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lunes, 11 de abril de 2011

No a la alianza: ¿Tomó el PRD la mejor decisión?

Solo la candidatura de Alejandro Encinas a gobernador del Estado de México podía convencer a Marcelo Ebrard Casaubón y a sus aliados más cercanos, sobre todo a Manuel Camacho Solís, de decir no a la alianza del PRD con el PAN.

Ebrard, con el tema de la alianza, pasó de llevar la ofensiva, a defenderse y a quedar contra la pared debido a las fuertes presiones de Andrés Manuel López Obrador.

El jefe de gobierno del Distrito Federal apostó todo a la alianza PAN-PRD, desde luego contra López Obrador (ellos son los dos principales aspirantes de izquierda a la candidatura presidencial en 2012). Y Ebrard perdió.

Después de pasearse en las entidades en las que los candidatos aliancistas habían ganado gubernaturas (Oaxaca, Sinaloa, Guerrero, Puebla), Ebrard se veía invencible armado con la espada de la necesaria alianza para derrotar a los “malos” del PRI. (Subrayo la expresión “malos” no porque los priistas no lo sean, que desde luego lo son, sino porque de esa calidad moral abundan líderes en todos los partidos, particularmente en el PAN y el PRD, que son gobierno en muchos lugares).

El argumento de Ebrard, obviamente preparado por Camacho y siempre contando con el visto bueno del PAN y de Felipe Calderón, convenció a muchos, sobre todo a intelectuales que de buena fe prestaron sus nombres para apadrinar una de las farsas políticas más notorias de los últimos tiempos: la consulta ciudadana para decidir por el sí o por el no a la alianza entre el PAN y el PRD.

La consulta la ganó aplastantemente el sí y cuando parecía que la alianza PAN-PRD se concretaría, Ebrard decidió dejar colgados de la brocha a los panistas, Calderón incluido, y a los intelectuales.

En qué forma se burló Ebrard de los intelectuales a los que convenció de participar en un ejercicio, supuestamente cívico. Ya aprenderán la gente sensible y con cultura a no confiar en los políticos, por mejor peinados que se presenten (bueno, es que, después de Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones, don Marcelo es de los gobernantes que más se adornan antes de salir de su casa).

Marcelo Ebrard, de pronto, dijo no a la alianza, levantó la mano de Alejandro Encinas (un hombre que siempre rechazó unirse al PAN) y quiso, fiel al estilo de su mentor Manuel Camacho (que es el del cubano Fidel Castro), hacer de su gran derrota una gran victoria: convenció a Encinas de que no fuera a un mitin con AMLO en el Edomex, de tal forma de acompañarlo a él, a Ebrard, a un recorrido por tierras mexiquenses.

Es decir, partiendo de la premisa (que solo políticos como Camacho se creen) de que el ciudadano es un tonto sin memoria, Ebrard quiso presentarse como el gran impulsor de la candidatura antialiancista de Encinas.

Pero Ebrard no engañó a nadie. La opinión pública y la publicada en forma unánime presentaron a don Marcelo como el perdedor en la primera batalla del Edomex, y a AMLO como el ganador.

Y es que así fue. ¿Qué hizo a AMLO ganar, a pesar de tener todo en contra? Su terquedad que, para muchos, es simple apego a sus principios.

Después de que Ebrard se rindió ante López Obrador, lo que siguió fue un mero trámite: que el PRD nacional rechazara la alianza.

Muy bien, pero apenas empiezan los problemas para el perredismo, que postulará a Encinas junto con el PT y Convergencia, como su candidato a gobernador del Estado de México.

El problema es que Encinas tal vez no cumple con el requisito de la residencia y, por lo mismo, tal vez no pueda ser candidato a gobernador.

Conociendo a López Obrador, puedo decir sin temor a equivocarme que eso, la inhabilitación de Encinas, es algo que no va a detener a Andrés Manuel, algo a lo que inclusive él podría sacarle provecho.

