Juego nuevo. A partir de septiembre, en función sobre todo del resultado electoral de este año, los principales actores políticos mexicanos tienen que redefinir sus políticas de alianzas, lo que incluye consolidar o destruir viejas relaciones, establecer nuevos acuerdos y hasta realizar cambios en sus equipos de trabajo. El Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, enfrenta los siguientes retos:
1.- Pensar de nuevo su relación política con el Presidente Enrique Peña Nieto. Durante la primera parte de la administración de ambos, Mancera y Peña han colaborado muy estrechamente. Sin perder cada uno su identidad ideológica han podido trabajar coordinadamente por el bienestar de la Capital. Las ventajas para el Jefe de Gobierno han sido notables, ya que ha podido contar con apoyo para sacar adelante sus proyectos. El PRD lo entendió y lo alentó en la alianza con EPN. Pero esto lo alejó de los grupos radicales de Morena, aunque con habilidad Mancera logró mantener relaciones cordiales y de respeto con Andrés Manuel López Obrador. En la segunda etapa de su gobierno Mancera va a tener que replantear sus acuerdos con Peña Nieto. No lo veo como un opositor dogmático o arrebatado al Gobierno Federal, pero nadie se va a sorprender si Miguel Ángel Mancera empieza a marcar una sana distancia política respecto del Presidente de la República. El reto para Mancera será distanciarse -políticamente hablando, insisto- de EPN sin fracturar una positiva relación personal y quizá ya inclusive amistosa con el propio titular del Ejecutivo y con sus colaboradores, como Luis Videgaray, Miguel Ángel Osorio Chong y Aurelio Nuño, etcétera.
2.- Mancera tendrá que replantear sus relaciones con Morena, sobre todo con su sector más radical, y desde luego con López Obrador. Mancera es de izquierda, ha trabajado con AMLO, participó en un gabinete con Martí Batres, se lleva bien con Ricardo Monreal, no tiene problemas con Claudia Sheinbaum y sobre todo trabajó con todos ellos para mantener la Ciudad de México en manos de las fuerzas progresistas. La división en la izquierda entre Morena y el PRD la ha pagado Mancera sufriendo una dosis de incomprensión de parte de algunos militantes de Morena, que olvidan un dato fundamental en la biografía del Jefe de Gobierno: Mancera no es perredista ni está inscrito en ningún partido político. Hasta ahora las relaciones de Miguel Ángel Mancera con Morena han sido las de un Jefe de Gobierno de izquierda con aquellos que rompieron con el partido que los unía a todos, el PRD. En la nueva situación, Morena ya no es solamente un grupo disidente en la izquierda, sino un partido que va a gobernar en la Ciudad de México. Necesariamente tendrán que darse nuevas relaciones institucionales entre Mancera y los delegados y diputados de Morena. En este sentido a todos les conviene llevar la fiesta en paz. Y así ocurrirá. Las relaciones políticas entre el actual gobernante capitalino y Morena las tendrán que pactar, ellos dos solos y a solas, Mancera y López Obrador. Confío, porque así lo han demostrado, en que se trata de dos hombres sensatos que sabrán hacer lo que más beneficie a la Ciudad y lo que mejor ubique a la izquierda en las elecciones presidenciales del 2018.
3.- El Jefe de Gobierno está obligado a replantear de fondo sus relaciones con el partido de izquierda que hizo crisis, el PRD. Por elemental lealtad con el más importante de los partidos que lo llevó al GDF, Mancera apoyó o al menos no obstaculizó las acciones que realizaron los perredistas. Pero el PRD no resultó ser lo que parecía y prácticamente entró en la ruta de su extinción. Es muy triste decirlo así, pero el PRD derrotado este año en las urnas y al que abandonaron personajes fundamentales como López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas, entre muchos otros, es un partido sin futuro que me parece es un instrumento muy pobre para arropar al Jefe de Gobierno en la segunda etapa de su periodo. Desde luego, Mancera no puede darle la espalda al PRD. Pero tampoco puede verlo como su más trascendente relación política. El PRD todavía no es un lastre para Mancera, pero si no se reforma podría llegar a serlo. Así que el Jefe de Gobierno no tiene por qué cargar con un partido que a la hora buena se quebró.
4.- Mancera deberá estar muy atento a la suerte de los independientes que van a gobernar, como el "Bronco" Rodríguez de Nuevo León, y al surgimiento de nuevos actores políticos sin partido. Aunque llegó al GDF con una alianza de tres partidos, Mancera puede presumir de ser el primer ciudadano que gobierna una gran Ciudad, de hecho, la mayor Ciudad de nuestro país, sin militar en ningún instituto político. Bastantes analistas y hasta los independientes como el "Bronco" y Clouthier, consideran al alcalde electo de Guadalajara, Enrique Alfaro, como uno de ellos, es decir, un independiente que por necesidad tuvo que recurrir al registro de un partido. Pues bien, es el caso de Mancera. No milita en el PRD, no se va a afiliar al perredismo, no participa en Morena, nada tiene que ver con Movimiento Ciudadano y el desaparecido Partido del Trabajo, menos todavía ha colaborado con el PAN el PRI o el Partido Verde. El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México es un ciudadano sin partido, como el "Bronco", sí. Por lo tanto, si en una próxima convención de políticos independientes el "Bronco", Clouthier, Alfaro y Lorenia Canavati invitan a Mancera a dar una charla, cumplirá con el requisito básico de no tener partido. Ojo, esto de que Mancera sea independiente es algo de lo más relevante para él.
