qué es lo que quieren vender ella y sus auspiciadores, entre los que se cuenta uno de los hombres más ricos del país, el empresario Lorenzo Servitje, sí, el del PAN Bimbo, personaje fundamental para entender el dogmatismo de la ultraderecha mexicana?
Pareciera que ellos están anunciando productos de belleza para la mujer de edad media. Y es que Josefina en los anuncios se ve bien. Entrando en los cincuenta años de edad, pero perfectamente conservada. Muy delgada, tal vez hasta anoréxica, da el tipo de modelo. Y la pose en que la retrataron: de mujer elegante, atrevida, exitosa, muy buena para promover a una empresaria, pero…
Pero Josefina Vázquez Mota no es empresaria, sino política. Y no debe hablar solo a quienes la han hecho en la vida, es decir, los que no tienen problemas económicos y ven la vida en rosa, que es lo que ella hace en sus anuncios espectaculares.
Debería la diputada y precandidata presidencial, más bien, dirigirse a la gente que poco tiene o que, habiendo alcanzado una posición de clase media, la perdió; a los desempleados, que son demasiados en México; a los pobres, cuyo número no deja de crecer, y a los jóvenes de todos los niveles económicos que no encuentran, por más que la buscan, una actividad productiva formal y legal después de haber dejado la universidad.
En ese sentido, la publicidad de Vázquez Mota es mala y si bien podría servirle para lograr la candidatura presidencial del Partido Acción Nacional, en nada ayudará a este partido a salir de su actual crisis que lo tiene, a pesar de estar en el poder federal, en tercer lugar en todas las encuestas, después de Enrique Peña Nieto, del PRI, y de la izquierda con Andrés Manuel López Obrador.
Y si el PAN no recuperará los votos con una modelo madura como Josefina Vázquez Mota, menos lo hará con un cartucho tan quemado como el senador Santiago Creel, cuya vida privada, respetable si fuera la de un ciudadano común y corriente, lo dañaría en cuanto él lograra la candidatura panista, y que, también con un lenguaje que solo entienden las clases altas, no parece la mejor opción para sumar votos abajo, donde sobrevive la mayoría de la población.
Por si fuera poco, Creel, al que apoyan empresarios norteños, es un factor de división, y no de unidad, en Acción Nacional, sobre todo porque claramente lo veta Felipe Calderón. Esto le impedirá lograr la candidatura.
Josefina tampoco es la preferida de Calderón, pero al menos no es vetada por el hombre que reside en Los Pinos.
¿A quiénes sí promueve Calderón? Al secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, y al de Educación, Alonso Lujambio. Un par de funcionarios sin popularidad que, sin lugar a dudas, son conocidos más por sus metidas de pata que por sus aciertos.
Lujambio es, claramente, un acólito de la maestra Elba Esther Gordillo, y eso es muy malo para un político con aspiraciones presidenciales. Además, él podría estar involucrado en el escandaloso fraude que es el proyecto Estela de Luz.
¿Qué ofrece de positivo don Alonso Lujambio? Nada. Así de sencillo. Y en las mismas está Ernesto Cordero.
El secretario de Hacienda es el gran cínico del sexenio. Porque fue cinismo, no tontería, decir que con 6 mil pesos al mes a las familias mexicanas les alcanza para pagar la renta, la escuela privada de los niños y el coche. Y ha dicho más: que no hay crisis, que no se ha eliminado la pobreza… Vamos, es tan insensible que, cuando en Estados Unidos se debatía aumentar o no el techo de la deuda, con todas las implicaciones que eso tiene para la estabilidad de la economía mundial, él ¡mandaba saludos en Twitter!
Por citar a un clásico del priismo: ¡Qué flaca está la caballada en el PAN! No creo que en esos aspirantes el panismo vaya a tener muchas posibilidades en el 2012.
A la propaganda de la señora Vázquez Mota le sobra oficio mercadológico (se nota que la han realizado expertos), pero le falta sensibilidad.
¿Qué es lo que quieren vender ella y sus auspiciadores, entre los que se cuenta uno de los hombres más ricos del país, el empresario Lorenzo Servitje, sí, el del PAN Bimbo, personaje fundamental para entender el dogmatismo de la ultraderecha mexicana?
Pareciera que ellos están anunciando productos de belleza para la mujer de edad media. Y es que Josefina en los anuncios se ve bien. Entrando en los cincuenta años de edad, pero perfectamente conservada. Muy delgada, tal vez hasta anoréxica, da el tipo de modelo. Y la pose en que la retrataron: de mujer elegante, atrevida, exitosa, muy buena para promover a una empresaria, pero…
Pero Josefina Vázquez Mota no es empresaria, sino política. Y no debe hablar solo a quienes la han hecho en la vida, es decir, los que no tienen problemas económicos y ven la vida en rosa, que es lo que ella hace en sus anuncios espectaculares.
Debería la diputada y precandidata presidencial, más bien, dirigirse a la gente que poco tiene o que, habiendo alcanzado una posición de clase media, la perdió; a los desempleados, que son demasiados en México; a los pobres, cuyo número no deja de crecer, y a los jóvenes de todos los niveles económicos que no encuentran, por más que la buscan, una actividad productiva formal y legal después de haber dejado la universidad.
En ese sentido, la publicidad de Vázquez Mota es mala y si bien podría servirle para lograr la candidatura presidencial del Partido Acción Nacional, en nada ayudará a este partido a salir de su actual crisis que lo tiene, a pesar de estar en el poder federal, en tercer lugar en todas las encuestas, después de Enrique Peña Nieto, del PRI, y de la izquierda con Andrés Manuel López Obrador.
Y si el PAN no recuperará los votos con una modelo madura como Josefina Vázquez Mota, menos lo hará con un cartucho tan quemado como el senador Santiago Creel, cuya vida privada, respetable si fuera la de un ciudadano común y corriente, lo dañaría en cuanto él lograra la candidatura panista, y que, también con un lenguaje que solo entienden las clases altas, no parece la mejor opción para sumar votos abajo, donde sobrevive la mayoría de la población.
Por si fuera poco, Creel, al que apoyan empresarios norteños, es un factor de división, y no de unidad, en Acción Nacional, sobre todo porque claramente lo veta Felipe Calderón. Esto le impedirá lograr la candidatura.
Josefina tampoco es la preferida de Calderón, pero al menos no es vetada por el hombre que reside en Los Pinos.
¿A quiénes sí promueve Calderón? Al secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, y al de Educación, Alonso Lujambio. Un par de funcionarios sin popularidad que, sin lugar a dudas, son conocidos más por sus metidas de pata que por sus aciertos.
