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viernes, 15 de julio de 2011

Fernando Belaunzarán responde

El día de ayer, 14 de julio, publiqué una columna relacionada con una nota del diario Reforma, en la que se hablaba de las aspiraciones presidenciales de Andrés Manuel López Obrador. Según fuentes de Reforma, AMLO habría dicho frente a coordinadores de Morena que él va a ser candidato en 2012 de uno, de dos o de tres partidos políticos. Anticipando críticas de rivales políticos de López Obrador dentro del PRD dije que retaba a un debate, por Twitter, al señor Fernando Belaunzarán de la corriente nueva izquierda del perredismo, quien desde hace años es uno de los más fuertes críticos del tabasqueño.

Este debate se celebrará el lunes a las 11 de la mañana en la red social de internet. Como un preámbulo Belaunzarán me ha enviado, pidiendo derecho de réplica, una respuesta a mi columna. Aquí la publico:



viernes 15 de julio de 2011

RESPUESTA A NATALIA COLMENARES

Fernando Belaunzarán
Twitter: @ferbelaunzaran

El día de ayer, 14 de julio, Natalia Colmenares publicó en su blog y en el diario digital SDP un artículo sobre lo publicado en el periódico Reforma en relación a lo dicho por Andrés Manuel López Obrador a “los coordinadores de su movimiento en todo el país”, en el sentido de que él estará en la boleta de la elección presidencial de cualquier manera, a pesar del acuerdo que tiene con Marcelo Ebrard de realizar dos debates y tres encuestas para determinar al “candidato único” de la izquierda. En dicho texto hace referencia a mi persona, a lo que ella piensa que pienso, siento y haré, y me invita a debatir por twitter. El escrito se llama “Sobre AMLO ‘sí o sí’ y el debate con @ferbelaunzaran”, el cual se puede consultar en la siguiente dirección electrónica: http://www.natcolmenares.com/2011/07/sobre-amlo-si-o-si-y-el-debate-con.html

En dicho texto, Natalia expresa sus razones de por qué considera que AMLO debe ser candidato a la presidencia y es comparativamente superior a Marcelo Ebrard, pero le da la vuelta al punto fundamental de lo publicado por Reforma: La intención del excandidato presidencial para no cumplir con su palabra empeñada, que incluso es un pacto -según él mismo ha hecho público- de ir a un proceso de selección con su sucesor en la jefatura de Gobierno del DF.

Para tratar de justificar esa actitud de López Obrador, Colmenares adelanta un eventual conflicto para determinar al universo de los que debieran elegir al candidato en las encuestas acordadas. Nos dice que habrá lo que no puede si no considerarse un debate tan absurdo como insólito, pues nunca antes había sido un punto de discusión. Ella considera que sólo se debe considerar la opinión de aquellos que se consideren de izquierda, para que no vayan a decidirlo “príistas” o “panistas”, es decir, reducir el universo de encuestados al 15%, aproximadamente, de la población. En ninguna encuesta hecha por el PRD, incluyendo las que hizo AMLO siendo su presidente nacional o las que acordó hacer para determinar candidaturas en el 2000 en el DF o en todo el país en el 2006, se decidió la candidatura con ese criterio. Y es obvio el por qué. Los que pueden votar son todos los ciudadanos y el objetivo de este mecanismo es definir quién es el más competitivo.

Como la misma Natalia reconoce, AMLO es más fuerte en el voto duro de la izquierda, pero en la población en general no es así, y hoy existe un empate técnico entre los dos precandidatos, es decir, Marcelo tiene más presencia entre los indecisos, por eso es que lo empareja, y son éstos los que deciden la elección. Además, mientras Andrés Manuel carga con una losa de rechazo –más de un tercio de los ciudadanos afirma que nunca votaría por él-, Ebrard no tiene, ni de cerca, ese lastre. López Obrador está en una situación similar a la de Roberto Madrazo hacia el 2006: el voto duro consolidado, pero con un rechazo tan grande que no le permite tener posibilidades de triunfo.

Supongamos que se le cumple el escenario a AMLO, aquel que pregonaba antes de las elecciones del Estado de México y con el cual justificaba su polémica estrategia en esa entidad: un PAN caído y la polarización electoral entre Enrique Peña Nieto y él. ¿Para quién sería el voto útil? El rechazo al tabasqueño en las encuestas indica que favorecería al mexiquense y también la lógica. ¿Alguien piensa que el voto panista se iría con el Andrés Manuel? Ese es el escenario ideal para Peña Nieto, porque el voto antipeje es hoy más grande que el voto antipri.