5.- Mancera tendrá que analizar, uno a uno, a los integrantes de su gabinete. No está obligado a cambiarlos, pero tampoco a mantenerlos en sus cargos. Después de tres años parece sensato revisar el funcionamiento del equipo, y es lógico que ya esté en ello. Es una tarea que solo puede realizar, casi sin ayuda, el propio Mancera.
6.- Todo lo anterior le servirá a Mancera para plantear un nuevo tipo de relación con los actores más importantes de todos, los ciudadanos, que son finalmente a los que se debe, los que mandan.
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lunes, 29 de junio de 2015
Las nuevas relaciones de @ManceraMiguelMX con @EPN y @lopezobrador_
lunes, 26 de diciembre de 2011
jueves, 24 de noviembre de 2011
Camacho
El Universal informa este día que Manuel Camacho Solis será el operador principal de la campaña electoral de Andrés Manuel López Obrador. Así lo han decidido, se supone, entre el propio López Obrador, Marcelo Ebrard y Cuauhtémoc Cárdenas.
Esa es, me parece, una pésima noticia para MORENA, ya que Camacho no solo no cree en este movimiento, sino que lo ha combatido. Nadie en MORENA, ni López Obrador, confía en Camacho, que fue el artífice del acercamiento entre Ebrard y Felipe Calderón. ¿Por qué ahora Camacho manda?
La respuesta es: por el nuevo pragmatismo de AMLO, que ojalá a la larga no le resulte contraproducente.
El pragmatismo no es malo. De hecho, es bueno. Suele dar resultados cuando se acompaña de eficiencia. Un operador electoral eficiente, sin duda, sería de gran ayuda en la campaña de Andrés Manuel López Obrador. Y si tiene muy desarrollado el sentido práctico, mejor. ¿Es Manuel Camacho ese operador? No lo creo.
Camacho es pragmático en extremo. Lo de él, sin duda, no son los principios, sino los intereses. Y es, ciertamente, muy bueno en su especialidad: la política palaciega. Pero de ahí a saber qué hacer en un proceso electoral hay una gran distancia.
Camacho pocas veces ha sido candidato y nunca ha sido un candidato que haya logrado grandes victorias.
Cuando Salinas de Gortari fue candidato a la Presidencia en 1988, no entregó la coordinación de su campaña a Camacho, a pesar de que este era el hombre de todas las confianzas de Salinas. El candidato del PRI en aquel tiempo confió más en Luis Donaldo Colosio. Por algo sería.
En el año 2000, como candidato de un partido que pudo crear, el ya desaparecido Partido del Centro Democrático, Camacho buscó la Presidencia, solo para declinar a favor de Vicente Fox cuando vio que simple y sencillamente nadie iba a votar por él.
De hecho, ese fue el año del acercamiento entre Marcelo Ebrard y López Obrador, ya que Ebrard, que buscaba la jefatura de gobierno del DF por el Partido de Centro Democrático, dejó la candidatura para apoyar a AMLO.
En 2006, Camacho fue uno de los coordinadores de la campaña de López Obrador. Lo hizo tan mal que AMLO poco a poco lo fue alejando de las decisiones importantes.
¿Ahora será el operador electoral de AMLO, como dice El Universal? Me parece una broma de mal gusto.
Esa es, me parece, una pésima noticia para MORENA, ya que Camacho no solo no cree en este movimiento, sino que lo ha combatido. Nadie en MORENA, ni López Obrador, confía en Camacho, que fue el artífice del acercamiento entre Ebrard y Felipe Calderón. ¿Por qué ahora Camacho manda?
La respuesta es: por el nuevo pragmatismo de AMLO, que ojalá a la larga no le resulte contraproducente.
El pragmatismo no es malo. De hecho, es bueno. Suele dar resultados cuando se acompaña de eficiencia. Un operador electoral eficiente, sin duda, sería de gran ayuda en la campaña de Andrés Manuel López Obrador. Y si tiene muy desarrollado el sentido práctico, mejor. ¿Es Manuel Camacho ese operador? No lo creo.
Camacho es pragmático en extremo. Lo de él, sin duda, no son los principios, sino los intereses. Y es, ciertamente, muy bueno en su especialidad: la política palaciega. Pero de ahí a saber qué hacer en un proceso electoral hay una gran distancia.
Camacho pocas veces ha sido candidato y nunca ha sido un candidato que haya logrado grandes victorias.
Cuando Salinas de Gortari fue candidato a la Presidencia en 1988, no entregó la coordinación de su campaña a Camacho, a pesar de que este era el hombre de todas las confianzas de Salinas. El candidato del PRI en aquel tiempo confió más en Luis Donaldo Colosio. Por algo sería.
En el año 2000, como candidato de un partido que pudo crear, el ya desaparecido Partido del Centro Democrático, Camacho buscó la Presidencia, solo para declinar a favor de Vicente Fox cuando vio que simple y sencillamente nadie iba a votar por él.