Lujambio es, claramente, un acólito de la maestra Elba Esther Gordillo, y eso es muy malo para un político con aspiraciones presidenciales. Además, él podría estar involucrado en el escandaloso fraude que es el proyecto Estela de Luz.
¿Qué ofrece de positivo don Alonso Lujambio? Nada. Así de sencillo. Y en las mismas está Ernesto Cordero.
El secretario de Hacienda es el gran cínico del sexenio. Porque fue cinismo, no tontería, decir que con 6 mil pesos al mes a las familias mexicanas les alcanza para pagar la renta, la escuela privada de los niños y el coche. Y ha dicho más: que no hay crisis, que no se ha eliminado la pobreza… Vamos, es tan insensible que, cuando en Estados Unidos se debatía aumentar o no el techo de la deuda, con todas las implicaciones que eso tiene para la estabilidad de la economía mundial, él ¡mandaba saludos en Twitter!
Por citar a un clásico del priismo: ¡Qué flaca está la caballada en el PAN! No creo que en esos aspirantes el panismo vaya a tener muchas posibilidades en el 2012.
jueves, 14 de julio de 2011
Sobre AMLO "sí o sí" y el debate con @ferbelaunzaran
Hoy jueves el diario Reforma dedica a Andrés Manuel López Obrador una de sus notas principales: “Seré candidato sí o sí.- AMLO” (http://www.reforma.com/nacional/articulo/616/1230260/). La firman Erika Hernández y Claudia Guerrero y narra una reunión que el famoso Peje sostuvo con coordinadores de su movimiento de todo el país.
Según las reporteras, Andrés Manuel dijo que “en cualquier escenario, él será candidato a la Presidencia de la República en 2012, ya sea por uno, dos o los tres partidos de la izquierda”.
La información la obtuvieron las periodistas de asistentes a esa reunión que, inclusive, citaron palabras textuales de López Obrador: “No me quieren ver en las boletas, pero no les voy a dar el gusto. Voy a estar en las boletas como candidato de un partido, de dos o de tres”.
Lo será, dijo AMLO, porque en comparación con la campaña de 2006, él ahora cuenta con una estructura nacional que lo respalda, la de Morena.
Eso, en opinión de las periodistas de Reforma, contradice lo que el propio López Obrador había dicho en mayo pasado, cuando aceptó la propuesta del otro precandidato de la izquierda mexicana, Marcelo Ebrard Casaubón, de seleccionar al candidato presidencial del PRD, del PT y de Convergencia en un proceso que incluya dos debates en octubre y una encuesta en noviembre.
Se explayó López Obrador en la reunión de la que informa Reforma, hablando del “linchamiento mediático” en su contra. Dijo que a toda costa se busca crear una imagen negativa de él, y para probarlo mencionó un monitoreo de noticias realizado por su equipo, según el cual de 200 notas informativas, en 178 se le acusa de ser el responsable de la derrota de Alejandro Encinas en el Estado de México, lo que desde luego es absurdo.
A pesar de eso, López Obrador pidió a los coordinadores de Morena “no desanimarse ante resultados como los del Edomex y los llamó a intensificar esfuerzos para que a finales de año tengan 65 mil comités seccionales de Morena y 4 millones de protagonistas del cambio”.
Seguramente a perredistas que pertenecen a la corriente de los chuchos como Fernando Belaunzarán, @ferbelaunzaran en twitter, y desde luego a quienes apoyan a Ebrard les va a molestar, y mucho, la nota de Reforma. Me los puedo imaginar furiosos diciendo lindezas de AMLO al que no bajarán de antidemocrático. Pero, en este caso, López Obrador simplemente ejerce sus derechos constitucionales y para nada violenta las reglas de la democracia.
1.- López Obrador, como cualquier mexicano, tiene derecho a aspirar a ser presidente de México.
2.- AMLO fue candidato presidencial de la izquierda en 2006 y, para millones, Felipe Calderón lo derrotó recurriendo a un gran fraude electoral. Va por su segunda oportunidad, lo que no es inusual. Lula, por ejemplo, antes de llegar al poder en Brasil lo intentó varias veces.
3.- Andrés Manuel ha trabajado durante años en organizar un movimiento que tiene representantes en todos los municipios de México, algo que ninguno de los partidos de izquierda (PRD, PT y Convergencia) puede presumir.
4.- El movimiento de López Obrador, en el que participan millones de mexicanos, se ha estructurado sobre la idea, explícita o implícitamente, de que él será el candidato presidencial en 2012. Si no lo fuera, el movimiento, Morena, se desintegraría. Ni siquiera proponiéndoselo podría AMLO hacer que la gente que participa en Morena apoyase a un candidato distinto, digamos a Ebrard.
5.- Es más idealismo que obsesión por el poder decir que él será candidato de uno, de dos o de tres partidos de izquierda. Significa que, aunque el mayor partido de izquierda, el PRD, no lo apoye, él cumplirá con la que cree es su obligación política y moral. Recuerdo haber leído que Javier Sicilia dijo que, antes de salir de Cuernavaca en una de sus marchas, él cargaba la bandera y que pensó: “Si me siguen muchos, qué bueno. Si no me sigue nadie, llegaré yo solo al Zócalo del DF cargando la bandera nacional”. Claramente es lo mismo que piensa AMLO.
6.- La encuesta de noviembre. AMLO no ha dicho que no esperará el resultado de la misma. Simplemente sabe desde ahora mismo, y lo saben Ebrard y los chuchos, que supera entre los votantes de izquierda muy fácilmente a Ebrard. Los chuchos y Ebrard dirán que entre la población abierta no es así (hay una especie de empate técnico), y aquí está la diferencia que hará imposible, en mi opinión, que se pongan de acuerdo. ¿Cuál encuesta es la válida, la aplicada a priistas, panistas e izquierdistas o solo la aplicada a izquierdistas? Como se trata de elegir al candidato de izquierda para defender valores y principios de izquierda, lógicamente la encuesta válida debe ser la que solo se aplique a izquierdistas, y en esta la ventaja de AMLO sobre Ebrard es enorme, lo saben Ebrard y los chuchos. Es tan grande esa ventaja que no disminuirá en unos cuantos meses. Por eso Ebrard y los chuchos quieren una encuesta en la que se pregunte también a la gente que, en el PRI y el PAN, desprecia a AMLO. Pero eso es trampa.
7.- López Obrador, que por estrategia, cortesía y hasta por amistad y compañerismo siempre habla bien en público de Marcelo Ebrard, debe estar convencido desde hace tiempo que se equivocó al apoyarlo para llegar a la jefatura de gobierno del Distrito Federal. Porque Ebrard y, sobre todo, su aliado de toda la vida Manuel Camacho, han terminado por acercarse al PAN y a Felipe Calderón y a líderes sindicales de dudosa ética política.