Salir victorioso del jaque mate es la especialidad de López Obrador (de hecho, cuando AMLO falla es cuando lleva la ventaja). Parecía que no superaría el desafuero, y salió en hombros en una marcha a la que asistieron 2 millones de personas. Después, en Iztapalapa, inhabilitada por el Trife Clara Brugada, Andrés Manuel se sacó de la manga a un tal “Juanito” y de la nada lo hizo ganar la elección por el PT, para después obligarlo a renunciar y entregar la jefatura delegacional a quien AMLO pensó que siempre la mereció y que injustamente se la quisieron quitar: la señora Brugada.

Así que, si a Encinas lo inhabilitan, ya podremos esperar a un Andrés Manuel jugando en su terreno, el del jaque mate, llevándose toda la atención mediática para sí mismo y para su causa, inventando sabrá Dios qué (tal vez con Yeidckol Polevnsky como candidata, para luego renunciar ya ganadora y gobernadora a favor del secretario de gobierno Encinas o cualquier cosa por el estilo).

Pero hay en eso un riesgo muy grande. Porque los grandes jugadores como Andrés Manuel suelen triunfar, pero a veces, por apostar tan alto a las causas casi perdidas, también pierden, y fuertemente.

El riesgo, obvio, es que Encinas quede inhabilitado. Eso dejaría al PRD en una situación de gran vulnerabilidad para el 2012. ¿Por qué? Porque con Encinas (primer lugar en las encuestas si se excluye a los partidos), el PRD es el segundo lugar en el Edomex, detrás del PRI y su candidato Eruviel Ávila y del PAN y su candidato, Luis Felipe Bravo Mena.

La inhabilitación de Encinas podría mandar al PRD del segundo al tercer lugar (ojo, si fallara, que podría fallar, la gran protesta que encabezará López Obrador). Y eso, el tercer lugar en el Edomex, dejaría al PRD (y al PT y a Convergencia) sin posibilidades en 2012.

Solo hay una fórmula para que el PRD salga fortalecido del Edomex después de haber dicho no a la alianza con el PAN, los líderes de la izquierda mexicana la están evaluando y de la misma hablaré en otro texto en este blog esta noche.

Alejandro Encinas: ¿elegible o no?

El día de ayer se prestó para muchas cosas. Una de ellas: analizar la situación en el Estado de México. Recibí mensajes de algunas personas preguntando mi opinión respecto al tema y otras peticiones de que escribiera sobre esto.

En seguida mis puntos en un breve análisis que hago para ustedes:

1. No pudieron con AMLO. Ni Ebrard ni Calderón ni los chuchos. Probó AMLO tener más habilidad política que los anteriores.

2. Como partido, el PRI arranca en primer lugar, el PRD-PT-Convergencia en segundo y el PAN en tercero.

3. Como candidato, Encinas arranca en primer lugar, Eruviel en segundo y Bravo Mena en tercero.

4. En la combinación partido-candidato, será un duelo cerrado entre el PRI y el PRD-PT-Convergencia, con ventaja para el PRI que cuenta con el apoyo de la maestra Elba Esther Gordillo. El PAN está condenado al último lugar.

5. El problema real del PRD-PT-Convergencia es la elegibilidad de Encinas, quien quizá no cumple con el requisito de la residencia. Hay un embrollo legal que quién sabe cómo se superará.

6. Yeidckol está en la banca, a la espera de que Encinas sea aceptado o no en caso de haber impugnaciones ante el Trife. Yeidckol pidió licencia en el Senado para ser elegible.

Mi conclusion: el PRI lleva todas las de ganar, sobre todo si Encinas no es elegible. Y el que tiene todas las de perder es el PAN, que va que vuela para un lejano tercer lugar. 

miércoles, 30 de marzo de 2011

La oportunista alianza que no cuaja II

En un anterior texto, que vuelvo a difundir ahora, dije que la alianza PAN-PRD en el Estado de México no cuajaba. Que después de la nominación del priísta Eruviel Avila (@Eruviel_Avila) como candidato del PRI a gobernador, se veía imposible que perredistas y panistas logran encontrar un candidato con posibilidades de triunfo. Lo grave para el PAN y el PRD es que no suspendieron su consulta entre los mexiquenses, a pesar de que ya para el domingo sabían que la alianza era si no imposible, muy improbable. La consulta se dio y ganó el sí a la alianza en forma aplastante. Este resultado lo avalaron destacados intelectuales, a los que ahora el PRD y el PAN han hecho quedar muy mal, ya que tales partidos, sin el menor recato pasaron del entusiasmo por la alianza al rechazo a esta. El colmo vino cuando Marcelo Ebrard (@M_Ebrard), totalmente doblegado por Andrés Manuel López Obrador, se retrató con Alejandro Encinas, dejando, como se dice, colgados de la brocha a destacados pensadores mexicanos que no merecían esa burla. Qué ruin puede ser a veces la política en México.

