Juego nuevo. A partir de septiembre, en función sobre todo del resultado electoral de este año, los principales actores políticos mexicanos tienen que redefinir sus políticas de alianzas, lo que incluye consolidar o destruir viejas relaciones, establecer nuevos acuerdos y hasta realizar cambios en sus equipos de trabajo. El Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, enfrenta los siguientes retos:
1.- Pensar de nuevo su relación política con el Presidente Enrique Peña Nieto. Durante la primera parte de la administración de ambos, Mancera y Peña han colaborado muy estrechamente. Sin perder cada uno su identidad ideológica han podido trabajar coordinadamente por el bienestar de la Capital. Las ventajas para el Jefe de Gobierno han sido notables, ya que ha podido contar con apoyo para sacar adelante sus proyectos. El PRD lo entendió y lo alentó en la alianza con EPN. Pero esto lo alejó de los grupos radicales de Morena, aunque con habilidad Mancera logró mantener relaciones cordiales y de respeto con Andrés Manuel López Obrador. En la segunda etapa de su gobierno Mancera va a tener que replantear sus acuerdos con Peña Nieto. No lo veo como un opositor dogmático o arrebatado al Gobierno Federal, pero nadie se va a sorprender si Miguel Ángel Mancera empieza a marcar una sana distancia política respecto del Presidente de la República. El reto para Mancera será distanciarse -políticamente hablando, insisto- de EPN sin fracturar una positiva relación personal y quizá ya inclusive amistosa con el propio titular del Ejecutivo y con sus colaboradores, como Luis Videgaray, Miguel Ángel Osorio Chong y Aurelio Nuño, etcétera.
2.- Mancera tendrá que replantear sus relaciones con Morena, sobre todo con su sector más radical, y desde luego con López Obrador. Mancera es de izquierda, ha trabajado con AMLO, participó en un gabinete con Martí Batres, se lleva bien con Ricardo Monreal, no tiene problemas con Claudia Sheinbaum y sobre todo trabajó con todos ellos para mantener la Ciudad de México en manos de las fuerzas progresistas. La división en la izquierda entre Morena y el PRD la ha pagado Mancera sufriendo una dosis de incomprensión de parte de algunos militantes de Morena, que olvidan un dato fundamental en la biografía del Jefe de Gobierno: Mancera no es perredista ni está inscrito en ningún partido político. Hasta ahora las relaciones de Miguel Ángel Mancera con Morena han sido las de un Jefe de Gobierno de izquierda con aquellos que rompieron con el partido que los unía a todos, el PRD. En la nueva situación, Morena ya no es solamente un grupo disidente en la izquierda, sino un partido que va a gobernar en la Ciudad de México. Necesariamente tendrán que darse nuevas relaciones institucionales entre Mancera y los delegados y diputados de Morena. En este sentido a todos les conviene llevar la fiesta en paz. Y así ocurrirá. Las relaciones políticas entre el actual gobernante capitalino y Morena las tendrán que pactar, ellos dos solos y a solas, Mancera y López Obrador. Confío, porque así lo han demostrado, en que se trata de dos hombres sensatos que sabrán hacer lo que más beneficie a la Ciudad y lo que mejor ubique a la izquierda en las elecciones presidenciales del 2018.
3.- El Jefe de Gobierno está obligado a replantear de fondo sus relaciones con el partido de izquierda que hizo crisis, el PRD. Por elemental lealtad con el más importante de los partidos que lo llevó al GDF, Mancera apoyó o al menos no obstaculizó las acciones que realizaron los perredistas. Pero el PRD no resultó ser lo que parecía y prácticamente entró en la ruta de su extinción. Es muy triste decirlo así, pero el PRD derrotado este año en las urnas y al que abandonaron personajes fundamentales como López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas, entre muchos otros, es un partido sin futuro que me parece es un instrumento muy pobre para arropar al Jefe de Gobierno en la segunda etapa de su periodo. Desde luego, Mancera no puede darle la espalda al PRD. Pero tampoco puede verlo como su más trascendente relación política. El PRD todavía no es un lastre para Mancera, pero si no se reforma podría llegar a serlo. Así que el Jefe de Gobierno no tiene por qué cargar con un partido que a la hora buena se quebró.
4.- Mancera deberá estar muy atento a la suerte de los independientes que van a gobernar, como el "Bronco" Rodríguez de Nuevo León, y al surgimiento de nuevos actores políticos sin partido. Aunque llegó al GDF con una alianza de tres partidos, Mancera puede presumir de ser el primer ciudadano que gobierna una gran Ciudad, de hecho, la mayor Ciudad de nuestro país, sin militar en ningún instituto político. Bastantes analistas y hasta los independientes como el "Bronco" y Clouthier, consideran al alcalde electo de Guadalajara, Enrique Alfaro, como uno de ellos, es decir, un independiente que por necesidad tuvo que recurrir al registro de un partido. Pues bien, es el caso de Mancera. No milita en el PRD, no se va a afiliar al perredismo, no participa en Morena, nada tiene que ver con Movimiento Ciudadano y el desaparecido Partido del Trabajo, menos todavía ha colaborado con el PAN el PRI o el Partido Verde. El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México es un ciudadano sin partido, como el "Bronco", sí. Por lo tanto, si en una próxima convención de políticos independientes el "Bronco", Clouthier, Alfaro y Lorenia Canavati invitan a Mancera a dar una charla, cumplirá con el requisito básico de no tener partido. Ojo, esto de que Mancera sea independiente es algo de lo más relevante para él.
5.- Mancera tendrá que analizar, uno a uno, a los integrantes de su gabinete. No está obligado a cambiarlos, pero tampoco a mantenerlos en sus cargos. Después de tres años parece sensato revisar el funcionamiento del equipo, y es lógico que ya esté en ello. Es una tarea que solo puede realizar, casi sin ayuda, el propio Mancera.
6.- Todo lo anterior le servirá a Mancera para plantear un nuevo tipo de relación con los actores más importantes de todos, los ciudadanos, que son finalmente a los que se debe, los que mandan.
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lunes, 29 de junio de 2015
Las nuevas relaciones de @ManceraMiguelMX con @EPN y @lopezobrador_
sábado, 24 de septiembre de 2011
PRD, líder en el DF pero el PRI es una amenaza
Tengo en mis manos una interesante encuesta sobre las preferencias electorales en el Distrito Federal. La voy a comentar en este y en otros dos artículos.
Ese estudio lo mandó a hacer, para su consumo interno, uno de los grupos empresariales más importantes no solo de México, sino de América Latina. No estoy autorizada a revelar la identidad de esta compañía ni, tampoco, la del encuestador. Solo diré que el trabajo fue realizado con profesionalismo, lo que significa que se aplicó un número suficiente de cuestionarios como para darle validez estadística y que se utilizó la metodología normalmente aceptada por los expertos de todo el mundo.