8.- La evidencia mayor de que el corazón de Ebrard no es de izquierda la dio el excanciller Jorge Castañeda, el pasado domingo, en Reforma. Amigo personal de Elba Esther Gordillo, Castañeda dijo que Gordillo ve a Ebrard como el candidato de su partido, el Panal. Eso no sorprendió a nadie que sepa de las relaciones amistosas y políticas que, durante años, han mantenido en un alto nivel de cordialidad, la líder del SNTE y el actual jefe de gobierno del DF.
9.- Ojalá un perredista antipejista como @ferbelaunzaran aceptara debatir conmigo en Twitter (se la pasa pidiendo debates con todo el mundo, ahora yo se lo pido a él). Creo que puedo demostrar que los chuchos, Camacho y Ebrard son mucho menos izquierdistas y, sobre todo, mucho más pragmáticos, en el mal sentido de la palabra, que López Obrador y su gente. Veremos si @ferbelaunzaran acepta el intercambio de ideas, tuit contra tuit, en la red social.
10.- Me anima solamente la convicción de la necesidad de dialogar con respeto y en libertad.
martes, 12 de julio de 2011
El sueño de Ebrard, ser aceptado por el PAN
El periodista Pascal Beltrán del Río entrevistó recientemente, en Excélsior, a Marcelo Ebrard Casaubón. “Sin coalición se ve difícil ganar, admite Ebrard”, es el título de ese trabajo periodístico. En el mismo, el jefe de gobierno del Distrito Federal enumeró las ventajas que él cree tener, pero que no es seguro realmente tenga, sobre Andrés Manuel López Obrador. También, abiertamente Ebrard dijo que buscará, primero, ser candidato presidencial de los tres partidos de izquierda (PRD, PT y Convergencia, este último en proceso de cambiar su nombre a “Movimiento”) para después intentar una alianza con el PAN.
El razonamiento de Ebrard, bastante primario, es el siguiente:
1.- El jefe de gobierno del Distrito Federal parte de decir que no cree “en la onda esta de la inevitabilidad del regreso del PRI” en 2012. Sin embargo, “tenemos que armar una coalición muy amplia desde ahora. Intentar nosotros solos tener la mayoría se ve difícil”. Esa coalición muy amplia, desde luego entre la izquierda y el PAN, serviría para construir condiciones de gobernabilidad. Suena ingenuo que Ebrard insista en plantear la posibilidad de una alianza entre la izquierda y el PAN, con él como candidato desde luego. Eso no sería aceptado por la izquierda ni veo ninguna razón para que los panistas entreguen su partido, así nada más porque sí, a alguien como Marcelo Ebrard.
2.- Después, Ebrard dice cuáles son sus supuestas ventajas sobre Andrés Manuel López Obrador: “Conciliar, negociar, convencer, sumar, aislar diferencias... Claramente ahí tenemos diferentes perfiles él y yo”. Es decir, según Marcelo, López Obrador no concilia, no negocia, no convence, no suma, no aísla diferencias. Sobran los empresarios, los medios críticos a su gobierno y los políticos que no solo no han podido ser recibidos por Ebrard para “Conciliar, negociar, convencer, sumar, aislar diferencias”, sino ni siquiera recibidos para absolutamente nada por un gobernante, como Marcelo, muy poco accesible. Pero bueno, él se ve a sí mismo de otro modo.
3.- Solo dejará el gobierno del Distrito Federal para ser candidato presidencial, no para buscar un puesto en el Senado. Si es cierto lo que dice, se va a equivocar. Porque cancelará su futuro político. Le recomiendo a Ebrard cambiar de opinión, ya que, evidentemente, y él lo sabe, siendo muy pocas sus posibilidades de ser candidato presidencial de izquierda (López Obrador ya lleva demasiado aventajada su campaña), lo que más le conviene es bajarle al ego y aceptar irse a la Cámara de Senadores a ser ahí el líder de la izquierda, lo que le permitirá mantenerse bien posicionado para las presidenciales de 2018. Marcelo todavía es joven. Un poco de paciencia le vendría bien.
4.- Marcelo presume de que la suya al frente del GDF ha sido una administración púbica exitosísima: “Hemos aplicado un programa de desarrollo humano y de mejoramiento de la seguridad; hemos aplicado programas de expansión de bienestar social en la ciudad”, etcétera. Bueno, no es eso lo que pensamos los habitantes del Distrito Federal, que a diario batallamos con los baches, la basura en todas partes, la inseguridad y la corrupción de policías y funcionarios de todo tipo.
5.- Ebrard se presenta a sí mismo como experto en economía: “…la estrategia general (del gobierno federal) es de mantener una inflación muy baja. Ese es un objetivo importante, pero ya dio de sí; somos un país con acceso al crédito muy por debajo de otros países de América Latina”, etcétera. Tendrá que hacer mucho más si Marcelo quiere convencer de que él se las sabe de todas, todas en materia de debates económicos. Mucho, mucho más que repetir frases hechas.
6.- El gobernante capitalino quiere dar la impresión de que es un experto en ciencias políticas y no solo en grilla, de ahí que plantee una especie de reforma política a lograrse a partir de diciembre de 2012: “Separar jefe del Estado y jefe del Gobierno, de suerte que éste siempre represente a la mayoría. Transparentar las coaliciones, en lugar de los acuerdos parlamentarios que tenemos ahora, que están muy fuera del control de los ciudadanos”, etcétera. Lo curioso es que Ebrard nada diga de la principal exigencia de los mexicanos sin partido en lo referente a una reforma política: las candidaturas ciudadanas que le quiten a los partidos políticos el monopolio de la participación en los procesos electorales.
7.- Ebrard se lanza contra cualquiera que vaya a ser el candidato presidencial del PRI: “El candidato del PRI, quien sea, lo que va a representar es la oferta del regreso. No lo digo peyorativamente. Lo digo en sentido objetivo. Eso es lo que están ofreciendo, no explícitamente pero sí implícitamente. Y eso no conviene ni resuelve”. Lo chistoso es que Ebrard, siempre de la mano de Manuel Camacho, pasó más tiempo como distinguido militante del PRI del que lleva como integrante de la oposición de izquierda.
8.- Ebrard no critica al candidato del PAN porque ¡no lo ve!: “Habrá otros candidatos. Habrá que ver el PAN qué candidato o candidata tiene y qué piensa, pero yo no he visto que Acción Nacional, hasta ahora, tenga claro este planteamiento”. Ebrard sueña en que todos los panistas se harán a un lado para permitirle a él, a Marcelo, ser el candidato blanquiazul. Y los sueños, dijo el poeta, sueños son.