A continuación reproduzco un texto que hace días publiqué, y que hoy, necesariamente repito.


La oportunista alianza que no cuaja

A pesar de todo, no habrá alianza. Es lo que, con otras palabras, dice Jorge Fernández Menéndez hoy lunes, en Excélsior. En opinión de este columnista, la nominación de Eruviel Ávila como candidato del PRI en el Estado de México ha cancelado ese acuerdo político, independientemente del resultado de la famosa consulta en la que, como se sabe, ayer ganó el “Sí” en forma aplastante, aunque tal vez no con todas las de la ley.

Lo anterior significa que el PAN y el PRD esperaban hacer de Eruviel Ávila su candidato, una vez que se concretara el, para muchos, inevitable destape del priista Alfredo del Mazo. Es decir, los dirigentes panistas y perredistas pensaban repetir las experiencias de Sinaloa y Guerrero, donde el priismo no designó candidatos a los políticos más populares quienes, molestos, abandonaron a su partido, aceptaron participar en la alianza izquierda-derecha y terminaron arrasando al PRI.

Enrique Peña Nieto, al no favorecer a su amigo Del Mazo, evitó que su partido regalara al PAN-PRD otro Malova u otro Aguirre. Hasta donde estoy informada, Peña Nieto actuó contra su voluntad presionado por el expresidente Carlos Salinas de Gortari, quien en todo momento apoyó a Eruviel Ávila.

El caso es que, sin duda, Jorge Fernández Menéndez podría tener razón: al margen del resultado de la consulta en el Estado de México, la alianza PAN-PRD se ve de muy difícil realización sobre todo por la falta de un candidato aliancista de peso. Y es que el aspirante mejor posicionado en la izquierda, Alejandro Encinas, abiertamente ha rechazado la alianza, mientras que no parece haber ningún panista con los tamaños que se requieren para enfrentar con posibilidades de éxito a la poderosa maquinaria del PRI.

Todos los nombres que han manejado los dirigentes del PAN y del PRD se han caído. Uno de ellos, por cierto, se cayó por la terquedad de Andrés Manuel López Obrador de rechazar la alianza. Hablo del exrector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente.

Sé que De la Fuente aceptó ser candidato aliancista una vez que se lo propuso el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón. Pero puso una condición: “Seré candidato, Marcelo, si convences a Andrés Manuel de que me apoye. Si Andrés Manuel no está de acuerdo, no seré candidato de la alianza”.

Ebrard buscó a AMLO para plantearle lo anterior. El jefe de gobierno pensaba que podría convencer al tabasqueño dada la buena relación que este siempre ha tenido con el exrector, al que inclusive pensó hacer, en 2006, su secretario de Gobernación si llegaba a la presidencia. Pero Marcelo Ebrard se equivocó. La respuesta que varias veces recibió de López Obrador fue: “No apoyo la alianza en el Estado de México ni siquiera si Juan Ramón es el candidato”. Por lo que me dicen, Ebrard se retiró muy molesto de esa reunión. Y con razón, porque El Peje dejaba a la alianza PAN-PRD solo con una posibilidad: que Eruviel Ávila rompiera con el PRI, lo que no ocurrió.

Ahora bien, para el PAN y el PRD ir en alianza sin un candidato fuerte, y no lo tienen, sería un suicidio. No solo porque quedarían muy lejos del poderoso PRI, sino también porque podrían terminar por debajo del candidato que el movimiento de López Obrador apoyara a través del PT y Convergencia y que podría ser, o no, Alejandro Encinas, quien no acaba de decidirse a romper con el perredismo.

¿Podría irse al tercer lugar en el Estado de México la alianza del PAN y el PRD? Sí, sin duda. Básicamente porque no ha habido fracturas en el PRI. Pero también porque, gracias sobre todo a López Obrador, cada día más gente está convencida de que una alianza de ese tipo es inmoral.