De hecho, ese fue el año del acercamiento entre Marcelo Ebrard y López Obrador, ya que Ebrard, que buscaba la jefatura de gobierno del DF por el Partido de Centro Democrático, dejó la candidatura para apoyar a AMLO.
En 2006, Camacho fue uno de los coordinadores de la campaña de López Obrador. Lo hizo tan mal que AMLO poco a poco lo fue alejando de las decisiones importantes.
¿Ahora será el operador electoral de AMLO, como dice El Universal? Me parece una broma de mal gusto.
jueves, 17 de noviembre de 2011
AMLO el amoroso y la decepción democrática
Durísimo Julio Hernández en su columna de hoy en La Jornada.
http://www.jornada.unam.mx/2011/11/17/opinion/006o1pol. @julioastillero ha hecho las más fuertes críticas que he leído contra Andrés Manuel López Obrador. Veamos.
1.- La izquierda “juega a adivinar lo que habrá sucedido en las elites de las que sólo recibe consignas y resoluciones (un ejemplo: las famosas encuestas de las que nadie sabe, nadie supo, más que detalles finales que sirvieron para enmarcar un arreglo de corte netamente político entre dos líderes)”.
2.- La izquierda “se emociona con explicable razón por las aparentes expectativas de éxito electoral que se podrían derivar de ese idealizado posicionamiento competitivo que produjo el Pacto del Hilton, sin reparar (ni aceptarlos!2C mucho menos combatirlos) en los componentes maquiavélicos que podrían llevar en 2012 a la corriente del lopezobradorismo a una programada derrota numérica que a la vez sea utilizada por sus adversarios como comprobación de una supuesta derrota histórica”.
3.- AMLO, para garantizar la “unidad” de la izquierda, “ha negociado y cedido en sus posturas de años (con Ebrard, se terminó la etiquetación de ilegitimidad al ahora saludado Calderón; con el nuevo Frente Amplio Progresista diseñado por Manuel Camacho se somete a AMLO a una línea de ‘centro’ que nadie creerá en éste pero sí servirá para modelar el futuro de Ebrard)”.
3.- Por su nueva actitud consecuente con la que ha sido para López Obrador, durante años, la “mafia del poder”, llegado el momento de ha derrota no la podrá “adjudicar a un fraude electoral que a nadie sorprenderá dado que en esta ocasión está absolutamente anunciado (tanto en el PRI, con su maquinaria de mapachería aceitada con dinero oscuro y operada por el
cártel de ex gobernadores y gobernadores, como en el PAN con los programas sociales utilizados para promoción del voto y con el uso político de la violencia relacionada con el narcotráfico)”.
4.- “Pero ésa es la izquierda que el país tiene. Más crítica que participativa, esperanzada en que los líderes tomen decisiones positivas por meros actos súbitos de bondad o iluminación, ácidamente dolida pero crónicamente pasiva frente a los abusos y traiciones de quienes se han apropiado en todo el país del negocio de la ‘representación’ de esa franja partidista”
5.- “López Obrador, por ejemplo, ha tenido a bien asignarse un preocupante perfil espiritualizado que en caso de llegar al gobierno significaría la conducción de los asuntos públicos a partir no de un programa partidista o de compromisos sociales específicamente de izquierda política sino de una suerte de cristianismo amoroso bajo exégesis tabasqueña”.
6.-
“La fórmula para alcanzar la felicidad en México, ha dicho el predicador Andrés Manuel, consiste en ser buenos. Oremos, hermanos”.
7.- Para colmo, “la propia joya de la corona liberal mexicana, la capital del país, ha sido empeñada o, más bien, canjeada, por el asentimiento ebrardista a la candidatura de AMLO. Como si nada, el tabasqueño ha anunciado que respaldará la ‘orientación’ que el capitalino quiera dar al proceso de sucesión en la jefatura de gobierno”.
8.- Lo anterior sin considerar que el GDF ha sido entregado a “personajes vergonzosos en cuanto a incultura política y general, a depredadores del erario, a trepadores y esquilmadores cuyo único mérito es la pertenencia a determinada corriente del sol azteca”.
9.- Y ni Marcelo Ebrard se salva: “En el propio saldo de Ebrard hay episodios relacionados con la asignación de contratos y beneficios a empresas españolas en materia de construcción de obra pública que merecen revisión a fondo y eventuales sanciones cuando menos políticas”.
10. Pero ahora AMLO “ha entregado al ganancioso Marcelo la concesión personalísima para que trate de mantener un imperio transexenal chilango”.
11.- Por eso, pide Julio Hernández, y estoy de acuerdo con él que “por el bien de todos (los de la izquierda), primero la claridad, la congruencia y los principios”.
Es que, sin duda, algo no está funcionando correctamente en el nuevo pragmatismo obradorista.
http://www.jornada.unam.mx/2011/11/17/opinion/006o1pol. @julioastillero ha hecho las más fuertes críticas que he leído contra Andrés Manuel López Obrador. Veamos.
1.- La izquierda “juega a adivinar lo que habrá sucedido en las elites de las que sólo recibe consignas y resoluciones (un ejemplo: las famosas encuestas de las que nadie sabe, nadie supo, más que detalles finales que sirvieron para enmarcar un arreglo de corte netamente político entre dos líderes)”.