9.- Ebrard, desleal con el hombre al que le debe su actual cargo, se lanza contra López Obrador. Lo hace Marcelo utilizando el peor de los procedimientos, el de tratar de minimizar a su rival dentro de la izquierda. Y es que a la pregunta de qué tipo de presidente sería AMLO, Ebrard, sin caballerosidad, responde con desdén y seguramente molestia: “Habría que preguntárselo”. Carambas, Marcelo, te lo estaban preguntando a ti, no a López Obrador. Responde, no le saques la vuelta al tema.
10.- Lo que sí dice Ebrard es que se considera mejor prospecto presidencial que Andrés Manuel López Obrador porque él, Ebrard, se ha formado como burócrata (que para Marcelo sería mejor currículum que el de líder social de AMLO, supongo): “Yo me he formado pensando en cómo gobernar”. Lo único que yo no presumiría es una carrera totalmente realizada en la burocracia, en la que no hay grandeza ni productividad, en la que solo abundan el papeleo y la ineficacia.
11.- Ebrard presume de que, gracias a él, el Distrito Federal “tiene un papel muy relevante en el plano internacional”. ¿Es así? Por favor. Casi no se habla de la Ciudad de México en el extranjero, excepto en publicaciones pagadas.
12.- Cuando le preguntan a Ebrard por el papel de Elba Esther Gordillo en el próximo gobierno en el caso, improbable en mi opinión, de que él fuera presidente, no responde nada. Se va por las generalidades acerca del sistema educativo. Pero de Elba, muy amiga de él, nada. ¿Y así quiere ser un candidato creíble para la izquierda que busca el cambio?
El razonamiento de Ebrard, bastante primario, es el siguiente:
1.- El jefe de gobierno del Distrito Federal parte de decir que no cree “en la onda esta de la inevitabilidad del regreso del PRI” en 2012. Sin embargo, “tenemos que armar una coalición muy amplia desde ahora. Intentar nosotros solos tener la mayoría se ve difícil”. Esa coalición muy amplia, desde luego entre la izquierda y el PAN, serviría para construir condiciones de gobernabilidad. Suena ingenuo que Ebrard insista en plantear la posibilidad de una alianza entre la izquierda y el PAN, con él como candidato desde luego. Eso no sería aceptado por la izquierda ni veo ninguna razón para que los panistas entreguen su partido, así nada más porque sí, a alguien como Marcelo Ebrard.
2.- Después, Ebrard dice cuáles son sus supuestas ventajas sobre Andrés Manuel López Obrador: “Conciliar, negociar, convencer, sumar, aislar diferencias... Claramente ahí tenemos diferentes perfiles él y yo”. Es decir, según Marcelo, López Obrador no concilia, no negocia, no convence, no suma, no aísla diferencias. Sobran los empresarios, los medios críticos a su gobierno y los políticos que no solo no han podido ser recibidos por Ebrard para “Conciliar, negociar, convencer, sumar, aislar diferencias”, sino ni siquiera recibidos para absolutamente nada por un gobernante, como Marcelo, muy poco accesible. Pero bueno, él se ve a sí mismo de otro modo.
3.- Solo dejará el gobierno del Distrito Federal para ser candidato presidencial, no para buscar un puesto en el Senado. Si es cierto lo que dice, se va a equivocar. Porque cancelará su futuro político. Le recomiendo a Ebrard cambiar de opinión, ya que, evidentemente, y él lo sabe, siendo muy pocas sus posibilidades de ser candidato presidencial de izquierda (López Obrador ya lleva demasiado aventajada su campaña), lo que más le conviene es bajarle al ego y aceptar irse a la Cámara de Senadores a ser ahí el líder de la izquierda, lo que le permitirá mantenerse bien posicionado para las presidenciales de 2018. Marcelo todavía es joven. Un poco de paciencia le vendría bien.
4.- Marcelo presume de que la suya al frente del GDF ha sido una administración púbica exitosísima: “Hemos aplicado un programa de desarrollo humano y de mejoramiento de la seguridad; hemos aplicado programas de expansión de bienestar social en la ciudad”, etcétera. Bueno, no es eso lo que pensamos los habitantes del Distrito Federal, que a diario batallamos con los baches, la basura en todas partes, la inseguridad y la corrupción de policías y funcionarios de todo tipo.
5.- Ebrard se presenta a sí mismo como experto en economía: “…la estrategia general (del gobierno federal) es de mantener una inflación muy baja. Ese es un objetivo importante, pero ya dio de sí; somos un país con acceso al crédito muy por debajo de otros países de América Latina”, etcétera. Tendrá que hacer mucho más si Marcelo quiere convencer de que él se las sabe de todas, todas en materia de debates económicos. Mucho, mucho más que repetir frases hechas.
6.- El gobernante capitalino quiere dar la impresión de que es un experto en ciencias políticas y no solo en grilla, de ahí que plantee una especie de reforma política a lograrse a partir de diciembre de 2012: “Separar jefe del Estado y jefe del Gobierno, de suerte que éste siempre represente a la mayoría. Transparentar las coaliciones, en lugar de los acuerdos parlamentarios que tenemos ahora, que están muy fuera del control de los ciudadanos”, etcétera. Lo curioso es que Ebrard nada diga de la principal exigencia de los mexicanos sin partido en lo referente a una reforma política: las candidaturas ciudadanas que le quiten a los partidos políticos el monopolio de la participación en los procesos electorales.
7.- Ebrard se lanza contra cualquiera que vaya a ser el candidato presidencial del PRI: “El candidato del PRI, quien sea, lo que va a representar es la oferta del regreso. No lo digo peyorativamente. Lo digo en sentido objetivo. Eso es lo que están ofreciendo, no explícitamente pero sí implícitamente. Y eso no conviene ni resuelve”. Lo chistoso es que Ebrard, siempre de la mano de Manuel Camacho, pasó más tiempo como distinguido militante del PRI del que lleva como integrante de la oposición de izquierda.
8.- Ebrard no critica al candidato del PAN porque ¡no lo ve!: “Habrá otros candidatos. Habrá que ver el PAN qué candidato o candidata tiene y qué piensa, pero yo no he visto que Acción Nacional, hasta ahora, tenga claro este planteamiento”. Ebrard sueña en que todos los panistas se harán a un lado para permitirle a él, a Marcelo, ser el candidato blanquiazul. Y los sueños, dijo el poeta, sueños son.
9.- Ebrard, desleal con el hombre al que le debe su actual cargo, se lanza contra López Obrador. Lo hace Marcelo utilizando el peor de los procedimientos, el de tratar de minimizar a su rival dentro de la izquierda. Y es que a la pregunta de qué tipo de presidente sería AMLO, Ebrard, sin caballerosidad, responde con desdén y seguramente molestia: “Habría que preguntárselo”. Carambas, Marcelo, te lo estaban preguntando a ti, no a López Obrador. Responde, no le saques la vuelta al tema.