La encuesta se realizó durante la primera semana de septiembre de este año y sus resultados coinciden, en general, con los que han dado a conocer los estudios publicados en algunos medios de comunicación, particularmente Reforma y El Universal.
Si en este momento se realizaran elecciones para elegir al jefe de gobierno del Distrito Federal, el PRD sigue en la primera posición con el 31.15% de las preferencias. Esto habla de un ligero repunte del Partido de la Revolución Democrática, que en agosto tenía el 30.25%, en julio el 29.81%, en junio el 29.47% y en abril el 28.86%.
Ha crecido el PRD... desde abril de este año. Hay que destacar que el partido en el poder en el DF ya no puede presumir las grandes estadísticas a su favor de hace 6 años, cuando su motor electoral principal era Andrés Manuel López Obrador, ni las de hace 12 años, cuando lo era Cuahutemoc Cárdenas.
En los tiempos de Marcelo Ebrard el PRD ha perdido fuerza a costa, sobre todo, de un impresionante y, en mi opinión, lamentable reposicionamiento del PRI.
En efecto, el Partido Revolucionario Institucional prácticamente inexistente en los dos procesos electorales anteriores, está de regreso. En septiembre de este año las preferencias electorales a favor del PRI son de 23.64%, apenas 8 puntos menos que el PRD.
Lo más preocupante para la izquierda capitalina es que el PRI no ha dejado de crecer durante todo el año. De hecho, empezó muy abajo en enero con menos del 20% de las preferencias. Lo opuesto ha ocurrido con el PAN, que en 2006 y 2000 fue el gran rival del PRD. Ahora está muy abajo en las preferencias con el 14.83%, 2 puntos menos de los que tenía al empezar el año.
La presencia de los otros partidos en la capital mexicana es, de plano, marginal. El PT, a pesar de haber ganado Iztapalapa con "Juanito", no llega al 5%; el Partido Verde apenas supera el 3% y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) y el PANAL apenas superan el 1% de las preferencias.
En lo relacionado con el voto en contra de cada partido, los tres principales están más o menos en el mismo nivel: 26.37% el PRI, 26.8% el PAN y 24.49% el PRD. Lo destacable en este aspecto es que el PRI mes a mes baja cuando a la gente se le pregunta por cuál partido definitivamente no votaría usted.
Mañana analizaré las preferencias precandidato por precandidato.
Ese estudio lo mandó a hacer, para su consumo interno, uno de los grupos empresariales más importantes no solo de México, sino de América Latina. No estoy autorizada a revelar la identidad de esta compañía ni, tampoco, la del encuestador. Solo diré que el trabajo fue realizado con profesionalismo, lo que significa que se aplicó un número suficiente de cuestionarios como para darle validez estadística y que se utilizó la metodología normalmente aceptada por los expertos de todo el mundo.
La encuesta se realizó durante la primera semana de septiembre de este año y sus resultados coinciden, en general, con los que han dado a conocer los estudios publicados en algunos medios de comunicación, particularmente Reforma y El Universal.
Si en este momento se realizaran elecciones para elegir al jefe de gobierno del Distrito Federal, el PRD sigue en la primera posición con el 31.15% de las preferencias. Esto habla de un ligero repunte del Partido de la Revolución Democrática, que en agosto tenía el 30.25%, en julio el 29.81%, en junio el 29.47% y en abril el 28.86%.
Ha crecido el PRD... desde abril de este año. Hay que destacar que el partido en el poder en el DF ya no puede presumir las grandes estadísticas a su favor de hace 6 años, cuando su motor electoral principal era Andrés Manuel López Obrador, ni las de hace 12 años, cuando lo era Cuahutemoc Cárdenas.
En los tiempos de Marcelo Ebrard el PRD ha perdido fuerza a costa, sobre todo, de un impresionante y, en mi opinión, lamentable reposicionamiento del PRI.
En efecto, el Partido Revolucionario Institucional prácticamente inexistente en los dos procesos electorales anteriores, está de regreso. En septiembre de este año las preferencias electorales a favor del PRI son de 23.64%, apenas 8 puntos menos que el PRD.
Lo más preocupante para la izquierda capitalina es que el PRI no ha dejado de crecer durante todo el año. De hecho, empezó muy abajo en enero con menos del 20% de las preferencias. Lo opuesto ha ocurrido con el PAN, que en 2006 y 2000 fue el gran rival del PRD. Ahora está muy abajo en las preferencias con el 14.83%, 2 puntos menos de los que tenía al empezar el año.
La presencia de los otros partidos en la capital mexicana es, de plano, marginal. El PT, a pesar de haber ganado Iztapalapa con "Juanito", no llega al 5%; el Partido Verde apenas supera el 3% y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) y el PANAL apenas superan el 1% de las preferencias.
En lo relacionado con el voto en contra de cada partido, los tres principales están más o menos en el mismo nivel: 26.37% el PRI, 26.8% el PAN y 24.49% el PRD. Lo destacable en este aspecto es que el PRI mes a mes baja cuando a la gente se le pregunta por cuál partido definitivamente no votaría usted.
Mañana analizaré las preferencias precandidato por precandidato.
sábado, 10 de septiembre de 2011
Cae la calidad educativa en el DF y @mario_delgado1 en la grilla
Las noticias presentadas por el diario Reforma suelen ser objetivas. Como esta: “Retrocede DF en Español” http://www.reforma.com/nacional/articulo/624/1246816/. Triste realidad educativa en la capital mexicana. Cito al Reforma:
“Este año, las secundarias del DF, tanto públicas como privadas, presentaron un retroceso en la materia de español en la prueba ENLACE. Y es que el porcentaje de estudiantes que se colocaron en los niveles ‘bueno’ y ‘excelente’ bajó de 22.1 a 20.6 entre 2010 y 2011. El promedio nacional, en cambio, tuvo un avance de 2.4 por ciento en los mismos niveles. Con estos resultados, la Ciudad de México acumula, entre 2006 y 2011, un retroceso general de 5 puntos porcentuales en la educación media en español, la caída más grande en el país. En el caso de las secundarias privadas, éstas destacaron en 2007 con un 66 por ciento de alumnos con alto desempeño. Este año, sin embargo, este porcentaje se redujo a 43.9”.
Aunque el Distrito Federal se mantiene entre las tres mejores entidades en lo que se refiere a educación, es muy preocupante, sobre todo para las capitalinas como yo con hijos a punto de entrar a secundaria, que en este nivel haya caído tanto la calidad en una materia fundamental como el español. ¿Por qué ha bajado tanto el DF? Por la grilla, por ninguna otra razón.
Es lógico que el Distrito Federal tenga uno de los peores desempeños en la materia de español. Es que, priorizando la grilla, el jefe de gobierno, Marcelo Ebrard Casaubón, entregó la Secretaría de Educación local a un aspirante a sucederlo, Mario Delgado, y no a un experto con ganas de trabajar para mejorar el sector educativos.