Para decirlo con toda claridad, Andrés Manuel López Obrador no tiene ninguna posibilidad de ganar la elección presidencial del 2012 y él lo sabe porque entiende de encuestas. Además, los resultados en el Estado de México son un presagio de lo que le espera si es candidato. En 2006, López Obrador tuvo más de 2 millones y medio de votos y en 2011 Alejando Encinas tuvo aproximadamente un millón. ¿A dónde se fue el 60% de sus sufragantes? ¿Por qué los que votaron por él en la elección presidencial no lo hicieron por Encinas cinco años más tarde? ¿No es evidente para todos los ciudadanos la identidad de Alejandro con Andrés Manuel? Aquí debiera haber autocrítica, pero en lugar de eso, el pejismo reparte culpas sin ton ni son. Colmenares afirma que “es absurdo” responsabilizar a AMLO por lo ocurrido en Edomex a pesar de que se hizo lo que él quiso: sólo PRD, PT y Convergencia y con el candidato que propuso -quien hizo buen papel, por cierto.

Un dato más. Natalia hace suya la queja de AMLO contra los medios por responsabilizarlo de lo ocurrido en el Estado de México. Pero si haber reventado la alianza con el PAN, determinar coalición y candidato no les parece suficiente para tener responsabilidad, quizás la memoria contribuya: el propio político tabasqueño afirmo que él sería el responsable en caso de derrota es esa entidad (Milenio, nota de Arturo Morales, 3 de abril de 2011). Aclaro que si demando una autocrítica seria sobre lo ocurrido no es para avivar la lucha interna sino para corregir lo que se ha hecho mal, para no cometer los mismos errores. Si todo es culpa de la mafia, entonces no falló la estrategia. Eso es autoengañarse.

Y hablando de autoengaños. Colmenares afirma que AMLO debe ser candidato, entre otras cosas, porque ahora tiene una estructura que no tenía en el 2006, avalando así el dicho del tabasqueño. Es falso. Andrés tuvo en esa fecha a su disposición el PRD y lo marginó de la cobertura de casillas y de la promoción del voto. Hizo estructuras paralelas que no sirvieron. Un fraude comprobado fue el que le hizo su amigo, Alberto Pérez Mendoza, quien rechazó miles y miles de propuestas de perredistas para representantes. En efecto, Pérez Mendoza registro al (casi) 100% -y hasta les pagó, dice-, pero la mitad no se presentó. Tuve que salir al quite como representante distrital en Sonora con sólo el 30% de las actas. Y sospecho que algo similar ocurre con Morena. ¿Cuánto pesó esa organización en el Estado de México? Los votos de Encinas son prácticamente los mismos que la suma de los que tuvieron PRD, PT y Convergencia en el 2009. Mucho me temo que la inmensa mayoría son militantes de alguno de los partidos y hay poco ciudadanos.

Natalia se imagina que yo iba a estar furioso por lo dado a conocer en Reforma. Se equivocó. Lo ahí publicado confirma lo que he dicho desde hace mucho. La verdad es que en México pocos se sorprenderían de que AMLO fuera candidato a pesar de que eso significara incumplir con su palabra. Se lo dije a Federico Arreola desde el martes que abrió fuego contra Manuel Camacho y Marcelo Ebrad, un día después, por cierto, de la citada reunión. Escribí hace años que su frase “el mejor posicionado” era el equivalente a la de “que me den por muerto”. Y así será con la de “mi última elección es la del 2012”, pues Andrés Manuel sabe que no gana ésta, pero quiere prevalecer para la siguiente. La candidatura la busca para mantenerse como símbolo, para seguir siendo el principal opositor, para hacer de su movimiento un partido, su partido. Pero ninguna causa personal vale el regreso del viejo régimen e hipotecar el futuro de los mexicanos.