10.- Lo que sí dice Ebrard es que se considera mejor prospecto presidencial que Andrés Manuel López Obrador porque él, Ebrard, se ha formado como burócrata (que para Marcelo sería mejor currículum que el de líder social de AMLO, supongo): “Yo me he formado pensando en cómo gobernar”. Lo único que yo no presumiría es una carrera totalmente realizada en la burocracia, en la que no hay grandeza ni productividad, en la que solo abundan el papeleo y la ineficacia.
11.- Ebrard presume de que, gracias a él, el Distrito Federal “tiene un papel muy relevante en el plano internacional”. ¿Es así? Por favor. Casi no se habla de la Ciudad de México en el extranjero, excepto en publicaciones pagadas.
12.- Cuando le preguntan a Ebrard por el papel de Elba Esther Gordillo en el próximo gobierno en el caso, improbable en mi opinión, de que él fuera presidente, no responde nada. Se va por las generalidades acerca del sistema educativo. Pero de Elba, muy amiga de él, nada. ¿Y así quiere ser un candidato creíble para la izquierda que busca el cambio?
jueves, 7 de julio de 2011
Lo que debe hacer Andrés Manuel
Desde luego, Andrés Manuel López Obrador no tiene la culpa del triunfo priista del domingo pasado. Ni es tampoco el gran derrotado en los comicios de este año. Eso solo lo pueden afirmar la propaganda panista, los integrantes del equipo de Marcelo Ebrard y los chuchos del PRD. Si hubiese que hablar de un perdedor, ese "privilegio" le correspondería a Felipe Calderón cuyo partido quedó en un tristísimo tercer lugar en el Estado de México, algo que muy bien pudiera interpretarse como un voto de castigo al mal desempeño del gobierno federal.
De hecho, la gran crisis política que se ha presentado en México después de las elecciones de 2011, el enfrentamiento entre Elba Esther Gordillo y Miguel Ángel Yunes viene a darle la razón a López Obrador en su rechazo a las alianzas. Queda claro luego de las acusaciones que Gordillo y Yunes se han lanzado, que el PRI y el PAN son grupos en pugna de la misma mafia política, corrupta, autoritaria y muy poco interesada en el bienestar de los ciudadanos.
Está claro que una izquierda que se respete y que aspire a gobernar basada en principios y no en intereses no puede pactar con un partido como el PAN que tiene entre sus filas a alguien como el señor Yunes, miembro destacadísimo que ha llegado a acuerdos para formar gobierno con alguien como Elba Esther Gordillo.
Muy bien, la izquierda debe ir sola a las elecciones de 2012. Convencida estoy de que López Obrador será el candidato presidencial de los partidos de izquierda el próximo año. La pregunta que me hago, y que se hace mucha gente, es la de cómo podrá Andrés Manuel obtener el 10% de votos que le hacen falta para ser competitivo frente al poderosísimo PRI.
La respuesta que me doy a la anterior pregunta creo que es muy sencilla: un cambio profundo en la estrategia lopezobradorista. Hablo de algo mucho más elaborado que cambiar el discurso, reunirse con empresarios y mejorar sus propuestas de gobierno.
López Obrador ya ha cambiado su discurso, y qué bueno. Pero no es suficiente. Andrés Manuel tiene tiempo reuniéndose con empresarios, y le ha ido muy bien con ellos. Pero no es suficiente. Andrés Manuel es el único que ha presentado un programa de gobierno en el que han participado muy importantes académicos e intelectuales mexicanos. Pero no es suficiente. AMLO necesita, en mi opinión, para superar la campaña de desprestigio en su contra que lleva ya varios años, ir a una gran alianza.
Pienso en una alianza política, sí. En una alianza electoral, sin duda. En una alianza con instituciones y ciudadanos que no piensen como Andrés Manuel y sus seguidores. En una alianza con los que son diferentes. Pero no me estoy refiriendo a una alianza con partidos políticos, como el PAN, evidentemente dominados por burocracias que responden más a intereses que a principios.
La alianza que con urgencia debe buscar López Obrador, si quiere llegar al 2012 con posibilidades de triunfo, es con las clases medias y con sus líderes morales. No hablo de líderes religiosos, o no necesariamente. Hablo de todos esos personajes que son escuchados y respetados en las escuelas, las universidades, las cámaras empresariales, los clubes deportivos, las asociaciones profesionales, etc.
Andrés Manuel debe identificar a esos líderes, en su equipo sobra gente capaz de hacerlo, buscarlos, dialogar con ellos, y comprometerse abiertamente a dos cosas: la primera, integrar a los líderes de las clases medias a su gobierno si gana las presidenciales; la segunda, que no habrá espacio en el gobierno de López Obrador ni para los izquierdistas con imagen de corruptos como René Bejarano ni para los radicales que no se han dado cuenta de la caída del muro de Berlín ni del fracaso al finalizar los 80 del siglo pasado del "socialismo real".
Para volverse creíble ante los líderes de las clases medias y antes de dialogar con ellos, López Obrador tiene que acercarse a izquierdistas prestigiados del extranjero como Lula, al mismo tiempo que sin complejos decir que ni se parece ni está de acuerdo con izquierdistas autoritarios y malos gobernantes como Hugo Chávez y los hermanos Castro de Cuba.
Si Andrés Manuel no hace algo como lo aquí planteado, que entiendo le generará fuertes críticas entre sus partidarios, no le veo muchas posibilidades de ganar en 2012, lo que no deja de ser una pena.
De hecho, la gran crisis política que se ha presentado en México después de las elecciones de 2011, el enfrentamiento entre Elba Esther Gordillo y Miguel Ángel Yunes viene a darle la razón a López Obrador en su rechazo a las alianzas. Queda claro luego de las acusaciones que Gordillo y Yunes se han lanzado, que el PRI y el PAN son grupos en pugna de la misma mafia política, corrupta, autoritaria y muy poco interesada en el bienestar de los ciudadanos.
Está claro que una izquierda que se respete y que aspire a gobernar basada en principios y no en intereses no puede pactar con un partido como el PAN que tiene entre sus filas a alguien como el señor Yunes, miembro destacadísimo que ha llegado a acuerdos para formar gobierno con alguien como Elba Esther Gordillo.
Muy bien, la izquierda debe ir sola a las elecciones de 2012. Convencida estoy de que López Obrador será el candidato presidencial de los partidos de izquierda el próximo año. La pregunta que me hago, y que se hace mucha gente, es la de cómo podrá Andrés Manuel obtener el 10% de votos que le hacen falta para ser competitivo frente al poderosísimo PRI.