2.- La izquierda “se emociona con explicable razón por las aparentes expectativas de éxito electoral que se podrían derivar de ese idealizado posicionamiento competitivo que produjo el Pacto del Hilton, sin reparar (ni aceptarlos!2C mucho menos combatirlos) en los componentes maquiavélicos que podrían llevar en 2012 a la corriente del lopezobradorismo a una programada derrota numérica que a la vez sea utilizada por sus adversarios como comprobación de una supuesta derrota histórica”.
3.- AMLO, para garantizar la “unidad” de la izquierda, “ha negociado y cedido en sus posturas de años (con Ebrard, se terminó la etiquetación de ilegitimidad al ahora saludado Calderón; con el nuevo Frente Amplio Progresista diseñado por Manuel Camacho se somete a AMLO a una línea de ‘centro’ que nadie creerá en éste pero sí servirá para modelar el futuro de Ebrard)”.
3.- Por su nueva actitud consecuente con la que ha sido para López Obrador, durante años, la “mafia del poder”, llegado el momento de ha derrota no la podrá “adjudicar a un fraude electoral que a nadie sorprenderá dado que en esta ocasión está absolutamente anunciado (tanto en el PRI, con su maquinaria de mapachería aceitada con dinero oscuro y operada por el
cártel de ex gobernadores y gobernadores, como en el PAN con los programas sociales utilizados para promoción del voto y con el uso político de la violencia relacionada con el narcotráfico)”.
4.- “Pero ésa es la izquierda que el país tiene. Más crítica que participativa, esperanzada en que los líderes tomen decisiones positivas por meros actos súbitos de bondad o iluminación, ácidamente dolida pero crónicamente pasiva frente a los abusos y traiciones de quienes se han apropiado en todo el país del negocio de la ‘representación’ de esa franja partidista”
5.- “López Obrador, por ejemplo, ha tenido a bien asignarse un preocupante perfil espiritualizado que en caso de llegar al gobierno significaría la conducción de los asuntos públicos a partir no de un programa partidista o de compromisos sociales específicamente de izquierda política sino de una suerte de cristianismo amoroso bajo exégesis tabasqueña”.
6.-
“La fórmula para alcanzar la felicidad en México, ha dicho el predicador Andrés Manuel, consiste en ser buenos. Oremos, hermanos”.
7.- Para colmo, “la propia joya de la corona liberal mexicana, la capital del país, ha sido empeñada o, más bien, canjeada, por el asentimiento ebrardista a la candidatura de AMLO. Como si nada, el tabasqueño ha anunciado que respaldará la ‘orientación’ que el capitalino quiera dar al proceso de sucesión en la jefatura de gobierno”.
8.- Lo anterior sin considerar que el GDF ha sido entregado a “personajes vergonzosos en cuanto a incultura política y general, a depredadores del erario, a trepadores y esquilmadores cuyo único mérito es la pertenencia a determinada corriente del sol azteca”.
9.- Y ni Marcelo Ebrard se salva: “En el propio saldo de Ebrard hay episodios relacionados con la asignación de contratos y beneficios a empresas españolas en materia de construcción de obra pública que merecen revisión a fondo y eventuales sanciones cuando menos políticas”.
10. Pero ahora AMLO “ha entregado al ganancioso Marcelo la concesión personalísima para que trate de mantener un imperio transexenal chilango”.
11.- Por eso, pide Julio Hernández, y estoy de acuerdo con él que “por el bien de todos (los de la izquierda), primero la claridad, la congruencia y los principios”.
Es que, sin duda, algo no está funcionando correctamente en el nuevo pragmatismo obradorista.
martes, 15 de noviembre de 2011
AMLO vence a Ebrard en las encuestas
Los presidenciables de la izquierda Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador dieron a conocer hoy los resultados de las encuestas realizadas por las casas Covarrubias y Asociados, y Nodo, en las cuales se declaró a AMLO como el aspirante mejor posicionado de cara a la candidatura presidencial de la izquierda.
Ambos aspirantes ofrecen conferencia de prensa conjunta en un hotel del Centro Histórico de la Ciudad de México donde informan los resultados de los ejercicios estadísticos aplicados por las encuestadoras elegidas por ellos mismos.
Tras anunciar al ganador de los sondeos, el mandatario capitalino reconoció el triunfo del tabasqueño en las preguntas realizadas a seis mil ciudadanos.
"Reconozco que la intención de voto favorece ahorita a Andrés Manuel López Obrador. Sería un error argumentar que estamos en posiciones igualitarias. El día los resultados definen al candidato. De no reconocerlos, en mi caso sería preguntarme donde quedó la congruencia de lo que habíamos afirmado.
"La decisión dividida sólo sería ir al precipicio. Acepto y acato los resultados de las respuestas, cumpló lo que he dicho. Soy optimista porque creo en el mejor futuro de México, en lugar de hacer otro conflicto y que sería el principio del fin", afirmó Ebrard Casaubón.
El jefe de Gobierno agregó: "La propuesta que encabezo respeta la decición de la ciudadanía, es momento de que demos paso a la unidad. De una propuesta que sea capaz de representar a las izquierdas, que se respete a todos pero sobre todo que vayamos en una política de consenso que vaya en la defensa de los derechos y las libertades".