Desde que llegó a la Secretaría de Educación, Mario Delgado se ha dedicado a cualquier cosa con tal de incrementar, lo que por cierto no ha conseguido, su popularidad. Lo único que no ha hecho, porque ni le interesa ni está preparado para ello, es trabajar para que los estudiantes mejoren su desempeño.
Son las consecuencias lamentables de un gobierno grillo que se especializa en la grilla y al que nada más le importa.
Ya tienen el PRI ( y su candidata Beatriz Paredes) y el PAN (tal vez con Demetrio Sodi) un misil para echárselo en cara a Mario Delgado en caso de que este fuera el candidato del PRD a la jefatura de gobierno, lo que no ocurrirá si hay sensatez en la izquierda mexicana, ya que hay aspirantes mucho mejor posicionados y prestigiados, como el viejo lobo de mar Porfirio Muñoz Ledo; la talentosa y comprometida luchadora social Alejandra Barrales; el experimentado sectretario local de Turismo, Alejandro Rojas; el “despedido” Martí Batres, cuya popularidad debe haberse incrementado desde que Ebrard lo echó del GDF; el buen funcionario Miguel Ángel Mancera, procurador del DF, y hasta el “chucho” Carlos Navarrete.
No sé si la terquedad de Ebrard sea tanta como para seguir insistiendo en el despropósito de Mario Delgado, por cuya precampaña fallida ya ni el español aprenden nuestros niños en la secundaria.
lunes, 5 de septiembre de 2011
Entre Alejandra Barrales y Laura Velázquez
Digno de reconocimiento el esfuerzo de la diputada
Alejandra Barrales por posicionar su imagen. Ella quiere, y evidentemente
puede, llegar a la jefatura de gobierno del Distrito Federal postulada por la
coalición o alianza de partidos de izquierda, el PRD, el PT y Movimiento
Ciudadano (antes Convergencia).
En todas las encuestas publicadas ella está muy bien
posicionada. En algunas, entre los aspirantes de izquierda, solo la supera
Porfirio Muñoz Ledo, y en otras Carlos Navarrete, pero invariablemente ella
aparece entre las líderes.
Barrales no es la única mujer que busca la candidatura
izquierdista a la jefatura de gobierno del Distrito Federal. Hay otra,
Laura Velázquez, a la que promueve el grupo de René Bejarano y Dolores
Padierna. Pero hay dos diferencias entre Velázquez y Barrales: una, la
popularidad; la otra, el trabajo político.
Laura Velázquez está muy lejos de la aceptación que Alejandra
Barrales tiene entre los electores capitalinos. Y, además, Velázquez, si bien
colabora con Marcelo Ebrard Casaubón como su secretaria de Desarrollo
Económico, seguramente será vetada por el actual jefe de gobierno.
El hecho de que los jefes reales de Velázquez (Bejarano y
Padierna) estén tan en contra de Ebrard y tan a favor de Andrés Manuel López
Obrador, hace inviable la candidatura de la secretaria de Desarrollo Económico.
Barrales, con habilidad, ha sabido mantenerse cerca de
Ebrard y, al mismo tiempo, muy en el ánimo de López Obrador. Lo ha hecho tan
bien que nadie sabe a ciencia cierta a quién apoya ella para obtener la
candidatura presidencial de izquierda.
Es más, Barrales, gracias a que se ha mantenido leal tanto a Ebrard como a
AMLO podría ser un factor de unidad entre estos dos políticos que, si no
trabajan juntos, se van a hundir y van a hundir a la izquierda toda.
domingo, 7 de agosto de 2011
GDF-2012: la izquierda en aprietos
Antes de la encuesta de Reforma, en la que lleva mucha ventaja la priista Beatriz Paredes sobre cualquiera de los aspirantes del PRD al gobierno del Distrito Federal, en la izquierda se pensaba, con arrogancia y evidentemente con base en un mal diagnóstico, que la capital de México era territorio conquistado que por ningún motivo podía perder el perredismo.
Así, los líderes izquierdistas planteaban los temas sucesorios en dos tiempos: primero, lo importante: elegir al candidato presidencial; después, el trámite de seleccionar a cualquier candidato al GDF.
Ya no es así. Ahora, para tener una mínima posibilidad de éxito frente al PRI en el Distrito Federal, los dos principales aspirantes de izquierda a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubón, antes de que pacten (según lo han acordado) cuál será el elegido entre ellos, tendrán que analizar juntos quién es el mejor militante o simpatizante de la izquierda para buscar el gobierno capitalino, ya que si el DF se pierde, será imposible ganar la presidencia de la república.
Los aspirantes de izquierda mejor posicionados en la encuesta de Reforma son el senador Carlos Navarrete y el procurador del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, con más crecimiento el segundo que el primero, a pesar de que Mancera no ha realizado campaña de ningún tipo, mientras que Navarrete ha gastado mucho dinero en una bien hecha campaña de publicidad exterior.
Después de los mencionados, en la izquierda aparecen Martí Batres (al que le va muy mal cuando lo enfrentan a Beatriz Paredes, del PRI, y Demetrio Sodi, del PAN) y una mujer, Alejandra Barrales, que parece haber perdido empuje.
Con menos posibilidades en el estudio de Reforma está el que ha sido, desde hace años, el proyecto de Marcelo Ebrard para su sucesión, Mario Delgado, quien, a pesar del apoyo recibido por el jefe de gobierno, nomás no ha crecido. Su caso es similar al del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero.
Otro aspirante que ha iniciado abiertamente su precampaña, Alejandro Rojas Díaz-Durán, secretario de Turismo del DF, no fue incluido en la encuesta de Reforma, quizá porque tardó en arrancar. Ni se incluyó en ese estudio al polémico diputado Gerardo Fernández Noroña, al que ningún estudio toma en cuenta a pesar de todo su esfuerzo por hacerse notar. Algo equivocado estará haciendo el diputado para que ninguna empresa encuestadora lo considere. Cuando se les incluya a Rojas y a Noroña en las encuestas, si acaso ocurre, se verán sus posibilidades reales.
¿Hay más opciones para la izquierda en el GDF? Las hay, y creo que son más fuertes que los anteriormente mencionados. Está el prestigiadísimo ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente; el senador Ricardo Moreal, e importantes figuras de los círculos cercanos a López Obrador y Marcelo Ebrard, como Alfonso Durazo y Manuel Camacho (este último ya gobernó el Distrito Federal, pero como no fue electo, legalmente está habilitado para ser candidato).
Tanto López Obrador como Ebrard necesitan que el candidato al GDF sea no solo capaz de ganar, sino también de maximizar los votos de la izquierda en los sectores más conservadores de la capital del país. Entre todos los posibles, los únicos que cumplen con ambos requisitos son Miguel Ángel Mancera, Juan Ramón de la Fuente, Alfonso Durazo y Manuel Camacho. Si hoy se tomara la decisión, el elegido por el PRD como su candidato saldría de este cuarteto. La política tiene su lógica, y si se aplica correctamente se logran buenas “predicciones”.