La respuesta que me doy a la anterior pregunta creo que es muy sencilla: un cambio profundo en la estrategia lopezobradorista. Hablo de algo mucho más elaborado que cambiar el discurso, reunirse con empresarios y mejorar sus propuestas de gobierno.
López Obrador ya ha cambiado su discurso, y qué bueno. Pero no es suficiente. Andrés Manuel tiene tiempo reuniéndose con empresarios, y le ha ido muy bien con ellos. Pero no es suficiente. Andrés Manuel es el único que ha presentado un programa de gobierno en el que han participado muy importantes académicos e intelectuales mexicanos. Pero no es suficiente. AMLO necesita, en mi opinión, para superar la campaña de desprestigio en su contra que lleva ya varios años, ir a una gran alianza.
Pienso en una alianza política, sí. En una alianza electoral, sin duda. En una alianza con instituciones y ciudadanos que no piensen como Andrés Manuel y sus seguidores. En una alianza con los que son diferentes. Pero no me estoy refiriendo a una alianza con partidos políticos, como el PAN, evidentemente dominados por burocracias que responden más a intereses que a principios.
La alianza que con urgencia debe buscar López Obrador, si quiere llegar al 2012 con posibilidades de triunfo, es con las clases medias y con sus líderes morales. No hablo de líderes religiosos, o no necesariamente. Hablo de todos esos personajes que son escuchados y respetados en las escuelas, las universidades, las cámaras empresariales, los clubes deportivos, las asociaciones profesionales, etc.
Andrés Manuel debe identificar a esos líderes, en su equipo sobra gente capaz de hacerlo, buscarlos, dialogar con ellos, y comprometerse abiertamente a dos cosas: la primera, integrar a los líderes de las clases medias a su gobierno si gana las presidenciales; la segunda, que no habrá espacio en el gobierno de López Obrador ni para los izquierdistas con imagen de corruptos como René Bejarano ni para los radicales que no se han dado cuenta de la caída del muro de Berlín ni del fracaso al finalizar los 80 del siglo pasado del "socialismo real".
Para volverse creíble ante los líderes de las clases medias y antes de dialogar con ellos, López Obrador tiene que acercarse a izquierdistas prestigiados del extranjero como Lula, al mismo tiempo que sin complejos decir que ni se parece ni está de acuerdo con izquierdistas autoritarios y malos gobernantes como Hugo Chávez y los hermanos Castro de Cuba.
Si Andrés Manuel no hace algo como lo aquí planteado, que entiendo le generará fuertes críticas entre sus partidarios, no le veo muchas posibilidades de ganar en 2012, lo que no deja de ser una pena.
miércoles, 29 de junio de 2011
Elba Esther: La confesión
Ha dicho ahora la líder del sindicato de maestros, Elba Esther Gordillo, que en 2006 apoyó la candidatura de Felipe Calderón Hinojosa a cambio de un arreglo político que incluyó cargos y posiciones diversas en el gobierno federal.
Eso no es nuevo, claro que no. Ya lo había denunciado, desde los tiempos del plantón de Reforma, Andrés Manuel López Obrador. Pero si hoy es noticia relevante en todas partes se debe a que la propia Elba Esther lo ha confesado.
Debido a ese acuerdo, dijo la maestra Gordillo, Roberto Campa ingresó al Sistema Nacional de Seguridad Pública, Francisco Yáñez a la Lotería Nacional y Miguel Ángel Yunes al ISSSTE.
Elba Esther añadió:
“Mea culpa, mea culpa. Vino la sucesión y llegamos al acuerdo de ir con el Presidente Calderón por la Presidencia de la República, previos arreglos de orden político que no deben avergonzar a nadie, a mí no me avergüenzan, yo hago política. Pero no eran para satisfacer mis ambiciones personales, ni de mi gremio, sino para que aquellos que trabajaban en Nueva Alianza tuvieran un espacio político y pudieran seguirse desarrollando, y esto es legítimo”.
Ahora, todo el mundo lo sabe, la maestra Elba Esther Gordillo apoya al priista Enrique Peña Nieto, lo que seguramente tampoco le avergüenza.
¿Qué le dará Peña Nieto a Elba Esther en caso de que el actual gobernador del Estado de México llegue a la presidencia de México? Como mínimo, los mismos cargos que le dio Calderón.
No voy a criticar los métodos de la maestra. Solo diré que, en lo personal, me parecen excesivamente pragmáticos, escasamente basados en la ética política y de ninguna manera recomendables si lo que se quiere es cambiar al sistema político mexicano que, en mi opinión, ya no funciona.
Lo que diré es que, en el ejercicio de la política, lo que prefiero es otra cosa: una conducta más basada en principios y menos en intereses, más orientada a la moral que a los cargos públicos, más idealista que enfocada a las ganancias electorales de corto plazo.
Elba Esther Gordillo ha sido, sin lugar a dudas, la mujer más poderosa en México en los últimos años. De esto no puede haber la menor duda. Su poder, gigantesco, lo fundamenta en su capacidad para ganar elecciones con su ejército de maestros bien adiestrados en materia comicial. Pero lo que ella no ha sido, claro que no, es una mujer idealista. Por lo mismo, no ha sido la más admirable.
lunes, 16 de mayo de 2011
De Eruviel, Calderón, Elba Esther y ese periodismo
Una foto aparecida hoy en las versiones impresas de varios rotativos, otra de las 7:53 de la mañana publicada en distintos sitios web informativos y el escrito de un conocido periodista que tiene su propio programa de radio, su columna, su noticiero de televisión y que disfruta la dicha inicua de participar cada miércoles en esa maravilla de la objetividad periodística llamada "Tercer Grado" en Televisa, ilustran a la perfección la tragedia política, cultural y social que mantiene en la ruina a nuestro país.
En la foto impresa Felipe Calderón escribe en el pizarrón de una escuela mexicana cualquiera y a su lado Elba Esther Gordillo le aplaude; en las páginas web Eruviel Ávila aparece firmando el primero de 6 mil compromisos que establecerá en su campaña, y en su columna de hoy lunes Ciro Gómez Leyva, siempre tan ponderado, se pregunta sorprendidísimo quién inventó a Eruviel, habida cuenta que este parece ser el político ideal.
Ayer, el diario Reforma publicó un estudio en el que "la mayoría de los profesores encuestados considera que el sindicato de maestros debería tener un nuevo líder". Los datos son simple y sencillamente contundentes. A la pregunta de si Elba Esther debería dejar el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el 84% respondió que sí. Y a la pregunta de si la influencia política de la maestra Gordillo perjudica o beneficia al magisterio el 64% respondió que lo perjudica.