Por su parte, López Obrador agradeció a Marcelo Ebrard y a las fuerzas progresistas su apoyo.
El tabasqueño anunció que particpará en la contienda de 2012 "con apego a las decisiones que adopten los partidos progresistas PRD, PT y Movimiento Ciudadano, de conformidad con los tiempos electorales.
Sobre el jefe de Gobierno, expresó que además de ser buen amigo y compañero, es un político "extraordinario, excepcional", que ha demostrado con hechos poner por encima de sus legítimas aspiraciones personales el interés general.
López Obrador anunció que el Frente Amplio de Izquierda bajo cuyas siglas participará en la elección presidencial de 2012 se llamará Movimiento Progresista.
Ambos aspirantes ofrecen conferencia de prensa conjunta en un hotel del Centro Histórico de la Ciudad de México donde informan los resultados de los ejercicios estadísticos aplicados por las encuestadoras elegidas por ellos mismos.
Tras anunciar al ganador de los sondeos, el mandatario capitalino reconoció el triunfo del tabasqueño en las preguntas realizadas a seis mil ciudadanos.
"Reconozco que la intención de voto favorece ahorita a Andrés Manuel López Obrador. Sería un error argumentar que estamos en posiciones igualitarias. El día los resultados definen al candidato. De no reconocerlos, en mi caso sería preguntarme donde quedó la congruencia de lo que habíamos afirmado.
"La decisión dividida sólo sería ir al precipicio. Acepto y acato los resultados de las respuestas, cumpló lo que he dicho. Soy optimista porque creo en el mejor futuro de México, en lugar de hacer otro conflicto y que sería el principio del fin", afirmó Ebrard Casaubón.
El jefe de Gobierno agregó: "La propuesta que encabezo respeta la decición de la ciudadanía, es momento de que demos paso a la unidad. De una propuesta que sea capaz de representar a las izquierdas, que se respete a todos pero sobre todo que vayamos en una política de consenso que vaya en la defensa de los derechos y las libertades".
Por su parte, López Obrador agradeció a Marcelo Ebrard y a las fuerzas progresistas su apoyo.
El tabasqueño anunció que particpará en la contienda de 2012 "con apego a las decisiones que adopten los partidos progresistas PRD, PT y Movimiento Ciudadano, de conformidad con los tiempos electorales.
Sobre el jefe de Gobierno, expresó que además de ser buen amigo y compañero, es un político "extraordinario, excepcional", que ha demostrado con hechos poner por encima de sus legítimas aspiraciones personales el interés general.
López Obrador anunció que el Frente Amplio de Izquierda bajo cuyas siglas participará en la elección presidencial de 2012 se llamará Movimiento Progresista.
domingo, 2 de octubre de 2011
AMLO en el Auditorio
La nota es que no hubo nota en el evento de Andrés Manuel López Obrador de este domingo en el Auditorio Nacional.
No hubo nota en el sentido de que, como era lógico, el tabasqueño no expresó nada que pudiera considerarse una novedad.
Es decir, Andrés Manuel ni se peleó con Marcelo Ebrard Casaubón ni anunció nada que no se supiera desde antes del acto en el que su organización, Morena, pasó de la informalidad a la institucionalidad, por así decirlo, al convertirse en una asociación civil.
Tampoco sorprendió a nadie al dar a conocer a los integrantes del Comité Ejecutivo y del Consejo Consultivo de Morena, entre los que figuran los intelectuales, empresarios y políticos que lo han acompañado durante años, como Elena Ponniatowska, Laura Esquivel, Carlos Payán, René Drucker, Fernando Turner, Rosario Ibarra, Jesusa Rodríguez, Alfonso Durazo, Genaro Góngora Pimentel, etcétera.
Dijo lo que ya sabíamos: que será candidato si las encuestas lo favorecen y, a pesar de que sus seguidores se lo exigieron a gritos en el Auditorio Nacional, no consideró conveniente romper con Marcelo Ebrard.
Nadie se extrañó al ver en el evento a las dirigencias, completas, del Partido del Trabajo y de Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) y solo a la mitad, la que ha permanecido leal a López Obrador, de la cúpula del Partido de la Revolución Democrática (los chuchos, que son sus enemigos, no participaron).
Y fue normal, para lo que ha hecho todos estos años López Obrador, que miles de ciudadanos llenaran el Auditorio Nacional y muchos otros se quedaran afuera.
No hubo nota, lo que era hasta cierto punto lógico.
Tampoco llamó la atención el trato que los principales diarios mexicanos le dieron a lo expresado por Andrés Manuel en sus páginas web este domingo, a saber:
“Listo para candidatura si me favorecen sondeos: AMLO”, la Jornada.
“Estoy listo para ser candidato.- AMLO”, Reforma.
“AMLO se declara listo para ser candidato presidencial”, Excélsior.
“AMLO: Listo para ser nuevamente candidato”, El Universal.
“No seré candidato si no cuento con respaldo: AMLO”, Milenio.
Ni los medios se salieron del guión que han seguido en los últimos tiempos. La Jornada, Reforma, Excélsior y El Universal, con objetivad y buen gusto, destacaron en positivo las aspiraciones electorales de Andrés Manuel López Obrador (“Estoy listo para ser candidato”), mientras que el enfermizamente antipejista Milenio con el peor estilo subrayó lo negativo (“No seré candidato si no cuento con respaldo”).