Así, los líderes izquierdistas planteaban los temas sucesorios en dos tiempos: primero, lo importante: elegir al candidato presidencial; después, el trámite de seleccionar a cualquier candidato al GDF.
Ya no es así. Ahora, para tener una mínima posibilidad de éxito frente al PRI en el Distrito Federal, los dos principales aspirantes de izquierda a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubón, antes de que pacten (según lo han acordado) cuál será el elegido entre ellos, tendrán que analizar juntos quién es el mejor militante o simpatizante de la izquierda para buscar el gobierno capitalino, ya que si el DF se pierde, será imposible ganar la presidencia de la república.
Los aspirantes de izquierda mejor posicionados en la encuesta de Reforma son el senador Carlos Navarrete y el procurador del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, con más crecimiento el segundo que el primero, a pesar de que Mancera no ha realizado campaña de ningún tipo, mientras que Navarrete ha gastado mucho dinero en una bien hecha campaña de publicidad exterior.
Después de los mencionados, en la izquierda aparecen Martí Batres (al que le va muy mal cuando lo enfrentan a Beatriz Paredes, del PRI, y Demetrio Sodi, del PAN) y una mujer, Alejandra Barrales, que parece haber perdido empuje.
Con menos posibilidades en el estudio de Reforma está el que ha sido, desde hace años, el proyecto de Marcelo Ebrard para su sucesión, Mario Delgado, quien, a pesar del apoyo recibido por el jefe de gobierno, nomás no ha crecido. Su caso es similar al del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero.
Otro aspirante que ha iniciado abiertamente su precampaña, Alejandro Rojas Díaz-Durán, secretario de Turismo del DF, no fue incluido en la encuesta de Reforma, quizá porque tardó en arrancar. Ni se incluyó en ese estudio al polémico diputado Gerardo Fernández Noroña, al que ningún estudio toma en cuenta a pesar de todo su esfuerzo por hacerse notar. Algo equivocado estará haciendo el diputado para que ninguna empresa encuestadora lo considere. Cuando se les incluya a Rojas y a Noroña en las encuestas, si acaso ocurre, se verán sus posibilidades reales.
¿Hay más opciones para la izquierda en el GDF? Las hay, y creo que son más fuertes que los anteriormente mencionados. Está el prestigiadísimo ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente; el senador Ricardo Moreal, e importantes figuras de los círculos cercanos a López Obrador y Marcelo Ebrard, como Alfonso Durazo y Manuel Camacho (este último ya gobernó el Distrito Federal, pero como no fue electo, legalmente está habilitado para ser candidato).
Tanto López Obrador como Ebrard necesitan que el candidato al GDF sea no solo capaz de ganar, sino también de maximizar los votos de la izquierda en los sectores más conservadores de la capital del país. Entre todos los posibles, los únicos que cumplen con ambos requisitos son Miguel Ángel Mancera, Juan Ramón de la Fuente, Alfonso Durazo y Manuel Camacho. Si hoy se tomara la decisión, el elegido por el PRD como su candidato saldría de este cuarteto. La política tiene su lógica, y si se aplica correctamente se logran buenas “predicciones”.
lunes, 1 de agosto de 2011
"Demócratas de Izquierda” ven al GDF, no a Los Pinos
Voy a plantear una hipótesis distinta. Nomás no puedo estar de acuerdo con los análisis que se hacen acerca de lo que está pasando en la izquierda. Se equivocan los que piensan que hay o habrá un rompimiento entre Marcelo Ebrard Casaubón y Andrés Manuel López Obrador por la candidatura presidencial de la izquierda. Es imposible, no que peleen a muerte Ebrard y AMLO, sino que lo hagan por una candidatura que el tabasqueño no soltará, porque ya es suya, y que esta vez al pragmático jefe de gobierno del Distrito Federal no le interesa porque sabe que no tiene ninguna posibilidad de éxito en el 2012.
En la izquierda, el único que con seriedad piensa en la candidatura presidencial es López Obrador. Este no es un político tradicional, no analiza encuestas, no estudia escenarios, no ve la realidad, y este juicio no es peyorativo, sino todo lo contrario: como todas las personas extraordinarias, AMLO no le saca la vuelta a las causas perdidas, sino las busca, simple y sencillamente porque es de aquellos que solo ven lo que quieren ver. Y su visión es la de alguien que, posibilidades al margen, piensa que debe luchar hasta el final. Y si pierde, lo volverá a intentar. Andrés Manuel dice que si pierde en 2012 no volverá a intentar nunca más ser candidato presidencial. No le creo. Es joven todavía y no abandonará sus ideales ni su lucha ni siquiera si termina el año próximo con una cantidad mínima de votos. Así son los grandes seres humanos: tercos, aferrados, incapaces de calcular los riesgos de perder y siempre dispuestos a levantarse cada vez que se caen.
AMLO quiere ser candidato presidencial en 2012 y lo será. Le importa muy poco perder. Piensa que está haciendo lo correcto al encabezar una lucha a favor de los más pobres, y no la abandonará. Por eso tiene tantos seguidores, porque piensa más en términos de la historia que de la politología basada en el marketing.
Marcelo Ebrard es distinto. El jefe de gobierno no se engaña. Sabe que la izquierda no tiene ninguna posibilidad de vencer a Enrique Peña Nieto, del PRI, en 2012. De hecho, lo ha dicho muchas veces, no se cansa de proponer una alianza del PRD con el PAN para enfrentar al priismo.
Sin esa alianza, Ebrard, lo sabe, participar como candidato presidencial de la izquierda, unida o dividida, en 2012 es arriesgarse a quedar en último lugar y, por lo mismo, a dar por finalizada su carrera política que ha sido ciento por ciento tradicional.
Sin alianza a Ebrard no le interesa la elección presidencial. No es López Obrador para luchar pagando el precio que sea por sus ideales. Y, bueno, Ebrard no parece un político de ideales, sino un pragmático puro.
Así las cosas, en la reunión que Marcelo Ebrard encabezó ayer, la de los “Demócratas de Izquierda”, que no son otra cosa que los mismos chuchos de siempre, pero con otro nombre, de lo que se trataba no era, en realidad, de apoyar a Ebrard para que este sea candidato presidencial en 2012, sino de fortalecer la fuerza política del actual jefe de gobierno para que sea él quien decida el nombre del candidato del PRD al GDF.
Si para la izquierda, como Ebrard sabe y ha dicho en público, es prácticamente imposible ganar las elecciones presidencial del 2012 sin ir en alianza con el PAN (y parece que no habrá alianza), entonces lo único a lo que pueden aspirar los perredistas pragmáticos es a la jefatura del gobierno del DF.