En mi opinión, es clara la inmoralidad de una alianza electoral como la planteada por el PAN  y el PRD, si no por otra cosa, porque en 2006 todos los dirigentes perredistas acusaron con absoluta seriedad al PAN de haberse robado las elecciones presidenciales. Así que, evidentemente, si hoy el PRD busca juntarse con quienes a la mala le arrebataron el poder, solo puede atribuirse al más detestable de los vicios políticos: el oportunismo.

lunes, 28 de marzo de 2011

La oportunista alianza que no cuaja

A pesar de todo, no habrá alianza. Es lo que, con otras palabras, dice Jorge Fernández Menéndez hoy lunes, en Excélsior. En opinión de este columnista, la nominación de Eruviel Ávila como candidato del PRI en el Estado de México ha cancelado ese acuerdo político, independientemente del resultado de la famosa consulta en la que, como se sabe, ayer ganó el “Sí” en forma aplastante, aunque tal vez no con todas las de la ley.

Lo anterior significa que el PAN y el PRD esperaban hacer de Eruviel Ávila su candidato, una vez que se concretara el, para muchos, inevitable destape del priista Alfredo del Mazo. Es decir, los dirigentes panistas y perredistas pensaban repetir las experiencias de Sinaloa y Guerrero, donde el priismo no designó candidatos a los políticos más populares quienes, molestos, abandonaron a su partido, aceptaron participar en la alianza izquierda-derecha y terminaron arrasando al PRI.

Enrique Peña Nieto, al no favorecer a su amigo Del Mazo, evitó que su partido regalara al PAN-PRD otro Malova u otro Aguirre. Hasta donde estoy informada, Peña Nieto actuó contra su voluntad presionado por el expresidente Carlos Salinas de Gortari, quien en todo momento apoyó a Eruviel Ávila.

El caso es que, sin duda, Jorge Fernández Menéndez podría tener razón: al margen del resultado de la consulta en el Estado de México, la alianza PAN-PRD se ve de muy difícil realización sobre todo por la falta de un candidato aliancista de peso. Y es que el aspirante mejor posicionado en la izquierda, Alejandro Encinas, abiertamente ha rechazado la alianza, mientras que no parece haber ningún panista con los tamaños que se requieren para enfrentar con posibilidades de éxito a la poderosa maquinaria del PRI.

Todos los nombres que han manejado los dirigentes del PAN y del PRD se han caído. Uno de ellos, por cierto, se cayó por la terquedad de Andrés Manuel López Obrador de rechazar la alianza. Hablo del exrector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente.

Sé que De la Fuente aceptó ser candidato aliancista una vez que se lo propuso el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón. Pero puso una condición: “Seré candidato, Marcelo, si convences a Andrés Manuel de que me apoye. Si Andrés Manuel no está de acuerdo, no seré candidato de la alianza”.

Ebrard buscó a AMLO para plantearle lo anterior. El jefe de gobierno pensaba que podría convencer al tabasqueño dada la buena relación que este siempre ha tenido con el exrector, al que inclusive pensó hacer, en 2006, su secretario de Gobernación si llegaba a la presidencia. Pero Marcelo Ebrard se equivocó. La respuesta que varias veces recibió de López Obrador fue: “No apoyo la alianza en el Estado de México ni siquiera si Juan Ramón es el candidato”. Por lo que me dicen, Ebrard se retiró muy molesto de esa reunión. Y con razón, porque El Peje dejaba a la alianza PAN-PRD solo con una posibilidad: que Eruviel Ávila rompiera con el PRI, lo que no ocurrió.

Ahora bien, para el PAN y el PRD ir en alianza sin un candidato fuerte, y no lo tienen, sería un suicidio. No solo porque quedarían muy lejos del poderoso PRI, sino también porque podrían terminar por debajo del candidato que el movimiento de López Obrador apoyara a través del PT y Convergencia y que podría ser, o no, Alejandro Encinas, quien no acaba de decidirse a romper con el perredismo.