Todo ocurrió como estaba previsto.
Lo que sigue es esperar que se realice la encuesta que decidirá al candidato presidencial de izquierda.
Y, cuando tal cosa ocurra, nada tampoco se saldrá de lo esperado: romperán, claro que lo harán, López Obrador y Ebrard.
No podría ser de otra manera entre dos políticos que, por más que se empeñen en aparentar que luchan por lo mismo, en realidad defienden proyectos de nación absolutamente distintos entre sí.
Al tiempo.
Morena al día de hoy
Esta tarde o a más tardar esta noche daré mi opinión sobre el evento de Morena en el Auditorio Nacional que se está celebrando la mañana de este domingo. Solo quiero anticipar que ocurrirán tres cosas: la primera, que se va a institucionalizar el movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador, ya que Morena será a partir de hoy una asociación civil; la segunda, que López Obrador presentará dos consejos de Morena, uno consultivo en el que participan diversos personajes y el otro, el más importante, un consejo ejecutivo, que integran especialistas en diversos temas como el ex presidente de la Suprema Corte de Justicia Genaro Góngora Pimentel, el científico René Drucker Colín, el ingeniero Javier Jiménez Espriú y gente cercana a Andrés Manuel como su coordinador de comunicación César Yáñez, y la tercer cosa que pasará es que Andrés Manuel López Obrador por la vía de los hechos empezará su campaña presidencial.
El consejo ejecutivo de Morena es relevante porque es el primer anuncio que López Obrador hará del que podría ser su gabinete en caso de que ganara la presidencia de la República. Habrá que estar atentos a las biografías de todos sus integrantes.
En cuanto el evento termine analizaré más a fondo este asunto.
El consejo ejecutivo de Morena es relevante porque es el primer anuncio que López Obrador hará del que podría ser su gabinete en caso de que ganara la presidencia de la República. Habrá que estar atentos a las biografías de todos sus integrantes.
En cuanto el evento termine analizaré más a fondo este asunto.
miércoles, 10 de agosto de 2011
Bejarano-Padierna, fuerza electoral de la izquierda en el DF
Hace un año, a un amigo le escuché decir: “Si en las calles del DF tiras una piedra, no le pegas a un perro callejero, sino a un aspirante a la jefatura de gobierno”. Pensé que eso era exagerado, pero que el juicio se quedó corto. Véanse si no los siguientes nombres.
No sé si una tal Laura Velázquez que ha pagado anuncios espectaculares en distintas calles del Distrito Federal sea la secretaria de Desarrollo Económico de la administración encabezada por Marcelo Ebrard Casaubón. Supongo que sí y, también, supongo que quiere ser candidata de izquierda a la jefatura de gobierno de la ciudad. Si lo que me dicen es cierto, que a ella la apoyan René Bejarano y Dolores Padierna, pues entonces la señora Velázquez tiene posibilidades de llegar, ya que la pareja Bejarano-Padierna es uno de los tres pilares electorales del PRD en la capital: los otros son, desde luego, el propio Ebrard y, el más importante, el movimiento de Andrés Manuel López Obrador.
¿A quién más apoyan Bejarano y Padierna? A Benito Mirón, secretario del Trabajo capitalino. Este hombre, con antecedentes como enlace con la guerrilla zapatista, ha trabajado más o menos con eficacia y con mucha seriedad, con tanta seriedad que no tiene popularidad. Tal vez, con los recursos de Bejarano-Padierna, pronto lo veremos anunciar su imagen en las calles. Tiene algunas, no muchas posibilidades de llegar, pero no por lo que el propio Mirón haya hecho, sino porque la familia Bejarano es de cuidado en tierras defeñas.
Contra lo que pudiera pensarse, no es claro, y tal vez no exista, el apoyo de Bejarano-Padierna a Martí Batres, secretario de Desarrollo Social del DF. Batres llegó a la política de la mano de Bejarano, pero luego quiso independizarse, crear su propio grupo y convertirse él mismo en un factor de poder en el Distrito Federal. Ha avanzado, pero todavía no lo suficiente. ¿Pertenece al grupo de Ebrard? No, de ninguna manera. De hecho, el actual jefe de gobierno lo veta. López Obrador lo ve con muy buenos ojos, pero creo que el líder de MORENA, necesitado de gente que le sume votos en los sectores conservadores, ve a Batres demasiado izquierdista y, tal vez, no lo apoyará en esta ocasión en sus aspiraciones de ser candidato.
Una sorpresa resulta para mí enterarme de que un lopezobradorista que no es izquierdista radical, sino que más bien se ubica en el centro de la geometría política, es muy bien visto y podría ser apoyado por René Bejarano y Dolores Padierna. Me refiero a Alfonso Durazo, quien fuera secretario particular de Luis Donaldo Colosio y de Vicente Fox (renunció al gobierno foxista denunciando la corrupción de Fox y la señora Marta). Durazo, desde hace unos 20 años, cuando ocupó cargos en el gobierno del Distrito Federal, por la vía de negociar con Bejarano y Padierna, sobre todo vivienda en la etapa de reconstrucción después del sismo de 1985, estableció una muy buena relación con la poderosa pareja y no sería nada raro que la familia Bejarano lo apoyara. Durazo obviamente cuenta con todo el apoyo de AMLO, aunque tal vez lo vete Ebrard, ya que Marcelo (cuando era subordinado de Camacho) peleó fuertemente con la gente que rodeaba a Colosio, y no han cerrado las heridas de 1994.