Sabe Marcelo Ebrard, y saben los chuchos, que si Ebrard no le da mucha lata a AMLO, es decir, que si deja a López Obrador recorrer tranquilamente el camino de la candidatura presidencial de la izquierda, entonces Marcelo podrá contar con el aval del Peje para que sea él, Ebrard, el que elija al candidato al GDF.
Ante la imposibilidad de vencer a Peña Nieto sin una alianza con el PAN, lo único que le queda a los perredistas es luchar por no perder el GDF. Los chuchos apoyan ahora a Ebrard esperando que el actual jefe de gobierno elija como candidato al GDF a uno de los suyos, específicamente al senador Carlos Navarrete. Es lo único que quieren los chuchos, que Ebrard los apoye para buscar el gobierno del Distrito Federal.
Marcelo Ebrard sabe que esa es su fuerza: su capacidad de elegir al candidato al GDF, lo que podrá hacer sin problemas si no pelea con AMLO, es decir, si López Obrador se lo permite (y se lo permitirá si Marcelo se hace a un lado en la presidencial).
Básicamente estuvieron ayer con Marcelo Ebrard dos grupos de perredistas: los chuchos y los colaboradores de Ebrard en el gobierno del Distrito Federal. Los chuchos le dijeron: “Estamos contigo, pero tienes que apoyar a Navarrete para jefe de gobierno”. Esa no es una idea que a Ebrard le agrade del todo, porque no confía en la lealtad de los chuchos que, si por algo se han distinguido, es por ser desleales. Obviamente, Ebrard prefiere a uno de los suyos, como Alejandra Barrales, Mario Delgado o Alejandro Rojas Díaz-Durán, que estuvieron en el evento de ayer domingo.
Si Ebrard no se pelea con AMLO, y por pragmático no se peleará, elegirá él en la soledad de su despacho, como en los viejos tiempos priistas (que Ebrard conoció tan bien) al candidato perredista al GDF.
Creo que ese el verdadero cálculo político que hace Marcelo Ebrard: dejar a alguien en quien pueda confiar en el GDF y no luchar por una imposible presidencia de México. En mi opinión, Ebrard está hasta ahora haciendo lo correcto: no se pelea con AMLO, acepta la alianza con los chuchos y apoya a los suyos.
En ese sentido, han disminuido mucho las posibilidades de llegar a la jefatura de gobierno del DF de los políticos que no asistieron al evento de Ebrard, como Martí Batres, Ricardo Monreal y Juan Ramón de la Fuente. Y es que, si Batres, Monreal y De la Fuente no fueron capaces, ahora, de expresar un mínimo apoyo a Ebrard, si llegaran al GDF podrían hasta tratar de perjudicar al discípulo favorito de Manuel Camacho cuyas cuentas deben ser un galimatías de irregularidades.
Solo para eso se dio la reunión de los “Demócratas de Izquierda”, para que Marcelo analice a quién le puede entregar al GDF, una facultad que tendrá si se hace a un lado, como se hará, en la carrera presidencial para dejar que sea AMLO el que intente la misión imposible de vencer al PRI y a Peña Nieto sin el apoyo del PAN.
jueves, 21 de julio de 2011
¿Al GDF por la grilla turística?
La principal columna de negocios del diario Reforma, “Capitanes”, dice este jueves 21 de julio lo siguiente:
“Como a los hoteles con pulgas. Así le saca la vuelta Gloria Guevara a las oficinas de la Sectur para sus encuentros con los medios. Desde que llegó al cargo, las reuniones con la prensa tienen lugar en el hotel Presidente de Polanco o en las oficinas del Consejo de Promoción Turística de México. Pero curioso el caso. La sede de la Sectur federal ahora sí será usada, pero por la ¡Sectur del Gobierno del DF! La institución que lleva Alejandro Rojas convocó a los medios para asistir a ese inmueble de Polanco para presentar, lea con cuidado: a las ciudades interesadas en albergar el Tianguis Turístico México 2012. ¿Un proceso federal que será presentado por un secretario local? ¿Le suena raro? A nosotros también”.
Más raro aún si atendemos a los mensajes enviados ayer miércoles, vía Twitter, por el secretario de Turismo del Distrito Federal (@rojas_cm):
“Si en 2 meses sigue la caída del turismo en México, pediré la renuncia de la titular de @sectur_mx… El turismo en México requiere incentivos reales... De acuerdo a la Organización Mundial de Turismo, países como Turquía, Malasia y la India han superado a México como destino turístico… Las políticas aplicadas en los últimos años por @Sectur_mx no han funcionado. México ha retrocedido en el ranking mundial de turismo… Hoy solicité una revisión a fondo de dichas políticas, es imperativo que nuestro turismo salga de esta crisis… He propuesto que los viajes familiares en nuestro país sean deducibles de impuestos… México debe de proyectar una imagen positiva al exterior, contrario a la imagen de país en guerra que actualmente tenemos”.
O sea que Rojas utilizará, para promover una de sus ideas, las oficinas de la funcionaria, Gloria Guevara, cuya renuncia está exigiendo.
Raro, sí, suena muy raro, aunque explicable: Alejandro Rojas Díaz-Durán recibió al fin permiso de su jefe, Marcelo Ebrard Casaubón, para lanzarse a buscar la candidatura al gobierno del Distrito Federal. Así, ha empezado a ubicar en distintas calles de la Ciudad de México grandes anuncios espectaculares promoviendo su imagen. Y, en esa lógica, sabe que le beneficia andar de buscapleitos poniendo la mira arriba, y no a los lados ni abajo.
Arriba, desde luego, Rojas tiene en su sector, el turismo, a la secretaria federal, la señora Guevara, a la que, por lo demás, resulta hasta sencillo lanzarle golpes políticos ya que ella, ¡hay consenso!, ha hecho mal su trabajo. O, al menos, es lo que se tiene que decir para ocultar una dolorosa realidad de la que Felipe Calderón es el mayor responsable: cada día llegan menos visitantes a las playas y a las ciudades de nuestro país en guerra.
El caso es que Rojas buscará aumentar su popularidad llevando como sparring a la señora Guevara, pero, para tristeza del secretario de turismo del DF, la funcionaria federal es tan, tan gris que no responde a las provocaciones…
Hasta para pelear se requiere tener algo más que atole en las venas, y no parece ser lo que circula por las de muchos de los integrantes del gabinete de Calderón.
“Como a los hoteles con pulgas. Así le saca la vuelta Gloria Guevara a las oficinas de la Sectur para sus encuentros con los medios. Desde que llegó al cargo, las reuniones con la prensa tienen lugar en el hotel Presidente de Polanco o en las oficinas del Consejo de Promoción Turística de México. Pero curioso el caso. La sede de la Sectur federal ahora sí será usada, pero por la ¡Sectur del Gobierno del DF! La institución que lleva Alejandro Rojas convocó a los medios para asistir a ese inmueble de Polanco para presentar, lea con cuidado: a las ciudades interesadas en albergar el Tianguis Turístico México 2012. ¿Un proceso federal que será presentado por un secretario local? ¿Le suena raro? A nosotros también”.