También se equivoca Colmenares en calificarme como perredista “antipejista”. Con ello expresa la incapacidad del pejismo para aceptar que Andrés Manuel es sujeto, como cualquier otro mortal, a la crítica. La razón de mis cuestionamientos al excandidato presidencial ha sido prolijamente señalada, analizada y sustentada por un servidor: el establecimiento de una estrategia desastrosa para la izquierda que empezó con el cierre de Reforma y que, a pesar de los pésimos resultados, se mantiene hasta la fecha y que en buena parte explica los 40 puntos de diferencia en el Estado de México. Por eso me he permitido hacer una analogía con la estrategia de Calderón que igualmente se mantiene tras cuarenta mil muertos y sin reducir ni el consumo ni el negocio de la droga. En cualquier país del mundo, ante las fallas de un gobierno, la gente voltea a ver al principal opositor. Pero en México en lugar de ver a López Obrador, voltearon a ver al pasado porque la estrategia de confrontación total que ha llevado el Peje lo anuló como opción y le abrió paso al PRI. Por eso no me puedo quedar callado. Si él rectifica, por supuesto que lo reconoceré, como reconozco sus méritos; por ejemplo el de poner en primer plano la terrible desigualdad en México y los insultantes privilegios que goza una casta política y económica.

Sobre el “debate” que me propuso Natalia Colmenares, lo acepté de buena gana, aunque hice esfuerzos junto con otros tuiteros para que éste se llevara por video y se diera de una manera más ordenada, plena y sustanciosa. Incluso hubo gentiles ofrecimientos para subirlo a la red y transmitirlo en vivo, como la de “redsieteradio”, pero ella insistió en que sólo fuera un intercambio de tuits. Acepté porque siempre será mejor dialogar a no hacerlo. Así que nos veremos el próximo lunes a las 11 am en el twitter para intercambiar opiniones y argumentos sobre “la forma en la que el PRD elegirá a su candidato (presidencial)”. El hashtag para seguirlo será #izquierda2012.

Sólo me resta reconocer y agradecer a Natalia Colmenares por sus argumentos expresados con respeto, así como por su contribución a un debate necesario en la izquierda.

Fernando Belaunzarán

jueves, 14 de julio de 2011

Sobre AMLO "sí o sí" y el debate con @ferbelaunzaran


Hoy jueves el diario Reforma dedica a Andrés Manuel López Obrador una de sus notas principales: “Seré candidato sí o sí.- AMLO” (http://www.reforma.com/nacional/articulo/616/1230260/). La firman Erika Hernández y Claudia Guerrero y narra una reunión que el famoso Peje sostuvo con coordinadores de su movimiento de todo el país.

Según las reporteras, Andrés Manuel dijo que “en cualquier escenario, él será candidato a la Presidencia de la República en 2012, ya sea por uno, dos o los tres partidos de la izquierda”.

La información la obtuvieron las periodistas de asistentes a esa reunión que, inclusive, citaron palabras textuales de López Obrador: “No me quieren ver en las boletas, pero no les voy a dar el gusto. Voy a estar en las boletas como candidato de un partido, de dos o de tres”.

Lo será, dijo AMLO, porque en comparación con la campaña de 2006, él ahora cuenta con una estructura nacional que lo respalda, la de Morena.

Eso, en opinión de las periodistas de Reforma, contradice lo que el propio López Obrador había dicho en mayo pasado, cuando aceptó la propuesta del otro precandidato de la izquierda mexicana, Marcelo Ebrard Casaubón, de seleccionar al candidato presidencial del PRD, del PT y de Convergencia en un proceso que incluya dos debates en octubre y una encuesta en noviembre.

Se explayó López Obrador en la reunión de la que informa Reforma, hablando del “linchamiento mediático” en su contra. Dijo que a toda costa se busca crear una imagen negativa de él, y para probarlo mencionó un monitoreo de noticias realizado por su equipo, según el cual de 200 notas informativas, en 178 se le acusa de ser el responsable de la derrota de Alejandro Encinas en el Estado de México, lo que desde luego es absurdo.

A pesar de eso, López Obrador pidió a los coordinadores de Morena “no desanimarse ante resultados como los del Edomex y los llamó a intensificar esfuerzos para que a finales de año tengan 65 mil comités seccionales de Morena y 4 millones de protagonistas del cambio”.

Seguramente a perredistas que pertenecen a la corriente de los chuchos como Fernando Belaunzarán, @ferbelaunzaran en twitter, y desde luego a quienes apoyan a Ebrard les va a molestar, y mucho, la nota de Reforma. Me los puedo imaginar furiosos diciendo lindezas de AMLO al que no bajarán de antidemocrático. Pero, en este caso, López Obrador simplemente ejerce sus derechos constitucionales y para nada violenta las reglas de la democracia.

1.- López Obrador, como cualquier mexicano, tiene derecho a aspirar a ser presidente de México.