René Bejarano y Dolores Padiera no ven del todo mal a uno de los favoritos de Marcelo Ebrard para la jefatura de gobierno, Alejandro Rojas Díaz-Durán, secretario de Turismo del DF, quien tiene una carrera política local en el Distrito Federal que lo ha llevado a pactar alianzas con todos los grupos que en la ciudad operan. Como Laura Velázquez, el señor Rojas ha inundado la ciudad con enormes mantas colgadas en los edificios en las que promueve su imagen. En las encuestas que se publiquen en noviembre se verá si su estrategia publicitaria le funcionó. López Obrador ni veta ni apoya a Rojas, ni todo lo contrario. Rojas llegará tan lejos como lo determine la capacidad política de Ebrard.
Al que de plano no apoyan Bejarano y Padierna es al que ha sido, y tal vez ya no sea, al aspirante que más ha apoyado Ebrard: Mario Delgado, secretario de Educación en el DF, quien simplemente no avanza en las encuestas. El señor Delgado no es un mal funcionario, pero la popularidad no se le da.
Solo si Andrés Manuel López Obrador lo pidiera, y tal vez podría pedirlo, la pareja Bejarano-Padierna apoyaría a gente como el senador Ricardo Monreal, el diputado Porfirio Muñoz Ledo y el exrector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente, tres políticos con prestigio que poca trabajo han hecho en las bases de la izquierda capitalina. Ambos son dos muy buenas opciones que, si las cosas se complicaran, podrían llegar a ser elegidos en una negociación AMLO-Ebrard.
Bejarano y Padierna no están en malos términos con Alejandra Barrales, pero si esta diputada local quiere ser seriamente tomada en cuenta por esa pareja como su candidata a la jefatura de gobierno del Distrito Federal tendrá que ser menos ambigua a la hora de decidir a quién apoyará como candidato presidencial de izquierda. Barrales ha dicho que apoya tanto a AMLO como a Ebrard, pero eso no es posible. Bejarano y Padierna, que apuestan abiertamente a favor de López Obrador, le exigirán que se defina, y harán bien.
Al que de plano nunca apoyarán René Bejarano y Dolores Padierna es al senador Carlos Navarrete, uno de los principales “chuchos” del PRD. Lo detestan. Navarrete tiene muy pocas posibilidades ya que, por otra parte, Ebrard lo apoya pero solo porque ha realizado un acuerdo político con los chuchos que en cualquier momento podría romperse, y porque además, lo que es suficiente para sentenciar su suerte, está vetado por López Obrador.
¿Y el diputado Gerardo Fernández Noroña? Nadie, excepto sus seguidores en Twitter, lo ven como candidato a la jefatura de gobierno del Distrito Federal. Por lo tanto, no creo que Bejarano y Padierna lo estén considerando, ni Ebrard tampoco ni, mucho menos, López Obrador: los dos aspirantes presidenciales de izquierda buscan rodearse de gente aceptada en las clases media y alta, en las que tanto se les rechaza, y el controvertido diputado ahí nomás no ayuda.
¿Y Manuel Camacho Solís? Quiere y legalmente puede ser jefe de gobierno. Ebrard lo apoya, AMLO o veta y la pareja Bejarano-Padierna no quiere saber nada de él. Se quedará con las ganas el señor Camacho. No será la primera vez.
jueves, 14 de julio de 2011
Sobre AMLO "sí o sí" y el debate con @ferbelaunzaran
Hoy jueves el diario Reforma dedica a Andrés Manuel López Obrador una de sus notas principales: “Seré candidato sí o sí.- AMLO” (http://www.reforma.com/nacional/articulo/616/1230260/). La firman Erika Hernández y Claudia Guerrero y narra una reunión que el famoso Peje sostuvo con coordinadores de su movimiento de todo el país.
Según las reporteras, Andrés Manuel dijo que “en cualquier escenario, él será candidato a la Presidencia de la República en 2012, ya sea por uno, dos o los tres partidos de la izquierda”.
La información la obtuvieron las periodistas de asistentes a esa reunión que, inclusive, citaron palabras textuales de López Obrador: “No me quieren ver en las boletas, pero no les voy a dar el gusto. Voy a estar en las boletas como candidato de un partido, de dos o de tres”.
Lo será, dijo AMLO, porque en comparación con la campaña de 2006, él ahora cuenta con una estructura nacional que lo respalda, la de Morena.
Eso, en opinión de las periodistas de Reforma, contradice lo que el propio López Obrador había dicho en mayo pasado, cuando aceptó la propuesta del otro precandidato de la izquierda mexicana, Marcelo Ebrard Casaubón, de seleccionar al candidato presidencial del PRD, del PT y de Convergencia en un proceso que incluya dos debates en octubre y una encuesta en noviembre.