Más raro aún si atendemos a los mensajes enviados ayer miércoles, vía Twitter, por el secretario de Turismo del Distrito Federal (@rojas_cm):
“Si en 2 meses sigue la caída del turismo en México, pediré la renuncia de la titular de @sectur_mx… El turismo en México requiere incentivos reales... De acuerdo a la Organización Mundial de Turismo, países como Turquía, Malasia y la India han superado a México como destino turístico… Las políticas aplicadas en los últimos años por @Sectur_mx no han funcionado. México ha retrocedido en el ranking mundial de turismo… Hoy solicité una revisión a fondo de dichas políticas, es imperativo que nuestro turismo salga de esta crisis… He propuesto que los viajes familiares en nuestro país sean deducibles de impuestos… México debe de proyectar una imagen positiva al exterior, contrario a la imagen de país en guerra que actualmente tenemos”.
O sea que Rojas utilizará, para promover una de sus ideas, las oficinas de la funcionaria, Gloria Guevara, cuya renuncia está exigiendo.
Raro, sí, suena muy raro, aunque explicable: Alejandro Rojas Díaz-Durán recibió al fin permiso de su jefe, Marcelo Ebrard Casaubón, para lanzarse a buscar la candidatura al gobierno del Distrito Federal. Así, ha empezado a ubicar en distintas calles de la Ciudad de México grandes anuncios espectaculares promoviendo su imagen. Y, en esa lógica, sabe que le beneficia andar de buscapleitos poniendo la mira arriba, y no a los lados ni abajo.
Arriba, desde luego, Rojas tiene en su sector, el turismo, a la secretaria federal, la señora Guevara, a la que, por lo demás, resulta hasta sencillo lanzarle golpes políticos ya que ella, ¡hay consenso!, ha hecho mal su trabajo. O, al menos, es lo que se tiene que decir para ocultar una dolorosa realidad de la que Felipe Calderón es el mayor responsable: cada día llegan menos visitantes a las playas y a las ciudades de nuestro país en guerra.
El caso es que Rojas buscará aumentar su popularidad llevando como sparring a la señora Guevara, pero, para tristeza del secretario de turismo del DF, la funcionaria federal es tan, tan gris que no responde a las provocaciones…
Hasta para pelear se requiere tener algo más que atole en las venas, y no parece ser lo que circula por las de muchos de los integrantes del gabinete de Calderón.
martes, 12 de julio de 2011
El sueño de Ebrard, ser aceptado por el PAN
El periodista Pascal Beltrán del Río entrevistó recientemente, en Excélsior, a Marcelo Ebrard Casaubón. “Sin coalición se ve difícil ganar, admite Ebrard”, es el título de ese trabajo periodístico. En el mismo, el jefe de gobierno del Distrito Federal enumeró las ventajas que él cree tener, pero que no es seguro realmente tenga, sobre Andrés Manuel López Obrador. También, abiertamente Ebrard dijo que buscará, primero, ser candidato presidencial de los tres partidos de izquierda (PRD, PT y Convergencia, este último en proceso de cambiar su nombre a “Movimiento”) para después intentar una alianza con el PAN.
El razonamiento de Ebrard, bastante primario, es el siguiente:
1.- El jefe de gobierno del Distrito Federal parte de decir que no cree “en la onda esta de la inevitabilidad del regreso del PRI” en 2012. Sin embargo, “tenemos que armar una coalición muy amplia desde ahora. Intentar nosotros solos tener la mayoría se ve difícil”. Esa coalición muy amplia, desde luego entre la izquierda y el PAN, serviría para construir condiciones de gobernabilidad. Suena ingenuo que Ebrard insista en plantear la posibilidad de una alianza entre la izquierda y el PAN, con él como candidato desde luego. Eso no sería aceptado por la izquierda ni veo ninguna razón para que los panistas entreguen su partido, así nada más porque sí, a alguien como Marcelo Ebrard.
2.- Después, Ebrard dice cuáles son sus supuestas ventajas sobre Andrés Manuel López Obrador: “Conciliar, negociar, convencer, sumar, aislar diferencias... Claramente ahí tenemos diferentes perfiles él y yo”. Es decir, según Marcelo, López Obrador no concilia, no negocia, no convence, no suma, no aísla diferencias. Sobran los empresarios, los medios críticos a su gobierno y los políticos que no solo no han podido ser recibidos por Ebrard para “Conciliar, negociar, convencer, sumar, aislar diferencias”, sino ni siquiera recibidos para absolutamente nada por un gobernante, como Marcelo, muy poco accesible. Pero bueno, él se ve a sí mismo de otro modo.
3.- Solo dejará el gobierno del Distrito Federal para ser candidato presidencial, no para buscar un puesto en el Senado. Si es cierto lo que dice, se va a equivocar. Porque cancelará su futuro político. Le recomiendo a Ebrard cambiar de opinión, ya que, evidentemente, y él lo sabe, siendo muy pocas sus posibilidades de ser candidato presidencial de izquierda (López Obrador ya lleva demasiado aventajada su campaña), lo que más le conviene es bajarle al ego y aceptar irse a la Cámara de Senadores a ser ahí el líder de la izquierda, lo que le permitirá mantenerse bien posicionado para las presidenciales de 2018. Marcelo todavía es joven. Un poco de paciencia le vendría bien.
4.- Marcelo presume de que la suya al frente del GDF ha sido una administración púbica exitosísima: “Hemos aplicado un programa de desarrollo humano y de mejoramiento de la seguridad; hemos aplicado programas de expansión de bienestar social en la ciudad”, etcétera. Bueno, no es eso lo que pensamos los habitantes del Distrito Federal, que a diario batallamos con los baches, la basura en todas partes, la inseguridad y la corrupción de policías y funcionarios de todo tipo.
5.- Ebrard se presenta a sí mismo como experto en economía: “…la estrategia general (del gobierno federal) es de mantener una inflación muy baja. Ese es un objetivo importante, pero ya dio de sí; somos un país con acceso al crédito muy por debajo de otros países de América Latina”, etcétera. Tendrá que hacer mucho más si Marcelo quiere convencer de que él se las sabe de todas, todas en materia de debates económicos. Mucho, mucho más que repetir frases hechas.
6.- El gobernante capitalino quiere dar la impresión de que es un experto en ciencias políticas y no solo en grilla, de ahí que plantee una especie de reforma política a lograrse a partir de diciembre de 2012: “Separar jefe del Estado y jefe del Gobierno, de suerte que éste siempre represente a la mayoría. Transparentar las coaliciones, en lugar de los acuerdos parlamentarios que tenemos ahora, que están muy fuera del control de los ciudadanos”, etcétera. Lo curioso es que Ebrard nada diga de la principal exigencia de los mexicanos sin partido en lo referente a una reforma política: las candidaturas ciudadanas que le quiten a los partidos políticos el monopolio de la participación en los procesos electorales.