¿Podría irse al tercer lugar en el Estado de México la alianza del PAN y el PRD? Sí, sin duda. Básicamente porque no ha habido fracturas en el PRI. Pero también porque, gracias sobre todo a López Obrador, cada día más gente está convencida de que una alianza de ese tipo es inmoral.

En mi opinión, es clara la inmoralidad de una alianza electoral como la planteada por el PAN  y el PRD, si no por otra cosa, porque en 2006 todos los dirigentes perredistas acusaron con absoluta seriedad al PAN de haberse robado las elecciones presidenciales. Así que, evidentemente, si hoy el PRD busca juntarse con quienes a la mala le arrebataron el poder, solo puede atribuirse al más detestable de los vicios políticos: el oportunismo.

sábado, 26 de marzo de 2011

Eruviel: Ni adivinación ni primicia; simple análisis

En mi anterior escrito en este blog dije que anticipé, en Twitter (febrero de este año) y en una columna en www.sdpnoticias.com (noviembre de 2010), la candidatura priista de Eruviel Ávila (@Eruviel_Avila). Como eso ha generado múltiples reacciones de mis lectores, considero que estoy obligada a realizar las siguientes precisiones.

¿Adivinación? No me dedico a eso. Los y las expertas en esta materia están en Catemaco, Veracruz, y en otros otros lugares mágicos que no conozco. Así que no profeticé la llegada de Eruviel a la candidatura del PRI a gobernador del Estado de México.

¿Primicia? Por supuesto que lo mío no fue una primicia. Esta la dio, en Twitter, Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga1), periodista de Televisa, Radio Fórmula y Milenio. Él supo, ayer viernes, que Alfredo del Mazo iba a declinar para que Eruviel Ávila se alzara como el candidato priista a suceder a Enrique Peña Nieto.

Lo que yo hice fue otra cosa: análisis.

Partí de la premisa, cierta de acuerdo a numerosas observaciones, de que Carlos Salinas de Gortari es el que manda en el PRI, particularmente en el Estado de México. Toda la evidencia disponible apunta en la dirección de una relación de subordinación de Peña Nieto respecto de Salinas, y eso es un asunto conocido sobre todo desde que –en un proceso que lleva ya varios meses– Andrés Manuel López Obrador, en cada plaza mexiquense, decidió “motivar” a sus seguidores mostrándoles una fotografía ampliada en la que aparecen, juntos y muy sonrientes, Salinas y Peña Nieto.

Si Salinas manda en el PRI y en Peña Nieto, me dije en noviembre del año pasado, entonces es Salinas el gran elector. Así que, concluí, si yo quería anticipar el nombre del candidato del PRI a la gubernatura mexiquense, debía averiguar cuál era la opinión de Carlos Salinas respecto de esa contienda electoral.

Pregunté con insistencia y, ciertamente, con rigor periodístico, y al menos cinco personas cercanas a Salinas de Gortari con quienes logré hablar me dijeron lo mismo: el poderoso expresidente está convencido de que el PRI del Estado de México no puede darse el lujo de desechar al alcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila, para favorecer a un junior de la política como Alfredo del Mazo, ya que esto podría ser el detonante de otro estallido de inconformidad priista  que, como en Sinaloa (Malova) y en Guerrero (Aguirre), llevara directamente a la alianza PAN-PRD a alguien con tanto arraigo popular como Eruviel.

Peña Nieto quería a Alfredo del Mazo y Salinas a Eruviel Ávila. ¿Quién se iba a salir con la suya? El jefe, por supuesto,tal como ocurre en todas las estructuras jerárquicas.

En mi análisis no me pregunté por el mejor entre los aspirantes priistas a la gubernatura del Estado de México (cosa que sí hizo, por ejemplo, el joven y talentoso analista H. E. Cavazos Arózqueta, @HECavazosAquien llegó a la conclusión de que Eruviel Ávila es mejor político que Alfredo del Mazo (http://sdpnoticias.com/columna/1594/Asi_veo_que_se_viene_la_eleccion_en_Edomex_con_el_PRI). Lo qué yo hice, independientemente de las virtudes y defectos de los aspirantes priistas, fue tratar de averiguar quién iba a ser el elegido por Carlos Salinas de Gortari.