Esos datos hablan de la falta de sensibilidad de Felipe Calderón, de su absoluto desprecio por la opinión de los maestros o de sus compromisos con Elba Esther Gordillo que, por lo visto en la mencionada foto en la que ambos aparecen, deben ser tan fuertes como inconfesables.
Porque si con esas estadísticas Calderón no le sacó la vuelta a la señora Gordillo en el día del maestro, está claro que la alianza entre ellos es indestructible y necesariamente perjudicial para el país.
Que Eruviel vaya a firmar 6 mil compromisos en su campaña no me parece noticia por ningún motivo, y menos aún noticia a destacar en los espacios periodísticos. Así que si hoy lunes varias páginas web informativas de las más importantes amanecieron con Eruviel Ávila presumiendo lo anterior, debemos estar ciertos de que eso no es periodismo, sino propaganda.
El mal periodismo, es decir, el entregado al poder no por convicción, que pudiera haberla, sino por proteger intereses abiertamente comerciales, le causa tanto daño a México como el mal gobierno. De hecho, el uno no puede darse sin el otro. En los regímenes autoritarios, como el mexicano (nuestra democracia nació en el año 2000 y tuvo una vida muy corta) el poder antes de recurrir a la violencia para sostenerse, invierte enormes recursos en propaganda, en la difusión de mentiras, de virtudes inexistentes de los funcionarios, de ataques a los opositores.
He escrito anteriormente en mi blog acerca de lo triste que es que un periodista hace diez años independiente, libre, objetivo y hasta rebelde como Ciro Gómez Leyva, dedique hoy su trabajo a elogiar a políticos con poder o a denostar a los enemigos del sistema. Pues bien, leo la columna del señor Gómez Leyva y me voy de espaldas: pregunta quién descubrió a ese gran político con rostro humano llamado Eruviel Évila. De plano...
Si he escrito repetidas veces sobre Ciro Gómez Leyva se debe a lo mucho que admiré su trabajo en el Canal 40 original. Hizo el primer gran reportaje para denunciar al padre Maciel cuando este personaje era absolutamente poderoso en México. Condujo el noticiero más libre que ha conocido la televisión mexicana. Publicó grandes textos contra el poder sin medir las consecuencias. Lo hizo al lado de Denise Maerker, en una época en la que el atrevido payaso Brozo se convirtió en un líder de opinión por decir simple y sencillamente la verdad.
Se extraña a esos periodistas. A esos, los de antes. Porque el Brozo, la Denise y el Ciro de hoy, tan domesticados y alineados, nadie los necesita, excepto el poder para perpetuarse, y nadie los va a extrañar cuando el mismo poder termine de exprimirlos y los deseche.
Siempre hay tiempo para rectificar. Nunca es demasiado tarde para nada. Ojalá los periodistas mencionados vuelvan a sus orígenes.
En la foto impresa Felipe Calderón escribe en el pizarrón de una escuela mexicana cualquiera y a su lado Elba Esther Gordillo le aplaude; en las páginas web Eruviel Ávila aparece firmando el primero de 6 mil compromisos que establecerá en su campaña, y en su columna de hoy lunes Ciro Gómez Leyva, siempre tan ponderado, se pregunta sorprendidísimo quién inventó a Eruviel, habida cuenta que este parece ser el político ideal.
Ayer, el diario Reforma publicó un estudio en el que "la mayoría de los profesores encuestados considera que el sindicato de maestros debería tener un nuevo líder". Los datos son simple y sencillamente contundentes. A la pregunta de si Elba Esther debería dejar el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el 84% respondió que sí. Y a la pregunta de si la influencia política de la maestra Gordillo perjudica o beneficia al magisterio el 64% respondió que lo perjudica.
Esos datos hablan de la falta de sensibilidad de Felipe Calderón, de su absoluto desprecio por la opinión de los maestros o de sus compromisos con Elba Esther Gordillo que, por lo visto en la mencionada foto en la que ambos aparecen, deben ser tan fuertes como inconfesables.
Porque si con esas estadísticas Calderón no le sacó la vuelta a la señora Gordillo en el día del maestro, está claro que la alianza entre ellos es indestructible y necesariamente perjudicial para el país.
Que Eruviel vaya a firmar 6 mil compromisos en su campaña no me parece noticia por ningún motivo, y menos aún noticia a destacar en los espacios periodísticos. Así que si hoy lunes varias páginas web informativas de las más importantes amanecieron con Eruviel Ávila presumiendo lo anterior, debemos estar ciertos de que eso no es periodismo, sino propaganda.
El mal periodismo, es decir, el entregado al poder no por convicción, que pudiera haberla, sino por proteger intereses abiertamente comerciales, le causa tanto daño a México como el mal gobierno. De hecho, el uno no puede darse sin el otro. En los regímenes autoritarios, como el mexicano (nuestra democracia nació en el año 2000 y tuvo una vida muy corta) el poder antes de recurrir a la violencia para sostenerse, invierte enormes recursos en propaganda, en la difusión de mentiras, de virtudes inexistentes de los funcionarios, de ataques a los opositores.
He escrito anteriormente en mi blog acerca de lo triste que es que un periodista hace diez años independiente, libre, objetivo y hasta rebelde como Ciro Gómez Leyva, dedique hoy su trabajo a elogiar a políticos con poder o a denostar a los enemigos del sistema. Pues bien, leo la columna del señor Gómez Leyva y me voy de espaldas: pregunta quién descubrió a ese gran político con rostro humano llamado Eruviel Évila. De plano...
Si he escrito repetidas veces sobre Ciro Gómez Leyva se debe a lo mucho que admiré su trabajo en el Canal 40 original. Hizo el primer gran reportaje para denunciar al padre Maciel cuando este personaje era absolutamente poderoso en México. Condujo el noticiero más libre que ha conocido la televisión mexicana. Publicó grandes textos contra el poder sin medir las consecuencias. Lo hizo al lado de Denise Maerker, en una época en la que el atrevido payaso Brozo se convirtió en un líder de opinión por decir simple y sencillamente la verdad.
Se extraña a esos periodistas. A esos, los de antes. Porque el Brozo, la Denise y el Ciro de hoy, tan domesticados y alineados, nadie los necesita, excepto el poder para perpetuarse, y nadie los va a extrañar cuando el mismo poder termine de exprimirlos y los deseche.
Siempre hay tiempo para rectificar. Nunca es demasiado tarde para nada. Ojalá los periodistas mencionados vuelvan a sus orígenes.
lunes, 11 de abril de 2011
Alejandro Encinas: ¿elegible o no?