7.- Ebrard se lanza contra cualquiera que vaya a ser el candidato presidencial del PRI: “El candidato del PRI, quien sea, lo que va a representar es la oferta del regreso. No lo digo peyorativamente. Lo digo en sentido objetivo. Eso es lo que están ofreciendo, no explícitamente pero sí implícitamente. Y eso no conviene ni resuelve”. Lo chistoso es que Ebrard, siempre de la mano de Manuel Camacho, pasó más tiempo como distinguido militante del PRI del que lleva como integrante de la oposición de izquierda.
8.- Ebrard no critica al candidato del PAN porque ¡no lo ve!: “Habrá otros candidatos. Habrá que ver el PAN qué candidato o candidata tiene y qué piensa, pero yo no he visto que Acción Nacional, hasta ahora, tenga claro este planteamiento”. Ebrard sueña en que todos los panistas se harán a un lado para permitirle a él, a Marcelo, ser el candidato blanquiazul. Y los sueños, dijo el poeta, sueños son.
9.- Ebrard, desleal con el hombre al que le debe su actual cargo, se lanza contra López Obrador. Lo hace Marcelo utilizando el peor de los procedimientos, el de tratar de minimizar a su rival dentro de la izquierda. Y es que a la pregunta de qué tipo de presidente sería AMLO, Ebrard, sin caballerosidad, responde con desdén y seguramente molestia: “Habría que preguntárselo”. Carambas, Marcelo, te lo estaban preguntando a ti, no a López Obrador. Responde, no le saques la vuelta al tema.
10.- Lo que sí dice Ebrard es que se considera mejor prospecto presidencial que Andrés Manuel López Obrador porque él, Ebrard, se ha formado como burócrata (que para Marcelo sería mejor currículum que el de líder social de AMLO, supongo): “Yo me he formado pensando en cómo gobernar”. Lo único que yo no presumiría es una carrera totalmente realizada en la burocracia, en la que no hay grandeza ni productividad, en la que solo abundan el papeleo y la ineficacia.
11.- Ebrard presume de que, gracias a él, el Distrito Federal “tiene un papel muy relevante en el plano internacional”. ¿Es así? Por favor. Casi no se habla de la Ciudad de México en el extranjero, excepto en publicaciones pagadas.
12.- Cuando le preguntan a Ebrard por el papel de Elba Esther Gordillo en el próximo gobierno en el caso, improbable en mi opinión, de que él fuera presidente, no responde nada. Se va por las generalidades acerca del sistema educativo. Pero de Elba, muy amiga de él, nada. ¿Y así quiere ser un candidato creíble para la izquierda que busca el cambio?
El razonamiento de Ebrard, bastante primario, es el siguiente:
1.- El jefe de gobierno del Distrito Federal parte de decir que no cree “en la onda esta de la inevitabilidad del regreso del PRI” en 2012. Sin embargo, “tenemos que armar una coalición muy amplia desde ahora. Intentar nosotros solos tener la mayoría se ve difícil”. Esa coalición muy amplia, desde luego entre la izquierda y el PAN, serviría para construir condiciones de gobernabilidad. Suena ingenuo que Ebrard insista en plantear la posibilidad de una alianza entre la izquierda y el PAN, con él como candidato desde luego. Eso no sería aceptado por la izquierda ni veo ninguna razón para que los panistas entreguen su partido, así nada más porque sí, a alguien como Marcelo Ebrard.
2.- Después, Ebrard dice cuáles son sus supuestas ventajas sobre Andrés Manuel López Obrador: “Conciliar, negociar, convencer, sumar, aislar diferencias... Claramente ahí tenemos diferentes perfiles él y yo”. Es decir, según Marcelo, López Obrador no concilia, no negocia, no convence, no suma, no aísla diferencias. Sobran los empresarios, los medios críticos a su gobierno y los políticos que no solo no han podido ser recibidos por Ebrard para “Conciliar, negociar, convencer, sumar, aislar diferencias”, sino ni siquiera recibidos para absolutamente nada por un gobernante, como Marcelo, muy poco accesible. Pero bueno, él se ve a sí mismo de otro modo.
3.- Solo dejará el gobierno del Distrito Federal para ser candidato presidencial, no para buscar un puesto en el Senado. Si es cierto lo que dice, se va a equivocar. Porque cancelará su futuro político. Le recomiendo a Ebrard cambiar de opinión, ya que, evidentemente, y él lo sabe, siendo muy pocas sus posibilidades de ser candidato presidencial de izquierda (López Obrador ya lleva demasiado aventajada su campaña), lo que más le conviene es bajarle al ego y aceptar irse a la Cámara de Senadores a ser ahí el líder de la izquierda, lo que le permitirá mantenerse bien posicionado para las presidenciales de 2018. Marcelo todavía es joven. Un poco de paciencia le vendría bien.
4.- Marcelo presume de que la suya al frente del GDF ha sido una administración púbica exitosísima: “Hemos aplicado un programa de desarrollo humano y de mejoramiento de la seguridad; hemos aplicado programas de expansión de bienestar social en la ciudad”, etcétera. Bueno, no es eso lo que pensamos los habitantes del Distrito Federal, que a diario batallamos con los baches, la basura en todas partes, la inseguridad y la corrupción de policías y funcionarios de todo tipo.
5.- Ebrard se presenta a sí mismo como experto en economía: “…la estrategia general (del gobierno federal) es de mantener una inflación muy baja. Ese es un objetivo importante, pero ya dio de sí; somos un país con acceso al crédito muy por debajo de otros países de América Latina”, etcétera. Tendrá que hacer mucho más si Marcelo quiere convencer de que él se las sabe de todas, todas en materia de debates económicos. Mucho, mucho más que repetir frases hechas.
6.- El gobernante capitalino quiere dar la impresión de que es un experto en ciencias políticas y no solo en grilla, de ahí que plantee una especie de reforma política a lograrse a partir de diciembre de 2012: “Separar jefe del Estado y jefe del Gobierno, de suerte que éste siempre represente a la mayoría. Transparentar las coaliciones, en lugar de los acuerdos parlamentarios que tenemos ahora, que están muy fuera del control de los ciudadanos”, etcétera. Lo curioso es que Ebrard nada diga de la principal exigencia de los mexicanos sin partido en lo referente a una reforma política: las candidaturas ciudadanas que le quiten a los partidos políticos el monopolio de la participación en los procesos electorales.