2.- AMLO fue candidato presidencial de la izquierda en 2006 y, para millones, Felipe Calderón lo derrotó recurriendo a un gran fraude electoral. Va por su segunda oportunidad, lo que no es inusual. Lula, por ejemplo, antes de llegar al poder en Brasil lo intentó varias veces.

3.- Andrés Manuel ha trabajado durante años en organizar un movimiento que tiene representantes en todos los municipios de México, algo que ninguno de los partidos de izquierda (PRD, PT y Convergencia) puede presumir.

4.- El movimiento de López Obrador, en el que participan millones de mexicanos, se ha estructurado sobre la idea, explícita o implícitamente, de que él será el candidato presidencial en 2012. Si no lo fuera, el movimiento, Morena, se desintegraría. Ni siquiera proponiéndoselo podría AMLO hacer que la gente que participa en Morena apoyase a un candidato distinto, digamos a Ebrard.

5.- Es más idealismo que obsesión por el poder decir que él será candidato de uno, de dos o de tres partidos de izquierda. Significa que, aunque el mayor partido de izquierda, el PRD, no lo apoye, él cumplirá con la que cree es su obligación política y moral. Recuerdo haber leído que Javier Sicilia dijo que, antes de salir de Cuernavaca en una de sus marchas, él cargaba la bandera y que pensó: “Si me siguen muchos, qué bueno. Si no me sigue nadie, llegaré yo solo al Zócalo del DF cargando la bandera nacional”. Claramente es lo mismo que piensa AMLO.

6.- La encuesta de noviembre. AMLO no ha dicho que no esperará el resultado de la misma. Simplemente sabe desde ahora mismo, y lo saben Ebrard y los chuchos, que supera entre los votantes de izquierda muy fácilmente a Ebrard. Los chuchos y Ebrard dirán que entre la población abierta no es así (hay una especie de empate técnico), y aquí está la diferencia que hará imposible, en mi opinión, que se pongan de acuerdo. ¿Cuál encuesta es la válida, la aplicada a priistas, panistas e izquierdistas o solo la aplicada a izquierdistas? Como se trata de elegir al candidato de izquierda para defender valores y principios de izquierda, lógicamente la encuesta válida debe ser la que solo se aplique a izquierdistas, y en esta la ventaja de AMLO sobre Ebrard es enorme, lo saben Ebrard y los chuchos. Es tan grande esa ventaja que no disminuirá en unos cuantos meses. Por eso Ebrard y los chuchos quieren una encuesta en la que se pregunte también a la gente que, en el PRI y el PAN, desprecia a AMLO. Pero eso es trampa.

7.- López Obrador, que por estrategia, cortesía y hasta por amistad y compañerismo siempre habla bien en público de Marcelo Ebrard, debe estar convencido desde hace tiempo que se equivocó al apoyarlo para llegar a la jefatura de gobierno del Distrito Federal. Porque Ebrard y, sobre todo, su aliado de toda la vida Manuel Camacho, han terminado por acercarse al PAN y a Felipe Calderón y a líderes sindicales de dudosa ética política.

8.- La evidencia mayor de que el corazón de Ebrard no es de izquierda la dio el excanciller Jorge Castañeda, el pasado domingo, en Reforma. Amigo personal de Elba Esther Gordillo, Castañeda dijo que Gordillo ve a Ebrard como el candidato de su partido, el Panal. Eso no sorprendió a nadie que sepa de las relaciones amistosas y políticas que, durante años, han mantenido en un alto nivel de cordialidad, la líder del SNTE y el actual jefe de gobierno del DF.

9.- Ojalá un perredista antipejista como @ferbelaunzaran aceptara debatir conmigo en Twitter (se la pasa pidiendo debates con todo el mundo, ahora yo se lo pido a él). Creo que puedo demostrar que los chuchos, Camacho y Ebrard son mucho menos izquierdistas y, sobre todo, mucho más pragmáticos, en el mal sentido de la palabra, que López Obrador y su gente. Veremos si @ferbelaunzaran acepta el intercambio de ideas, tuit contra tuit, en la red social.

10.- Me anima solamente la convicción de la necesidad de dialogar con respeto y en libertad.

jueves, 28 de abril de 2011

Los segundones o el síndrome Príncipe Carlos

Por lo que se ve, el príncipe Carlos de Inglaterra, que ha esperado una larga vida para ocupar el primer sitio en la monarquía británica, no llegará nunca a esa posición. Cada día más viejo, cada día más marginado, cada día menos relevante que su madre, la reina, y que sus propios hijos, Carlos parece destinado a ser el paradigma del eterno segundón. Lo bueno para él es que se ve feliz sin las responsabilidades, las obligaciones y las tensiones propias de ser el número uno.