Se explayó López Obrador en la reunión de la que informa Reforma, hablando del “linchamiento mediático” en su contra. Dijo que a toda costa se busca crear una imagen negativa de él, y para probarlo mencionó un monitoreo de noticias realizado por su equipo, según el cual de 200 notas informativas, en 178 se le acusa de ser el responsable de la derrota de Alejandro Encinas en el Estado de México, lo que desde luego es absurdo.
A pesar de eso, López Obrador pidió a los coordinadores de Morena “no desanimarse ante resultados como los del Edomex y los llamó a intensificar esfuerzos para que a finales de año tengan 65 mil comités seccionales de Morena y 4 millones de protagonistas del cambio”.
Seguramente a perredistas que pertenecen a la corriente de los chuchos como Fernando Belaunzarán, @ferbelaunzaran en twitter, y desde luego a quienes apoyan a Ebrard les va a molestar, y mucho, la nota de Reforma. Me los puedo imaginar furiosos diciendo lindezas de AMLO al que no bajarán de antidemocrático. Pero, en este caso, López Obrador simplemente ejerce sus derechos constitucionales y para nada violenta las reglas de la democracia.
1.- López Obrador, como cualquier mexicano, tiene derecho a aspirar a ser presidente de México.
2.- AMLO fue candidato presidencial de la izquierda en 2006 y, para millones, Felipe Calderón lo derrotó recurriendo a un gran fraude electoral. Va por su segunda oportunidad, lo que no es inusual. Lula, por ejemplo, antes de llegar al poder en Brasil lo intentó varias veces.
3.- Andrés Manuel ha trabajado durante años en organizar un movimiento que tiene representantes en todos los municipios de México, algo que ninguno de los partidos de izquierda (PRD, PT y Convergencia) puede presumir.
4.- El movimiento de López Obrador, en el que participan millones de mexicanos, se ha estructurado sobre la idea, explícita o implícitamente, de que él será el candidato presidencial en 2012. Si no lo fuera, el movimiento, Morena, se desintegraría. Ni siquiera proponiéndoselo podría AMLO hacer que la gente que participa en Morena apoyase a un candidato distinto, digamos a Ebrard.
5.- Es más idealismo que obsesión por el poder decir que él será candidato de uno, de dos o de tres partidos de izquierda. Significa que, aunque el mayor partido de izquierda, el PRD, no lo apoye, él cumplirá con la que cree es su obligación política y moral. Recuerdo haber leído que Javier Sicilia dijo que, antes de salir de Cuernavaca en una de sus marchas, él cargaba la bandera y que pensó: “Si me siguen muchos, qué bueno. Si no me sigue nadie, llegaré yo solo al Zócalo del DF cargando la bandera nacional”. Claramente es lo mismo que piensa AMLO.
6.- La encuesta de noviembre. AMLO no ha dicho que no esperará el resultado de la misma. Simplemente sabe desde ahora mismo, y lo saben Ebrard y los chuchos, que supera entre los votantes de izquierda muy fácilmente a Ebrard. Los chuchos y Ebrard dirán que entre la población abierta no es así (hay una especie de empate técnico), y aquí está la diferencia que hará imposible, en mi opinión, que se pongan de acuerdo. ¿Cuál encuesta es la válida, la aplicada a priistas, panistas e izquierdistas o solo la aplicada a izquierdistas? Como se trata de elegir al candidato de izquierda para defender valores y principios de izquierda, lógicamente la encuesta válida debe ser la que solo se aplique a izquierdistas, y en esta la ventaja de AMLO sobre Ebrard es enorme, lo saben Ebrard y los chuchos. Es tan grande esa ventaja que no disminuirá en unos cuantos meses. Por eso Ebrard y los chuchos quieren una encuesta en la que se pregunte también a la gente que, en el PRI y el PAN, desprecia a AMLO. Pero eso es trampa.
7.- López Obrador, que por estrategia, cortesía y hasta por amistad y compañerismo siempre habla bien en público de Marcelo Ebrard, debe estar convencido desde hace tiempo que se equivocó al apoyarlo para llegar a la jefatura de gobierno del Distrito Federal. Porque Ebrard y, sobre todo, su aliado de toda la vida Manuel Camacho, han terminado por acercarse al PAN y a Felipe Calderón y a líderes sindicales de dudosa ética política.
8.- La evidencia mayor de que el corazón de Ebrard no es de izquierda la dio el excanciller Jorge Castañeda, el pasado domingo, en Reforma. Amigo personal de Elba Esther Gordillo, Castañeda dijo que Gordillo ve a Ebrard como el candidato de su partido, el Panal. Eso no sorprendió a nadie que sepa de las relaciones amistosas y políticas que, durante años, han mantenido en un alto nivel de cordialidad, la líder del SNTE y el actual jefe de gobierno del DF.
9.- Ojalá un perredista antipejista como @ferbelaunzaran aceptara debatir conmigo en Twitter (se la pasa pidiendo debates con todo el mundo, ahora yo se lo pido a él). Creo que puedo demostrar que los chuchos, Camacho y Ebrard son mucho menos izquierdistas y, sobre todo, mucho más pragmáticos, en el mal sentido de la palabra, que López Obrador y su gente. Veremos si @ferbelaunzaran acepta el intercambio de ideas, tuit contra tuit, en la red social.
10.- Me anima solamente la convicción de la necesidad de dialogar con respeto y en libertad.
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