El día de ayer se prestó para muchas cosas. Una de ellas: analizar la situación en el Estado de México. Recibí mensajes de algunas personas preguntando mi opinión respecto al tema y otras peticiones de que escribiera sobre esto.
En seguida mis puntos en un breve análisis que hago para ustedes:
1. No pudieron con AMLO. Ni Ebrard ni Calderón ni los chuchos. Probó AMLO tener más habilidad política que los anteriores.
2. Como partido, el PRI arranca en primer lugar, el PRD-PT-Convergencia en segundo y el PAN en tercero.
3. Como candidato, Encinas arranca en primer lugar, Eruviel en segundo y Bravo Mena en tercero.
4. En la combinación partido-candidato, será un duelo cerrado entre el PRI y el PRD-PT-Convergencia, con ventaja para el PRI que cuenta con el apoyo de la maestra Elba Esther Gordillo. El PAN está condenado al último lugar.
5. El problema real del PRD-PT-Convergencia es la elegibilidad de Encinas, quien quizá no cumple con el requisito de la residencia. Hay un embrollo legal que quién sabe cómo se superará.
6. Yeidckol está en la banca, a la espera de que Encinas sea aceptado o no en caso de haber impugnaciones ante el Trife. Yeidckol pidió licencia en el Senado para ser elegible.
Mi conclusion: el PRI lleva todas las de ganar, sobre todo si Encinas no es elegible. Y el que tiene todas las de perder es el PAN, que va que vuela para un lejano tercer lugar.
lunes, 28 de marzo de 2011
Eruviel, salinista y elbista, pero…
En su blog personal, el candidato del PRI al gobierno del Estado de México, Eruviel Ávila, lanza una invitación: “Conóceme”.
En mi caso, como en el de muchas personas más o menos informadas acerca de la política mexicana, yo ya lo conocía. Es decir, estoy enterada de los datos más importantes de su biografía. Los suficientes como para formarme una opinión acerca del señor candidato, que la tengo, que ciertamente no es la mejor que me he hecho de un político y que daré a conocer en este texto.
Pero, por si algo relevante se me había escapado de su biografía, revisé el blog de don Eruviel en el que nos invita a conocerle. Y esto es lo que hallé:
1.- Nació el primero de mayo de 1969 en el pueblo de San Pedro Xalostoc, Ecatepec, Estado de México.
2.- Proviene de una familia humilde y trabajadora. Creo que el origen “humilde” nadie lo debería presumir, si no por otra cosa, porque quienes lo hacen normalmente lo que pretenden es mostrar superioridad (“Vean de dónde vengo y hasta dónde he llegado”) o bien lo que exhiben es un lamentable y aun peligroso resentimiento social.
3.- Su padre, ya fallecido, manejaba un camión de pasajeros y le enseñó el oficio de cortador de vidrios. Su madre se dedica al hogar. Tiene cuatro hijos, creo que no está casado, algo que no aclara en su blog personal, lo que es una falta ya que el político, sin duda, por vivir del dinero público, no puede ocultar datos tan relevantes acerca de su biografía.
4.- Presume un doctorado en la UNAM, pero no aclara que su licenciatura es de la UNITEC, de la que sí dice que fue profesor. Aquí hay otra falta, ya que claramente le avergüenza su paso por una universidad que no se encuentra entre las más acreditadas del país.
5.- En 1994 fue secretario del ayuntamiento de Ecatepec, después diputado local, subsecretario de gobierno en el Edomex, alcalde de Ecatepec dos veces, presidente del PRI mexiquense y escribió un libro (“La Creación de la Corte Constitucional del Estado de México”) editado por el congreso local, que ciertamente no es una casa editorial de primer nivel. Es decir, se trata de un político de alcances ciento por ciento locales, lo que es bueno y malo al mismo tiempo. Bueno porque conoce los problemas de su comunidad; malo porque evidentemente no tiene una mentalidad más global, necesaria en la actualidad para enfrentar con éxito los problemas de una entidad tan grande y compleja como la mexiquense.
6.- Le gustan los Beatles, Robbie Williams, Francisco Céspedes, Frank Sinatra, Cranberries, Tom Janes, Queen, La Unión, Patricia Kaas, Madonna, Caetano Veloso, José José, John Lenon, José Alfredo Jiménez, Miguel Mateos, Pablo Milanés, Pepe Aguilar, Pink Floyd, Soda Stereo y Vicente Fernández. No son malos cantantes, pero es una pena que entre lo que le gusta escuchar no haya música culta o clásica. Sería deseable que todos los políticos fueran personas cultas, pero no es el caso de don Eruviel.
7.- Sus películas favoritas son Nosotros los pobres, Titanic y Blade Runner. La misma cosa, no hay en Eruviel Ávila gusto por el cine de arte.
8.- Los libros que más le han impactado son La Biblia, Don Quijote de la Mancha y 100 Años de Soledad. No son malas historias de ficción, pero la población ganaría en conocimiento del personaje si este fuera capaz de mencionar entre sus libros favoritos algún ensayo filosófico, económico o histórico.
9.- En la TV le gusta sintonizar, con buen gusto, History Channel, Discovery, National Geographic, Animal Planet y Dr. House, y con mal gusto, como todos los políticos, se la pasa pagado a la pantalla viendo los noticieros mexicanos que no son paradigmas de objetividad periodística. No menciona qué periódicos lee, tal vez porque solo ve las síntesis que le preparan sus subordinados.
10.- Don Pedro es su peluquero personal, lo que ojalá sirva ahora a don Pedro para conseguir más y mejores clientes.
11.- En su blog dice que Luis Donaldo Colosio es su ejemplo a seguir, lo que hasta cierto punto es normal en los políticos de la generación de don Eruviel.
Hasta ahí su biografía tal como el mismo candidato priista la presenta. Pero, carambas, don Eruviel Ávila no se atreve a mencionar a los dos políticos que más lo apoyan (Elba Esther Gordillo y Carlos Salinas de Gortari) y a los que debe su candidatura tanto o más que al gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto.
¿Por qué oculta sus relaciones políticas con Elba Esther y Salinas? Porque seguramente le da pena, lo que por supuesto es del todo comprensible. Pero esta omisión, de arranque, lo descalifica. Ya que se está presentando ante la gente como un político sencillo de un pueblo del Estado de México cuando, en realidad, es un alfil de dos de los personajes de poder más temibles que hay en México.
Evidentemente, si los electores del Estado de México supieran que detrás de Eruviel Ávila están Carlos Salinas de Gortari y Elba Esther Gordillo, no le darían mayoritariamente el voto. Por eso oculta tales relaciones… Pero así no, ya no de esa manera. Ya basta de que los políticos en campaña oculten lo que en realidad son.
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