No estoy inventando ninguna teoría con esto del síndrome del príncipe Carlos. Admito que leí una nota relacionada con tal concepto en www.expansion.com, en la que un profesor de negocios teoriza acerca del papel de los eficaces colaboradores de los líderes empresariales. Se trata de personas competentes, leales y muy trabajadoras que se contentan con cubrir las espaldas de un director general recibiendo a cambio un buen salario y magníficas prestaciones, eso sí, sin aspirar nunca a sustituirlo.

En Televisa, ahora muy de moda gracias a la señora Paula Cusi, hay un dirigente máximo y tres segundones que ganan lo que quieren y son inmensamente felices porque, en última instancia, si hay problemas terminan siendo del número uno. Es claro que el jefe en esta televisora es Emilio Azcárraga Jean y sus segundones son Bernardo Gómez, Alfonso de Angoitia y José Bastón.

El empresario fundador de El País, Jesús de Polanco, comentó un día que había podido levantar un imperio mediático gracias al talento de sus segundones, especialmente del escritor Juan Luis Cebrián, que aportaron la creatividad y que se llevaron todos los méritos intelectuales, dejándole a él, al señor Polanco, el único privilegio de siempre haber puesto el trasero para que le dieran de patadas los numerosos políticos y empresarios que se sentían lastimados por las grandiosas hazañas de sus colaboradores.

Lo anterior significa que ser segundón es cómodo, inclusive muy gratificante y en las grandes organizaciones una ocupación muy rentable que se ejerce con cierto estrés, pero no con todo el estrés que se tiene que tragar completito el número uno.

En la política abundan los segundones famosos que terminan pasándosela extraordinariamente bien porque saben servir con eficacia y lealtad a un líder que es el que recibe todos los golpes.

Un excelente segundón muy conocido entre nosotros es Emilio Gamboa Patrón. Fue un importantísimo secretario particular de Miguel de la Madrid, un leal funcionario al servicio de Carlos Salinas de Gortari, un buen colaborador de Ernesto Zedillo, un sobreviviente priista cuando el PAN llegó al poder al que no despeinaron los vientos en contra porque se puso detrás de Roberto Madrazo y es ahora uno de los políticos que, sin duda, estará en el gabinete de Enrique Peña Nieto si este llega al poder. Gamboa ha pasado por dos o tres crisis, que son poquita cosa comparadas con las tormentas que han sacudido a todos sus jefes.

Otro segundón de la política bastante famoso es Marcelo Ebrard Casaubón. El 80% de su carrera la hizo a la sombra de Manuel Camacho Solís, y cuando Camacho cayó en desgracia se las arregló para crecer como un colaborador de Andrés Manuel López Obrador. Cuando Ebrard llegó a la jefatura de gobierno del Distrito Federal parecía que al fin iba a ser un número uno, pero se topó con la obstinación de López Obrador que nunca lo dejó moverse libremente y que hasta se dio el lujo de imponerle aquel arreglo político de Juanito y Clara Brugada en Iztapalapa. Lo peor, para Ebrard, vino cuando decidió que necesitaba ayuda para independizarse de AMLO. La buscó y la encontró en su jefe de tantos años, Manuel Camacho, con lo que Marcelo perdió todavía más autonomía.

Otro segundón que siempre dio la impresión de tener madera de líder, pero que no se atrevió a serlo, es el senador Manlio Fabio Beltrones. Empezó como colaborador de don Fernando Gutiérrez Barrios, de ahí pasó al equipo de Carlos Salinas, después aceptó el liderazgo de Luis Donaldo Colosio, no se reveló cuando Ernesto Zedillo lo maltrató, se convirtió en el número dos de Roberto Madrazo luego de la derrota del PRI en el año 2000, y en el actual sexenio, cuando pudo ser el principal priista del país, se disciplinó tanto que, paralizado, permitió que Salinas y Televisa construyeran la candidatura de Enrique Peña Nieto, dejándolo a él, a Beltrones, nuevamente como un segundón.

Gran segundón de Ernesto Zedillo, con muchísimo poder en su momento, fue Liébano Saenz, quien en la sombra, oculto en la secretaría particular de Los Pinos, manejó buena parte de la política mexicana disfrutando con ello de las mieles del poder sin pagar el costo de las hieles de la responsabilidad de ser el número uno.