7.- Ebrard se lanza contra cualquiera que vaya a ser el candidato presidencial del PRI: “El candidato del PRI, quien sea, lo que va a representar es la oferta del regreso. No lo digo peyorativamente. Lo digo en sentido objetivo. Eso es lo que están ofreciendo, no explícitamente pero sí implícitamente. Y eso no conviene ni resuelve”. Lo chistoso es que Ebrard, siempre de la mano de Manuel Camacho, pasó más tiempo como distinguido militante del PRI del que lleva como integrante de la oposición de izquierda.
8.- Ebrard no critica al candidato del PAN porque ¡no lo ve!: “Habrá otros candidatos. Habrá que ver el PAN qué candidato o candidata tiene y qué piensa, pero yo no he visto que Acción Nacional, hasta ahora, tenga claro este planteamiento”. Ebrard sueña en que todos los panistas se harán a un lado para permitirle a él, a Marcelo, ser el candidato blanquiazul. Y los sueños, dijo el poeta, sueños son.
9.- Ebrard, desleal con el hombre al que le debe su actual cargo, se lanza contra López Obrador. Lo hace Marcelo utilizando el peor de los procedimientos, el de tratar de minimizar a su rival dentro de la izquierda. Y es que a la pregunta de qué tipo de presidente sería AMLO, Ebrard, sin caballerosidad, responde con desdén y seguramente molestia: “Habría que preguntárselo”. Carambas, Marcelo, te lo estaban preguntando a ti, no a López Obrador. Responde, no le saques la vuelta al tema.
10.- Lo que sí dice Ebrard es que se considera mejor prospecto presidencial que Andrés Manuel López Obrador porque él, Ebrard, se ha formado como burócrata (que para Marcelo sería mejor currículum que el de líder social de AMLO, supongo): “Yo me he formado pensando en cómo gobernar”. Lo único que yo no presumiría es una carrera totalmente realizada en la burocracia, en la que no hay grandeza ni productividad, en la que solo abundan el papeleo y la ineficacia.
11.- Ebrard presume de que, gracias a él, el Distrito Federal “tiene un papel muy relevante en el plano internacional”. ¿Es así? Por favor. Casi no se habla de la Ciudad de México en el extranjero, excepto en publicaciones pagadas.
12.- Cuando le preguntan a Ebrard por el papel de Elba Esther Gordillo en el próximo gobierno en el caso, improbable en mi opinión, de que él fuera presidente, no responde nada. Se va por las generalidades acerca del sistema educativo. Pero de Elba, muy amiga de él, nada. ¿Y así quiere ser un candidato creíble para la izquierda que busca el cambio?
lunes, 25 de abril de 2011
Las noticias después de vacaciones
Qué abuso del gobierno del Distrito Federal, que en la colonia Del Valle ha vendido con olímpica desfachatez un tramo de la calle Enrique C. Rébsamen, entre Pilares y Miguel Laurent, a la Comercial Mexicana para que esta empresa amplíe su estacionamiento. Por eso la Rayuela, de La Jornada, habla de que “el fantasma de Santa Anna se pasea por la ciudad de México. Así como su Alteza Serenísima cobró impuestos por las ventanas y vendió La Mesilla, ahora se venden las calles a particulares”. Se está ganando Marcelo Ebrard Casaubón, y a pulso, el repudio de los ciudadanos.
Por otro lado, me entero de que, por cada litro de gasolina vendido en las estaciones de servicio de Pemex, la gente recibe 9.5 por ciento menos de lo que debería recibir. Esto significa un fraude masivo de aproximadamente 47 mil millones de pesos anuales, que denuncia la Secretaría de Economía, pero que ni esta ni ninguna otra dependencia corrige.
Y el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero…ya había dicho que con 6 mil pesos de salario se puede pagar casa, coche y escuela privada y ahora, burlándose de los mexicanos, de plano, dice que en México tenemos las gasolinas más baratas. El señor vive en un mundo que no existe.
Y el IFE, el IFE… El Instituto Federal Electoral pagó 406 mil pesos a la empresa Nglobe por un monitoreo, ¡de un mes!, de Twitter. Gratis les habría salido a los señores consejeros electorales simplemente bajar el TweetDeck que cualquier tuitero más o menos espabilado utiliza. Además, el IFE derrochó 1.2 millones de pesos en una asesoría para entrevistas en los medios de comunicación. El exceso mayor detectado fue de 67.8 millones de pesos en “vales de despensa navideños y de Día de Reyes”. Irresponsable instituto, de plano.
En La Laguna, tristemente, un ganadero socio de la empresa Lala, Carlos Ignacio Valdés Berlanga, de 61 años de edad fue asesinado afuera de su casa mientras se resistía a ser secuestrado. No parece estar sirviendo para gran cosa la guerra contra el organizado de Felipe Calderón. De hecho, un experto de la marina mexicana, en su tesis para una institución académica militar de Estados Unidos, ha dicho que esa es una guerra que se prolongará y que no se ganará porque ha sido mal planteada y peor ejecutada.
¡Y veo a Carlos Salinas de Gortari como columnista, al mismo tiempo, en El Universal y en Reforma! Hace días lo fue de Milenio y… Y, ya sabe, pues, quién manda en el país.
¡Y veo a Carlos Salinas de Gortari como columnista, al mismo tiempo, en El Universal y en Reforma! Hace días lo fue de Milenio y… Y, ya sabe, pues, quién manda en el país.
Leo sobre el fallecimiento, lamentable, del poeta chileno Gonzalo Rojas, quien de sí mismo dijo: “Soy un inconcluso”.
Noticia no tan mala, pero sí curiosa es que, al parecer Nicolás Sarkozy y Carla Bruni van a tener un hijo. Ella, a sus 43 años… en fin, espero que no se le complique y que sean felices para siempre.
Noticia pésima es que ya no hay duda de que la Ley de Seguridad que quieren aprobar el PRI y el PAN es la antesala del fascismo en México.
Como entre nosotros es popular, busco en Google “Juan Pablo” para saber qué se piensa en otras partes de la beatificación del Papa amigo. Pero las primeras referencias que aparecen no son de Juan Pablo II, sino de un corredor de autos ya venido a menos: Juan Pablo Montoya.
¡Y ya viene la cursilería de la boda real! Si todas las bodas son, pues eso, las de la realeza con mayor razón. Me consideraba afortunada porque, por mi edad, apenas me enteré del casamiento de la princesa Diana, pero los castigos del destino a todos nos alcanzan, y de esta boda no me voy a salvar. Qué horror.
Con tanta mala noticia ya me entró el temor de que el Real Madrid vuelva a ganar al Barça, otra vez con los catalanes jugando mejor.
Para colmo, Joan Sebastian se cayó de su caballo y está internado en un hospital. Si algo le pasara, la música culta universal… se quedaría como si nada. ¿Quién es Joan Sebastian?
Lo único bueno es que los Pumas siguen de líderes… y sí, que el Chicharito no deja de anotar goles en Inglaterra. Fuera de eso, ¡qué desastre nos plantean las noticias!
Así comenzamos después de las vacaciones.
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