Ni estoy a favor de Eruviel Ávila ni descalifico a sus rivales de todos los partidos. Simplemente vi venir su candidatura, algo que confirmó con su primicia López-Dóriga ayer viernes en Twitter.

Eruviel Ávila al EdoMex, como se dijo en noviembre

“En política no hay lógica, pero sí hay jerarquías”, me dijo una vez el señor Federico Arreola y me gustó la frasecita. Tanto me gustó que, hoy quiero contarlo, siguiendo las estructuras reales de mando en el PRI pude descubrir, en noviembre del año pasado, que el alcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila (@Eruviel_Avila), iba a ser el candidato priista para suceder al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.

Dije el 9 de noviembre de 2010: “No tengo duda de que Ana Lilia Herrera empieza a crecer más que sus rivales en la búsqueda de la gubernatura del Estado de México, Ernesto Némer Álvarez, coordinador de la bancada del PRI en el Congreso local; el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Luis Videgaray; Alfredo del Mazo Maza, alcalde de Huixquilucan; el secretario general de Gobierno, Luis Enrique Miranda Nava, y el favorito de Carlos Salinas de Gortari, me dicen, Eruviel Ávila, alcalde de Ecatepec”. http://sdpnoticias.com/sdp/columna/natalia-colmenares-natcolmenares/2010/11/09/1154955

¿Eruviel el favorito de Carlos Salinas? Pues sí. Por tal motivo, el 23 de febrero de este año dije en Twitter (anexo como imagen copia de mi TL) lo siguiente:

“Mi info dice q el PRI va con @eruviel_avila para que no se vaya al PAN-PRD como Aguirre en Gro y Malova en Sinaloa”.


“El mejor posicionado del PRI en EdoMex es Eruviel Ávila, si Peña Nieto se equivoca y le da la espalda, Eruviel se va al PAN-PRD”.


Ahora, dijo ayer en Twitter @lopezdoriga1, Eruviel Ávila será “destapado” este sábado como candidato a gobernador de la entidad federativa más grande del país, el Estado de México. Mi información, al parecer, la que obtuve en noviembre de 2010, fue correcta. ¿Cómo la conseguí? Lo cuento.

Al finalizar una reunión de trabajo en www.sdpnoticias.com, le pregunté al señor Federico Arreola: “¿Quién crees que será el candidato del PRI en el Estado de México?”. Fiel a su estilo me respondió socarrón y hasta misógino, pero dándome una muy buena pista: “El PRI del Estado de México, Natalia, es algo que a mí me tiene absolutamente sin cuidado. Pero, dicen los franceses, cuando un hombre hace algo indebido si quieres encontrar al culpable, pues ¡cherchez la fem!, es decir, busca a la mujer. En este caso, busca a Salinas. El que diga Salinas ese será el candidato de Peña Nieto, y no te hagas bolas. Recuerda que si en política no hay lógica, sí jerarquías”.

No busqué a Carlos Salinas de Gortari, pero sí hablé con más de cinco personas cercanas al influyente expresidente de la república. Lo hice con un propósito definido: investigar qué pensaba el hombre que, se supone, es el poder detrás de todos los tronos, grandes y chicos, que ocupa el PRI.

Todas las personas más o menos cercanas a Salinas con las que pude hablar me dijeron que el expresidente apoyaba a Eruviel Ávila, no por afinidad o complicidad política, sino simplemente por sentido común: para evitar que, otra vez, el PRI dejara fuera al aspirante con mayor apoyo popular, de tal modo de que este quedara en libertad –como Malova, en Sinaloa , y Aguirre, en Guerrero– de irse al PAN-PRD.

Todavía no es un hecho (en política, como en futbol, hay goles de último minuto que cambian el resultado de un partido), pero parece sólida la información con la que cuenta Joaquín López-Dóriga quien, con mucha seguridad, ha afirmado que hoy será “destapado” Eruviel Ávila.

Más tarde, este día, cuando eso se confirme o no, volveré a mi blog para comentarlo. Y, también, para expresar mi punto de vista acerca de lo que pasará en el PAN-PRD y, sobre todo, con el movimiento de Andrés Manuel López Obrador que, sin duda, jugará un papel de primer orden en las elecciones mexiquenses de este año.