Segundones sobran. Les va muy bien. Trabajan, sin duda, se estresan porque saben que no deben descansar en su tarea de cuidar al líder. Pero nunca tienen las responsabilidades gigantescas que alteran la presión arterial, destruyen el estómago y desestabilizan el sistema nervioso de un número uno.

sábado, 26 de marzo de 2011

Eruviel Ávila al EdoMex, como se dijo en noviembre

“En política no hay lógica, pero sí hay jerarquías”, me dijo una vez el señor Federico Arreola y me gustó la frasecita. Tanto me gustó que, hoy quiero contarlo, siguiendo las estructuras reales de mando en el PRI pude descubrir, en noviembre del año pasado, que el alcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila (@Eruviel_Avila), iba a ser el candidato priista para suceder al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.

Dije el 9 de noviembre de 2010: “No tengo duda de que Ana Lilia Herrera empieza a crecer más que sus rivales en la búsqueda de la gubernatura del Estado de México, Ernesto Némer Álvarez, coordinador de la bancada del PRI en el Congreso local; el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Luis Videgaray; Alfredo del Mazo Maza, alcalde de Huixquilucan; el secretario general de Gobierno, Luis Enrique Miranda Nava, y el favorito de Carlos Salinas de Gortari, me dicen, Eruviel Ávila, alcalde de Ecatepec”. http://sdpnoticias.com/sdp/columna/natalia-colmenares-natcolmenares/2010/11/09/1154955

¿Eruviel el favorito de Carlos Salinas? Pues sí. Por tal motivo, el 23 de febrero de este año dije en Twitter (anexo como imagen copia de mi TL) lo siguiente:

“Mi info dice q el PRI va con @eruviel_avila para que no se vaya al PAN-PRD como Aguirre en Gro y Malova en Sinaloa”.


“El mejor posicionado del PRI en EdoMex es Eruviel Ávila, si Peña Nieto se equivoca y le da la espalda, Eruviel se va al PAN-PRD”.


Ahora, dijo ayer en Twitter @lopezdoriga1, Eruviel Ávila será “destapado” este sábado como candidato a gobernador de la entidad federativa más grande del país, el Estado de México. Mi información, al parecer, la que obtuve en noviembre de 2010, fue correcta. ¿Cómo la conseguí? Lo cuento.

Al finalizar una reunión de trabajo en www.sdpnoticias.com, le pregunté al señor Federico Arreola: “¿Quién crees que será el candidato del PRI en el Estado de México?”. Fiel a su estilo me respondió socarrón y hasta misógino, pero dándome una muy buena pista: “El PRI del Estado de México, Natalia, es algo que a mí me tiene absolutamente sin cuidado. Pero, dicen los franceses, cuando un hombre hace algo indebido si quieres encontrar al culpable, pues ¡cherchez la fem!, es decir, busca a la mujer. En este caso, busca a Salinas. El que diga Salinas ese será el candidato de Peña Nieto, y no te hagas bolas. Recuerda que si en política no hay lógica, sí jerarquías”.

No busqué a Carlos Salinas de Gortari, pero sí hablé con más de cinco personas cercanas al influyente expresidente de la república. Lo hice con un propósito definido: investigar qué pensaba el hombre que, se supone, es el poder detrás de todos los tronos, grandes y chicos, que ocupa el PRI.

Todas las personas más o menos cercanas a Salinas con las que pude hablar me dijeron que el expresidente apoyaba a Eruviel Ávila, no por afinidad o complicidad política, sino simplemente por sentido común: para evitar que, otra vez, el PRI dejara fuera al aspirante con mayor apoyo popular, de tal modo de que este quedara en libertad –como Malova, en Sinaloa , y Aguirre, en Guerrero– de irse al PAN-PRD.

Todavía no es un hecho (en política, como en futbol, hay goles de último minuto que cambian el resultado de un partido), pero parece sólida la información con la que cuenta Joaquín López-Dóriga quien, con mucha seguridad, ha afirmado que hoy será “destapado” Eruviel Ávila.

Más tarde, este día, cuando eso se confirme o no, volveré a mi blog para comentarlo. Y, también, para expresar mi punto de vista acerca de lo que pasará en el PAN-PRD y, sobre todo, con el movimiento de Andrés Manuel López Obrador que, sin duda, jugará un papel de primer orden en las elecciones mexiquenses de este año.